Compartimos la mayoría del acta de la Comisión Especial de Género y Equidad de la Cámara de Representantes en donde compareció el director de Radiodifusión Nacional, Sergio Sacomani a explicar las razones del levantamiento del programa sobre la actividades de Mujeres de distinto ámbito conducido por Magela Camelo, la forma en que se procedió a la comunicación, así como los mecanismos de contrataciones en dicha emisora.

Sesión del día 17 de febrero de 2011. (Asisten autoridades del SODRE y el Director General del MEC).

PRESIDENTA (Payssé). La Comisión Especial de Género y Equidad, que ha invitado especialmente a los integrantes de las Comisiones de Derechos Humanos y de Legislación del Trabajo, tiene mucho gusto en recibir a Pablo Álvarez, Director General del Ministerio de Educación y Cultura, amigo de esta casa, pero él tiene una amistad con nosotros, que hemos compartido durante los pasados cinco años‑, Sergio Sacomani, Director de Radiodifusión Nacional, y Pedro Ramela, Secretario de Organización del SODRE.

Esta convocatoria tiene como finalidad intercambiar ideas y que las autoridades del SODRE tengan la posibilidad de expresar algunas cosas vinculadas a un tema que nos preocupa.

En una nota que enviamos al Director de Radiodifusión Nacional del SODRE, Sergio Sacomani ‑tenemos en nuestro poder el original de esa nota y la respuesta que recibimos‑, hicimos una valoración positiva de la conducción del programa y manifestamos nuestra preocupación por la situación. En ese sentido, nos gustaría saber si las autoridades consideran que no se puede renovar el contrato y la consecuencia es el levantamiento del programa o si es a la inversa, es decir, si no se renueva el contrato porque se levanta el programa.

Queremos transmitir a las autoridades del SODRE y al referente político del MEC nuestra preocupación por la situación que está planteada y también la valoración positiva que hace la Bancada Bicameral Femenina de la conducción de ese programa ‑que hoy lamentablemente ya no sale al aire‑, en el que todos los partidos políticos fuimos tratados con equidad y con una deferencia particular, más allá de que las mujeres políticas nos sentimos representadas e interpretadas en cuanto al manejo de los temas y la rigurosidad con que se planteaban.

ÁLVAREZ. Nos importa tener un mayor nivel de precisión en las respuestas, porque sabemos que hay personas con nombre y apellido, con corazón, que están directamente involucradas en el tema que estamos tratando y en la forma en que nosotros anunciamos públicamente los asuntos. La política es ese bicho que a veces trata a las personas como si no lo fueran. Decimos que bregamos por la mejora de las personas y en beneficio de la felicidad pública, pero también debemos tener en cuenta que detrás de cada una de nuestras decisiones hay corazones y personas que se ven directamente implicadas.

SACOMANI. Señora Presidente, señoras legisladoras y señores legisladores: agradezco la oportunidad de comparecer ante esta Comisión y poder explicar y responder las interrogantes sobre el levantamiento transitorio del Programa «Bancada Femenina», que fuera creado y sostenido por esta Dirección a lo largo de dos años y sobre el cual se ha propuesto un «impasse» a partir de enero de 2011. Desde el mes de diciembre se han dicho, se han difundido y se han publicado muchas cosas sobre esta situación y sobre mi persona, y esta es la primera instancia en la que se me permite expresarme, por lo cual agradezco sinceramente esta oportunidad.

Señora Presidenta: «Bancada Femenina» es un programa periodístico de una hora semanal, que se emitía hasta el 11 de octubre de 2010 los días lunes, de 21 a 22 horas, por Radio Uruguay, 1050 AM, emisora del SODRE. Y aquí viene algún apunte de mi parte. Permítanme expresar mi visión de los hechos

En junio de 2009 -esto está dicho desde mi perspectiva, lo que yo recibí como información y lo que ocurrió desde mi puesto‑, a instancias de diversas legisladoras que plantearon sus inquietudes en el MEC y en la Presidencia de la República del momento, me llega la consulta verbal desde ambos organismos sobre la posibilidad de poder instrumentar un espacio periodístico destinado a promover y a resaltar el protagonismo de las mujeres vinculadas a la política y que tuvieran representación tanto a nivel nacional como departamental. Es decir que no era solo era para las mujeres parlamentarias, sino para todas las mujeres que tuvieran algún tipo de responsabilidad.

