El diputado suplente, y quien fuera responsable de la campaña de Ana Lía Piñeyrúa como candidata a la Intendencia de Montevideo, Hernán Bonilla consideró que “el clima que vive el país se parece al del período 1954-1958”, comparando al Frente Amplio con el batllismo, convocó a una “oposición tenaz y constructiva”, y calificó de error un corrimiento del PN hacia la izquierda porque “el electorado va a buscar una alternativa, no una fotocopia”.

Los conceptos están contenidos en el documento “Contribución al proceso de reflexión del Partido Nacional”, que el economista Bonilla planteó en la jornada de análisis del pasado jueves.

Al aludir al período 1954-1958, Bonilla expresa que “allí el batllismo intentaba perpetuarse en el poder por medio del uso político del Estado y de todos los mecanismos a su alcance. Lo mismo hace el gobierno actual, y como muestra basta el presupuesto que politiza cada rincón de Estado a través de la creación de cargos de confianza y partidas millonarias para contratar personal a discreción de los ministros”.

El dirigente de Concordia Nacional indicó que “en aquella época el Dr. Herrera usó una expresión que viene al caso, llamaba al gobierno ‘el régimen’. Pues bien, es hora de que entendamos que tenemos en frente a un régimen con vocación de ocupar todos los espacios de la vida nacional y al que hay que enfrentar en defensa de valores esenciales”.

A su entender, “el Partido Nacional debe ser el principal opositor al régimen, debe representar a quienes lo votaron y debe ser al mismo tiempo la alternativa para el 2014. Para eso es necesario que reaccionemos y pasemos a ser lo que debemos ser, una oposición tenaz y constructiva”.

“Era progresista”

Bonilla sostuvo que “también se ha argumentando a favor de adoptar posiciones más progresistas, lo que vendría a significar un corrimiento a la izquierda del posicionamiento ideológico del Partido. También discrepo con esta opinión”.

“Sería un error porque hoy estamos en la ‘era progresista’ –usando la expresión de Garcé y Yaffe– nosotros debemos acercarnos a ese tipo de posiciones”.

Evaluó que “cuando el desgaste del gobierno lleve a que el Frente Amplio siga cayendo en su intención de voto, como ya ocurrió en la elección de 2009, el electorado va a buscar una alternativa, no una fotocopia”.

“Nuestro Partido Nacional por lo tanto debe buscar ser distinto al Frente Amplio como lo es por naturaleza, para poder ofrecer un modelo de país alternativo, de lo contrario corremos el riesgo de que ese lugar lo ocupe el Partido Colorado y quedemos como furgón de cola del bloque de los partidos tradicionales”, alertó.

Tecnificación política

Bonilla es partidario de la “tecnificación política”.

“La elección de 2009 marca un quiebre de la tendencia: en 2009 el Frente cae del 50,45% de la elección anterior al 47,96% y los partidos tradicionales en cambio crecen de 44,66% a 46,09%”, reflexionó.

Agregó que “ya no será posible prever el resultado de la próxima elección con un modelo estadístico, sino que pasa a depender de forma mucho más importante de lo que hagan los actores políticos, y en particular los principales actores políticos que son los partidos”.

Para Bonilla, “nuestra política por lo tanto ya no será el resultado ineluctable de tendencias sociales y culturales incontrarrestables, y por lo tanto vuelve a ser más arte que ciencia. Lo que no quiere decir que no necesitemos mucho más que antes asesoramiento técnico, por el contrario, llegó la hora de la tecnificación en todos los niveles el quehacer político”.

“Mientras no se institucionalice el aporte técnico al partido seguirá primando el talenteo y la improvisación”, criticó.

“Hay dirigentes que no realizan su máximo esfuerzo en octubre”

Según Bonilla, “en las elecciones internas los blancos desarrollamos una actividad extraordinariamente intensa que no logramos sostener en las nacionales. Esto se debe, amén de la cuestiones idiosincráticas (el gusto por la competencia interna es notablemente mayor entre los nacionalistas que entre los frentistas), a que hay dirigentes que no realizan su máximo esfuerzo en la campaña de octubre.

Bonilla estima que “esta situación puede explicarse por 3 tipos de casos. Los dirigentes medianos o chicos que aspiran a una nominación a diputado o a edil y no consiguen los votos necesarios en junio y luego no  participan o lo hacen con escaso entusiasmo en las nacionales”.

Además, “la eliminación de los sublemas para la elección de diputados notoriamente nos ha perjudicado”.

En segundo lugar, “los dirigentes que sí consiguen los votos necesarios para su nominación a intendente, por ejemplo, en las elecciones internas pero reservan sus energías y recursos para las elecciones municipales, dónde se juegan su suerte. Esto último se da con especial intensidad en algunos departamentos del interior”. Y en tercer lugar, agregó el dirigente de Concordia Nacional-Lista 71, “los dirigentes que ya se aseguran su lugar, sea una banca, una intendencia, etc., en la interna y no realizan el mismo desgaste en la elección nacional”.

Fuente Imagen: blogs.montevideo.com.uy