El presidente de la Mesa Nacional de Ladrilleros, Eduardo Romero, afirmó que el paso a la formalidad, mediante el pago del monotributo marcará un antes y después. Calificó como logro que un sector vital para la construcción, que trabaja intensamente en forma zafral tenga cobertura social. La representante de los artesanos, Elena Almiratti, indicó que el pago de $400 es una gran herramienta que permitirá ventas al por mayor.

Así lo consignó el jueves 11 de junio la página de la Presidencia de la República.

El presidente de la Mesa Nacional de Ladrilleros, Eduardo Romero, afirmó que lograr integrar la seguridad social fue un extenso proceso que nació en el año 1999, cuando llegó a Durazno por primera vez, el proyecto de extensión de Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República (UdelaR).

A partir de allí, comenzó una preocupación socioeconómica del sector, la cual tuvo como objetivo llevar adelante la conquista de la seguridad social para una franja social que históricamente siempre estuvo olvidada.

Romero indicó que el producto ladrillo es siempre muy valorado y tiene relación estrecha con el sector de la construcción del país. No obstante, los ladrilleros son personas que estaban muy aisladas en el territorio y alejados de las posibilidades de cobertura social.

En ese sentido, comenzó un proceso que dio cuenta de la realidad del sector y así se organizaron grupos que interacturaron, en primera instancia, con abogados del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Se elaboraron análisis que se entregaron a la Comisión de Hacienda del  Parlamento Nacional. Asimismo, se conectaron con el presidente del Banco de Previsión Social (BPS), Ernesto Murro, que se involucró en distintas tareas del Movimiento Nacional de Ladrilleros, tantos en mesas como en congresos.

Se comenzó a gestionar la realidad del sector en el sistema formal que involucraba aportes económicos, carga que Romero calificó como «bastante pesada» para un área que produce y trabaja zafralmente porque está condicionada por el clima.

Asimismo, el sector sufre las variables que se producen en las obras públicas y privadas, que no siempre es continuada, situaciones que eran una carga e hipotecaban la chance de poder estar dentro del sistema formal general de aportes.

El representante dijo que luego se logró un monotributo modificado y ampliado, no obstante, el mismo no contemplaba al sector ladrillero por su zafralidad productiva.

Actualmente por el sistema de monotributo modificado y ampliado ingresaron como pequeñas empresas, con un tope de facturación de $36.000, donde como unipersonal se realiza un pago por parte del titular de $540, que en época de zafras podrá contar con hasta tres dependientes, por un aporte de $360 por cada persona.

Romero indicó que esta es una variable con respecto a la Ley original, situación que implica al momento de las ventas, facturar, además de generar guías al momento de transportar ladrilleros, situaciones que son parte de un logro importantísimo.

Explicó que en el caso del monotributo la cobertura en mutualistas u hospitales es optativa, si el operario quiere ingresar a la salud privada los gastos son personales o en acuerdo con el titular de la unipersonal. No obstante, todos los trabajadores tendrán la posibilidad de asistirse en salud pública.

 

En el año 2000 se fundó el Movimiento Nacional de Ladrilleros del Uruguay, el cual está conformado por delegados de 14 departamentos, grupos que representan a nivel individual y en forma de cooperativas.

Se fundo la Cooperativa de productores ladrilleros de Durazno (COPROLADU), que es uno de los soportes del movimiento que apunta al asociativismo y a impulsar el trabajo en grupo. Estas acciones tienen una importante incidencia en la compra de insumos, abonos, leñas, nylones, chapas, así como en la conformación de políticas para el sector.

En ese sentido, se contactaron con el Congreso de Intendentes, con el objetivo de que conjuntamente se puedan estimular políticas como el monotributo a nivel nacional. Estas políticas permiten al sector sustentar la producción durante todo el año y afrontar demandas de volúmenes importantes. Para ello, se necesita la continuidad de insumos y la tierra es la principal materia primaria, evento en el que existen problemas de extracción porque las Comunas no tienen un marco regulatorio de la explotación de la misma.

De esta forma, la actividad se realiza en zonas bajas inundables, que impiden una continuidad de producción durante todo el año y originan problemas de paro en la actividad.

El Movimiento está integrado por 4.000 unidades productivas que están presentes en todo el territorio nacional, lo cual evidencia que 14.000 personas trabajan en forma directa. A través de delegados tienen representación en el Movimiento Nacional, situación que marca la presencia y la fuerza en todo el país. No obstante, Romero manifestó que quedan departamentos sin integrar como Maldonado, Rocha, Lavalleja, Montevideo, Artigas o Canelones, donde existen pequeños productores que pueden participar. 

Romero indicó que falta el apoyo logístico de las Intendencias Municipales en la operativa, integración que es necesaria para el Movimiento y para el país porque es un sector vital que integra la producción nacional. 

Por su parte, la integrante de la Comisión de Seguridad Social de la Mesa Departamental de Montevideo, Elena Almiratti, destacó que desde hace años vienen trabajando para que exista una herramienta formal, en la cual el sector ingrese de acuerdo a sus características.

Hace seis meses se conformó un equipo de trabajo público y privado, al cual se integraron los Ministerios de Desarrollo Social (MIDES), Industria, Energía y Minería, Trabajo y Seguridad Social; además de la Intendencia Municipal de Montevideo y el BPS.

En conjunto redactaron normas específicas y lo que se terminó de realizar fue el Decreto Reglamentario del Monotributo Artesano, el cual adecua lo existente a las características del área, situación que es altamente positiva en esa franja. El Decreto Reglamentario estará pronto a fin de mes y permitirá que los artesanos por ser productores puedan vender al por mayor. Para ello, será necesario aportar por monotributo $400, como unipersonal $600, instancias que fueron calificadas como «grandes herramientas».

De esta forma, se seguirá trabajando en otras tareas, como en la redacción de un monotributo social, que resolverá realidades de artesanos que están en situación de vulnerabilidad. 

Almiratti subrayó que el pago de la asignación familiar ya estaba contemplado con anterioridad, mientras que la salud está cubierta por mutualista, con un mayor aporte, o por salud pública. No obstante, la jubilación es una problemática que se resolverá caso a caso, porque las ocasiones en las que nunca se realizaron aportes, se resolverán con Leyes especificas. Son 8.000 los artesanos que trabajan en el territorio nacional y el monotributo comprende a una franja que percibe pocos ingresos.

Fuente: Presidencia de la República. http://www.presidencia.gub.uy