Si bien estamos orgullosos de que en nuestras emisoras, especialmente en la periodística, Radio Uruguay, la equidad de género sea algo natural que se asume a lo largo de toda la programación, en aquel momento consideramos que era oportuno e importante, en un año esencialmente electoral tanto en las internas de los partidos como a nivel nacional, poder brindar un aporte de esta naturaleza.

Reclamo un poquito de atención sobre este detalle, porque se ha publicado que este programa surge con la firma del doctor Tabaré Vázquez, o, como ha señalado la Presidencia, a instancias de la bancada bicameral femenina. Señalo que, formalmente, la única firma que existe es la mía; yo fui quien solicitó la creación de este programa y su instrumentación al consejo Directivo del SODRE. No existe documento alguno que vincule formalmente este programa al Presidente Vázquez o a la bancada bicameral femenina. En estos dos años, no he recibido ninguna comunicación de la bancada bicameral. Hasta hoy, y desde mi percepción, ha sido una iniciativa recogida por esta Dirección de Radio y, por lo tanto, lo publicado es una equivocación.

En aquel momento, disponíamos de espacios para crear este programa, ya que a partir de la 21 horas se emitía en Radio Uruguay una selección musical ‑para mí muy linda‑ denominada «Etiqueta Negra», que perfectamente podía ser alterada sin afectar ningún programa establecido. Es así que el día 15 de junio de 2009 comienza a emitirse el programa mencionado.

En ese momento, se consideró que era lógico encomendarle a nuestra cronista parlamentaria, por su cotidiano vínculo con la materia, conducir este programa como una tarea temporal y complementaria a su contrato central. Tanto en nuestra solicitud al Consejo Directivo del momento en la expresión de sus contenidos y fundamentos, así como en la solicitud del pago de un cachet extra para la periodista que conducía el programa, siempre quedó claro que el programa tenía carácter temporal, finalizando, en principio, luego de las elecciones de 2009. Esto se fundamentaba en el hecho de que, por esas fechas, se instalaría un nuevo Gobierno nacional, y suele ser de buena administración dejar liberadas a las nuevas autoridades de compromisos que fueron asumidos bajo responsabilidad personal como temporales y transitorios. Esto, claramente, fue aceptado en su momento por la periodista.

En febrero de 2010, el Gobierno electo me solicita que continúe en mis funciones al frente de la Radiodifusión Nacional SODRE, y resuelvo mantener el programa porque consideré que seguía teniendo a raíz de la asunción de las nuevas autoridades femeninas departamentales y nacionales. En el transcurso de 2010, se producen dos acontecimientos que contribuyen a la decisión por la que se me consulta en esta Comisión.

En primer lugar, logramos la concreción de un programa periodístico nocturno desde las veintiuna horas a las cero horas, que estaba en nuestra agenda desde hace años y que, por diversos motivos, no había podido cumplirse. En el mes de octubre, comienza a emitirse «Visión nocturna», conducido por los periodistas Gustavo Antúnez, Gabriel Romano y Adriana Martell. Para que el programa no desapareciera, resuelvo que «Bancada Bicameral Femenina», manteniendo su nombre, sea incorporado al nuevo programa como una sección especial, lógicamente, reduciendo su extensión a media hora.

En radio se sabe que un programa de tres horas no resiste una hora con otro nombre dentro del mismo sin que se evidencie una fractura, y tampoco es de estilo que un programa comience cuatro días a una hora y un día a otra. Al parecer, en su momento, esto fue asumido sin problemas, al menos, según me fue transmitido en diálogo directo con los periodistas involucrados. La idea era analizar en 2011 si el espacio continuaría dentro de este programa o si sería necesario buscarle un nuevo lugar en la grilla.

Igualmente, a esta altura debemos evaluar la racionalidad de sus costos en el presente, que no son los mismos que cuando se creó.

