El Presidente Tabaré Vázquez señaló que sus consideraciones relacionadas con el proyecto de reubicación de los restos de José Artigas no se tratan de un simple traslado, sino de “llevar adelante el ideario artiguista”. Puntualizó en la importancia de sacar al Prócer “de esa oscuridad ideológica en la que está sumido” y reclamó que Artigas debe ser “pensamiento vivo y guía de la política doctrinaria uruguaya”.

El Presidente de la República, Tabaré Vázquez,  dijo que le resulta “muy curioso” que muchos de los que hoy defienden “a capa y espada que los restos del Prócer no sean trasladados”,  alegando falta de respeto y de consideración, en los últimos ocho años no hayan colocado frases constitutivas del ideario y el pensamiento artiguista en las paredes del mausoleo.

Recordó que así lo expresa una Ley que fue aprobada,  y que no obstante esa disposición,  en el mausoleo solo  aparecen “frías fechas”. Reiteró, que lo dicho por el Gobierno el pasado 19 de junio, cuando expresó: “sacar del frío mármol y del frío bronce a Artigas, para ponerlo como pensamiento vivo y guía de la política doctrinaria del Uruguay”, ya está a discusión y  que se seguirá insistiendo en el tema.

Vázquez puntualizó que el tema debe ser considerado con mucho respeto, no sólo por toda la solidaridad que merece, sino para poner en tela de juicio e intentar llevar adelante el ideario artiguista.

El Mandatario estimó que por medio de estas  palabras brinda una respuesta a todos los que se muestran contrarios al referido proyecto. Dijo también que muchas de estas personas, quizás nunca han visitado el mausoleo.  En la opinión del Presidente, lo que se debe discutir es “el pensamiento y el ideario artiguista” y no si el Edificio Independencia será transformado en un museo.

.Explicó asimismo,  que la propuesta del Poder Ejecutivo plantea que ese Edificio se convierta en un monumento histórico “que contemple la figura humana y el pensamiento político de Artigas”.  Sostuvo que el mausoleo es un lugar inhóspito  e inadecuado a lo que era el pensamiento y a lo que era el propio Artigas, en su momento histórico”. Por los motivos expresados, Vázquez defiende la tesitura de “destinar un edificio completo,  como monumento,  para que Artigas salga de esa oscuridad ideológica en la que se encuentra sumido. Señaló que se trata de disponer un lugar con más “calor humano”,  colocándolo (al Prócer) en el seno de su propio pueblo.