Los días en que se llevan a cabo las elecciones internas, las nacionales o las municipales, tal y cual las conocemos hoy tienen -aparentemente- los días contados. Todo el espectro político uruguayo entiende que «son muy largas» y si eso no fuera de por sí más que suficiente, también les sale «carísimo».

Cada uno de los partidos con aspiraciones a conseguir comandar los destinos del país o tener una representación parlamentaria preponderante invierte aproximadamente 1 millón de dólares en la campaña electoral pero únicamente para las internas. Ese cifra simbólica de «one million dolars» se podría hasta duplicar con vistas a las elecciones nacionales de octubre.

La senadora del MPP Lucía Topolansky adelantó que la campaña es desgastante y muy onerosa. Similar opinión tienen los legisladores Eber Da Rosa de Alianza Nacional, Isaac Alfil de la lista 15 y Francisco Gallinal de la UNA. Precisamente éste último adelantó que en la segunda mitad del año próximo iniciará una ronda de negociaciones con el resto del espectro político para modificar en un plebiscito la Constitución y, en consecuencia, el sistema electoral.

Se hbla que podría volver a desarrollarse juntas las elecciones nacionales y municipales y hasta desaparecer las elecciones internas.