Debimos prestar atención al texto de la Ley de Presupuesto aprobado en la Cámara de Representantes y luego en el Senado, donde se establecían nuevas disposiciones para los contratos de función pública, entre ellos, los que hasta hoy conocíamos como contratos cachet.

Me permito recordar que el artículo 52 de la Ley de Presupuesto establecía que «Los incisos 02 al 15 del Presupuesto Nacional que por razón de sus cometidos deban contratar artistas, lo harán bajo la modalidad del ‘contrato artístico’, siempre y cuando los contratados presten efectivamente servicios de esa naturaleza.- Se suscribirá un contrato que documentará las condiciones y objeto de la prestación, pudiendo la Administración disponer por resolución fundada, en cualquier momento, su rescisión.- Dichas contrataciones serán de carácter transitorio y no darán derecho a adquirir la calidad de funcionario público. Respecto de los contratos de cachet vigentes a la fecha de promulgación de la presente ley, aquéllos que se ajusten a la definición del presente artículo pasarán a revistar bajo dicha modalidad; los restantes,» ‑aquí viene lo que nos involucra‑ «pasarán por única vez a la modalidad de Contrato Temporal de Derecho Público».

Es decir que se establecía que a partir de enero de 2011 los contratos cachet que teníamos vigentes, por ejemplo, para tareas periodísticas o complementarias que solicitamos a nuestros funcionarios en el ejercicio de sus funciones, ya no serían posibles. El contrato temporal de derecho público no estaba reglamentado aún, y el nuevo concepto de contrato artístico tampoco. Se supone que se dispone al menos de noventa días para su reglamentación; es decir que el panorama no estaba claro y había un período de lógica incertidumbre hasta que la legislación se concretara.

De todas formas, el texto aprobado para el contrato temporal de derecho público en el que podría, teóricamente, convertirse el cachet, indica que «Las contrataciones se realizarán mediante concurso a través del Sistema de Reclutamiento y Selección de los recursos humanos de la Oficina Nacional del Servicio Civil, suscribiéndose un contrato en el que se establecerán las condiciones de trabajo respectivas». Recién,  la semana pasada, el lunes 7 de febrero, a través de Decretos Presidenciales del Consejo de Ministros, especialmente, los Decretos N° 261 y N° 264, conocimos los mecanismos por los cuales se instrumentaría la eventual renovación de los cachet que tenemos vigentes. Esos Decretos nos señalan buena parte del camino a seguir, pero todavía hay muchas cosas para instrumentar en la parte ejecutiva

Creo que Pablo Álvarez está más capacitado para hacer puntualizaciones al respecto. De todas formas, les informo que, para no incurrir en omisión, nuestros servicios estaban obligados a solicitar, en el mes de noviembre pasado, la renovación de los contratos que pretendíamos siguieran vigentes a partir del 1° de enero. Esos son los plazos dentro del SODRE y en vinculación con el MEC. Es decir que estábamos obligados a tramitar la renovación de nuestros contratos cachet zafrales y eventuales, procurando que los servicios no se interrumpieran a partir del 1° de enero de 2011, con los elementos y la legislación que teníamos, a pesar del advenimiento de la legislación en ciernes. No teníamos otro camino.

En el caso del cachet solicitado para el cumplimiento del programa «Bancada Bicameral Femenina», era el único de nuestra nómina que sostenía una actividad complementaria. Era el único con un complemento de una retribución central. Consideramos que era de buena administración, anticipándonos a la defensa que deberemos hacer de los contratos que sí representan salarios centrales, no proceder a su renovación, despejando esta situación especial del paquete de renovaciones que debemos defender, y levantar transitoriamente el programa.

MATIAUDE.- El señor Sacomani dice que el programa empieza a partir del 15 de junio de 2009, año electoral. ¿El único fin del programa era hacer conocer a la bancada bicameral femenina antes de las elecciones?.

SACOMANI.- En aquel momento, así me fue transmitido. Por eso decía que, desde mi puesto y desde la jerarquía que tenía en aquel momento, me permito expresar lo que me fue transmitido. Desde el MEC y la Presidencia de la República, se me trasmitió que era esencialmente un programa destinado a destacar la presencia femenina en una etapa importante como la electoral.

