Con el apoyo de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) y fondos aportados por el proyecto OLIVIA, la Facultad de Química de la Universidad de la República inauguró su nuevo Laboratorio de Evaluación Sensorial para Aceites de Oliva, que funciona en la órbita del Instituto de Química.

El proyecto se enmarca en el Programa de Fortalecimiento de Servicios Científicos Tecnológicos de la ANII, que financiará el 80% de la inversión prevista para el emprendimiento, estimada en unos 450.000 dólares.

“Ahora cuando se rotula a un aceite de oliva nacional como extra virgen, el consumidor tendrá la tranquilidad de que estamos cumpliendo con los valores del análisis químico y de la cata del aceite”, dijo la directora del proyecto Olivia María Antonia Grompone.

La tendencia de consumo del aceite de oliva está en aumento ya que se valora especialmente su calidad y las propiedades nutricionales del producto, muy usado en la dieta mediterránea.

En Uruguay, si bien el mercado aún es pequeño, ya hay casi un centenar de productores que comenzaron a transitar el proceso, y se estima que en un lapso de cuatro o cinco años, se podrá abastecer el mercado interno y exportar el excedente.

Las posibilidades de ingresar en un mercado internacional con alto valor agregado, dependen de lograr calidades de producción distinguidas por certificaciones del Consejo Oleícola Internacional (COI), el organismo de mayor reconocimiento internacional para la regulación y comercialización de aceite de oliva.

El emprendimiento forma parte de un trabajo que viene desarrollando hace tiempo el proyecto Olivia y que tendrá como resultado que al cabo de 24 meses se habrán puesto a punto y validado por el COI, las diferentes y sofisticadas técnicas analíticas de los laboratorios fisicoquímicos para la fase de cosecha de la aceituna, el procesamiento del aceite y el producto final.

Además se habrá creado un panel de cata ajustado a los requerimientos de certificación internacional.

María Antonia Grompone aseguró que el aceite uruguayo tendrá la misma calidad de un aceite importado con un precio mucho más accesible. Agregó que hay una tarea de educación importante para hacer en el país ya que el aceite de oliva – al igual que el vino – debe recibir un tratamiento especial por parte de los consumidores.

“En estos momentos se trabaja analizando diferentes especies de olivos que se adapten a las características climáticas y de los suelos en distintas zonas del país, contamos además con una planta única en el Uruguay que permite al productor extraer pequeñas cantidades de aceite e ir viendo las características del producto y las posibilidades de mezcla, lo que optimiza el consumo de la materia prima en la producción, permite realizar los análisis técnicos de calidad”, explicó Grompone.

Fuente: ANII. www.anii.org.uy