Yo lo lamento ‑dejé constancia allí‑, pero como hasta hoy no me habló nadie de la bancada bicameral femenina, no se discutió ni se me preguntó, instrumenté lo que se me había planteado en aquel momento. Por eso el programa tenía término; si no, se hubiese presentado con carácter permanente. De mi parte, no existe ningún problema; en los hechos, resolví mantener el programa, a pesar de lo que estoy diciendo, porque considero que es un espacio valiosísimo.

MATIAUDE.- Si no entiendo mal, lo que usted está diciendo es que este programa se hizo meramente para mostrar a las legisladoras o aquellas personas políticas. ¿Ese fue el fin? Una vez terminado el año electoral ¿finalizaba el espacio?

SACOMANI.- La señora Diputada pone énfasis en la palabra meramente, pero no creo que haya existido una actitud despectiva hacia ese espacio. Como dije, estaba orientado a mujeres que tuvieran todo tipo de representatividad, no solamente parlamentaria. Lo que a mí se me transmitió en aquel momento era que se trataba de un espacio temporal. El adjetivo «meramente» corresponde a la señora Diputada.

De todas formas, como señaló la señora Presidenta al comienzo de esta sesión, creo que hay instancias de diálogo y de comunicación que debían haberse cumplido y que podemos mantener de ahora en adelante.

PRESIDENTA. He seguido con mucha atención las respuestas dadas por el Director con respecto a los contratos. Me consta que en esta Casa fuimos gestoras y gestores de ese Presupuesto, pero también me consta que hubo una temporalidad en el trámite. El 5 o 6 de febrero, cuando nosotras hacemos una nota que usted responde, el Presupuesto no estaba aprobado, y mucho menos, la reglamentación. Por lo tanto, nosotras no hicimos futurología, y esto está bien, porque sería poco riguroso por parte de una bancada de legisladoras estar previendo situaciones.

Hoy sí tenemos los decretos correspondientes. El artículo 5º del Decreto 261 plantea algunas formas de ir solucionando esa transición en la modificación de los contratos. Si ustedes hicieron el seguimiento de esos artículos, habrán visto que hubo modificaciones en la Cámara de Representantes, se eliminaron algunos en el Senado y otros cambiaron de número. El 14 de octubre aprobamos en la Cámara de Diputados un texto que fue modificado en el Senado y aprobado el 2 de diciembre, y recién el 20 de diciembre contó con la aprobación parlamentaria completa.  Y todos sabemos que aunque se hubiese aprobado antes, comenzaba a regir a partir del 1º de enero.

Nosotros hicimos la nota correspondiente; hubo un contacto con usted y una respuesta suya a la bancada bicameral, a la que reconoce como tal, porque se dirige a ella.

En el marco de este diálogo constructivo ‑quiero calificarlo de esa forma; creo que la presencia de ustedes así lo demuestra‑, quisiera manejar algunas lógicas vinculadas a lo que hoy tenemos y a lo que no teníamos cuando se tomaron algunas decisiones. El artículo 5º da algunas soluciones a los contratos cachet. Quisiera hacer una pregunta, y luego doy la palabra a la Diputada Alonso.

Usted bien dijo que era el único contrato complementario. Nosotras hicimos algunas consultas y nos asesoramos, y eso no es ningún inconveniente legislativo para poder proceder de la misma forma que se hizo con otros periodistas a los cuales se les prorrogó el contrato oportunamente hasta el 31 de marzo, con las mismas incertidumbres generadas en diciembre. Esa es una pregunta que nos hacemos en el marco de esta reflexión y que queríamos trasladársela.

ÁLVAREZ.- Cuando la Presidenta se remitía a una nota, dijo que tenía fecha 6 de febrero, pero era del 6 de diciembre.

El contrato cachet terminó siendo la forma que el MEC tenía para evadir las limitaciones que existían para la contratación de personal. Pero como es un Ministerio dinámico y tiene asignadas las radios, la televisión, los elencos estables del Sodre, que tienen su especificidad a la hora de ser contratados, existió durante mucho tiempo esa situación, que fue vulnerando, primero, el derecho de los trabajadores, ya que se trata de un contrato que no reconoce plenamente el derecho laboral de las personas. En segunda instancia, vulnera la correcta administración, porque no permite tener una planificación a mediano plazo con respecto a esta modalidad.

RAMELA. Con respecto a los contratos, creo que hay un matiz que habría que agregar, que no dilucidan los decretos que se hicieron, que es sobre la acumulación de cargos públicos. Acá estamos hablando de una funcionaria contratada, administrativa, en vías de presupuestación ‑no está presupuestada‑, porque la ley lo determinó. El trámite está realizándose. Yo fui Presidente del tribunal de calificaciones y méritos para la presupuestación de los funcionarios del SODRE. Tenemos un gran obstáculo que parte de un gran error y es que no hubo una excepción para los cuerpos estables. Entonces, lo que tenemos sobre la mesa es que queremos presupuestar a un grupo de trabajadores ‑entre ellos está la funcionaria Magela Camelo‑, pero no lo hemos podido hacer todavía, más allá de haber procedido en tiempo y forma, porque «in totum» se presupuestaron todos los cuerpos estables y eso debería haber tenido una excepción.

Entonces, cuando hablamos de los decretos y la forma de contratación, también tenemos que ver que los decretos hablan de contrataciones de único trabajo. Cuando hay acumulación de cargos públicos, esto iría a la materia relativa a cargos públicos y no se puede contratar. Es verdad que a la fecha que se refieren, estábamos haciendo presunciones, pero también es cierto que en la discusión y en el texto que fue aprobado en la Comisión de Presupuestos de la Cámara de Diputados, existía una excepción exclusivamente para radio y televisión referida a la acumulación de sueldos, precisamente enfocada a los periodistas, que fue eliminada en la Comisión del Senado. Es por ello que ya sabíamos en ese momento que el Senado no había aprobado lo que habíamos «caminado» en la Cámara de Diputados. Lo digo para precisar los términos. Y, claro, uno no tuvo la posibilidad de discutir en algunos momentos las consecuencias que tiene este tipo de contrataciones y de acumulación de sueldos.

Aclaro que el contrato que tiene la funcionaria Magela Camelo es un contrato de categoría Administrativo 5, grado C 3. Además de eso cobra una compensación por inequidades que, a partir del 1º de enero, se va a llamar «por salario mínimo»; ustedes pueden ver esto en el Decreto 266. Además, desde que esta funcionaria empezó a trabajar en la radio, la Dirección dispuso una compensación, equiparándola a los demás periodistas. Es por ello que cobra, además, una compensación y digo de paso, esto se hace por medio de un crédito insuficiente que nunca llegamos a pagar todo el año. Además, cobraba este caché por un programa independiente a su tarea específica, principal y compensada por ser un administrativo con tareas de periodista.

SACOMANI. Quiero hacer una pequeña precisión, recogiendo lo que la señora Presidenta expresó anteriormente. Usted se preguntó al pasar por qué este caché no se renovó siendo que se renovaron otros. Reitero lo que dije recién este caché era el complemento de una retribución central y si hubiera hecho lo mismo con todos, en este momento las radios no estarían al aire porque a partir de enero no habría contratos.

ALONSO. Cada uno tiene los argumentos de las partes interesadas y los que se han vertido a través de los medios de comunicación, pero a partir de esos hechos ‑hoy tendremos los argumentos de las autoridades del SODRE‑ me han surgido una serie de interrogantes y preocupaciones sobre cuestiones que me han quedado sin respuesta. Como mencioné al principio, voy a enfocar mis planteamientos desde el punto de vista humano. Estamos en la Comisión Especial de Género y Equidad, y en esta oportunidad han sido invitadas las Comisiones de Derechos Humanos y de Legislación del Trabajo, con lo cual mi punto de vista no será especialmente los contratos ni aspectos administrativos ‑sobre los que también quiero preguntar porque hay cosas que me quedan colgadas‑ sino que, reitero, quiero traer y rescatar en este ámbito el aspecto humano. Como muy bien mencionaba el Director Álvarez al principio, detrás de muchas cartas, explicaciones, contratos caché, hay personas, y ese es el elemento central de esta instancia, por lo menos desde mi punto de vista.

Quisiera saber cuál fue el motivo por el cual se levantó un programa de estas características ‑algo se ha adelantado, pero no me quedó claro‑, en el que el Estado puede brindar esa posibilidad que las radios privadas no pueden hacer. En la respuesta que el Director Sacomani enviara a las legisladoras de la bancada bicameral contesta que además de las contrataciones, se acerca la proximidad del receso parlamentario

Y ante esto, me surge otra pregunta.

El señor Director mencionó que este programa fue sustituido por uno periodístico, «Visión Nocturna». Quisiera saber por qué mecanismos ingresaron los periodistas Gustavo Antunez, Adriana Martel y Gabriel Romano, y cuáles fueron los criterios para cambiar al otro programa político, del que recuerdo haber concurrido. Si el argumento fue la proximidad del receso parlamentario, tampoco tendría mucho sentido elaborar un programa que también tuviera sentido político. No me queda claro cuáles fueron los criterios de cambio de programa.

Coincido con la señora Presidenta con respecto a que cuando se tomó la decisión, el 5 de diciembre, aún no se había aprobado la Ley de Presupuesto ni la eliminación de los contratos caché. No me queda claro ‑tampoco fue respondido cuando se contestaron las preguntas de la señora Presidenta‑ si todos fueron bajados en el mismo momento, el 6 de diciembre, cuando el plazo podría haberse extendido hasta el mes de marzo. Tal vez se podría haber buscado un mecanismo diferente tomando en cuenta, insisto, los aspectos humanos, tratándose de una mujer con seis meses de embarazo, y sabiendo lo que eso implica.

Creo que se podría haber buscado un mecanismo ‑todos sabemos que se pueden buscar‑ pues, seguramente, hubiera sido diferente el procedimiento y la forma.

También me surgen otros cuestionamientos hacia el Director Sacomani respecto a su responsabilidad administrativa.  La pregunta es puntual y concreta: ¿usted actúa en virtudes originarias o delegativas? Eso es algo que no me queda claro, porque en ese sentido debería haber habido una resolución delegativa, ya que la delegación de atribuciones no se presume. Entonces, ¿se comunicó al Consejo la decisión de levantar el programa? ¿Se elevó una resolución al Consejo por medio de la cual se decidía que el programa iba a ser cambiado por otro llamado «Visión Nocturna»? Quisiera que me respondiera esa pregunta; luego formularé algunas otras.

SACOMANI. Voy a empezar contestando la última pregunta formulada.

En los seis años que he sido Director de la Radiodifusión del SODRE no se ha instrumentado ‑no hemos tenido conocimiento de ello‑ algún tipo de reglamento o disposición interna por medio de la cual la Dirección deba informar al Consejo cuando rescinde o renueva un contrato o levanta un programa. En estos seis años esto no ha ocurrido; yo he tomado muchas decisiones y nunca hubo problemas. Reitero, que eso no está establecido en la normativa interna.

Por otra parte, quiero precisar ‑esto sí está determinado‑ que todo programa y toda contratación que se realice en las radios del SODRE deben ser aprobados ‑y lo son‑ por el Consejo Directivo. Esto fue así con el programa «Visión Nocturna», con todos los programas y con todos los contratos. Esta Dirección no tiene potestad alguna, de por sí y ante sí, para contratar o instaurar un programa. Sin embargo, no está reglamentado ‑así nos hemos comportado en estos años y sin problemas‑ que cuando se levante un programa o no se renueve un contrato debamos avisar al Consejo o solicitarle que se expida al respecto.

En cuanto a la motivación para levantar el programa, consultado por la Diputada Alonso, debo remitirme a lo expresado en la primera respuesta. Además, la Diputada ‑al igual que la Presidenta‑ me preguntó por qué no se procedió igual con otros caché, y yo acabo de explicar que si hubiera aplicado el mismo procedimiento nos hubiéramos quedado sin radio a partir del mes de enero, ya que no habría gente trabajando. Estamos hablando de treinta y tres caché y noventa y un zafrales contratados, hasta que se determine claramente cómo vamos a poder contratar.

La Diputada hizo muchas preguntas, pero sobre todo consultó acerca de cómo se contrata en las radios del SODRE. Nosotros, a lo largo de estos años, hemos aplicado distintos mecanismos en ese sentido. Estos mecanismos han variado de acuerdo a la realidad de diversas áreas y sus especialidades. Cuando llegamos, en el año 2005, había setenta y dos funcionarios presupuestados, y procedimos a la contratación de ciento veinticuatro nuevos funcionarios ‑que están hasta el día de hoy‑, es decir, treinta y tres caché y noventa y un zafrales, a fin de desarrollar los servicios que se prestan actualmente. Para ingresar locutores y técnicos de radio hemos llamado a concurso, ya que tenemos los elementos, la experiencia y la capacidad de conformar tribunales. Asimismo, para contratar periodistas de informativos, personal de fonoteca y de programación musical ‑que son cometidos distintos‑ hemos llamado a presentación de currículum.

Y ahora quiero decir algo que es importante. Para la conducción y producción de programas centrales hemos aplicado la discrecionalidad directa de la Dirección de Radiodifusión Nacional. Yo me he hecho responsable de la creación de cada uno de los programas centrales que tienen las emisoras, «ad referéndum», como siempre ‑tal como mencione, y lo reitero‑ del Consejo Directivo del momento.

Esta tercera opción la quiero explicar claramente porque muchas veces no se ha entendido. Es esencial e inherente al cargo de Dirección de un medio de comunicación, televisivo o radial, la discrecionalidad en la elección de los periodistas y los programas que se desea tener. Luego, se deberá evaluar el acierto o el error de tales opciones, pero está claro que tal discrecionalidad forma parte de la esencia del ejercicio de sus responsabilidades. La programación de un medio televisivo o radial no se instrumenta por concurso o por llamados públicos; depende de la discrecionalidad de la Dirección designada; para eso está. Consideramos que es una responsabilidad que debe asumirse, y así lo hemos hecho.

Voy a poner algunos ejemplos, ya que en su momento ‑en el comienzo de nuestra gestión, fundamentalmente en el año 2005‑ tuvimos algunos debates con la Asociación de la Prensa Uruguaya, en el comienzo de la gestión ‑fundamentalmente en 2005‑ relativos al reclamo del concurso. Si esta Dirección, por ejemplo, quisiera contratar a Víctor Hugo Morales, tanto por su programa deportivo, como por su actividad política o su programa de lírica, debería poder hacerlo. Asimismo, si quisiera contratar a María Inés Obaldía, a Blanca Rodríguez, a Darwin Desbocatti o a Emiliano Cotelo también debería poder hacerlo, y en forma  directa, responsablemente y sin llamados abiertos a presentación de proyectos o currículum, que serían inconducentes dentro del marco señalado. Salvo contadísimas excepciones ‑especialmente en programas de corte juvenil‑, los currículum de los periodistas y comunicadores contratados hasta hoy acreditan muchos años de ejercicio profesional, o de notoriedad pública, en el caso de los artistas y músicos que también conducen programas. No ha sido del estilo de esta Dirección recurrir a mecanismos administrativos que pretenden evitar las responsabilidades asignadas, especialmente cuando se trata de contratos no presupuestados, y que en la concepción de esta Dirección deben continuar siendo temporales y no presupuestales. Esto es muy importante; mucha gente tiene miedo de que estos contratos se presupuesten, pero yo creo que eso es matar un medio de comunicación, por lo menos, en cuanto a su programación. Aclaro que esta es una opinión personal.

Asimismo, consideramos que debería existir un contrato con todas las garantías, con todos los derechos y con todas las renovaciones en el tiempo que sean necesarias, de acuerdo a las necesidades y posibilidades del instituto y en el cumplimiento de los objetivos planteados. Este es un tipo de contrato que hemos reclamado en estos seis años y que todavía no se ha podido concretar. Es de destacar que este tipo de contrato le serviría a la televisión y a la radio.

Por otro lado, quisiera decir que en un medio de comunicación, televisivo o radial, se presentan espontáneamente muchos proyectos por año. Muchas personas van y dicen que tienen una propuesta o un planteo para hacer. En esos casos, las recibimos y estudiamos las propuestas, y muchas veces se han instrumentado. Por lo tanto, a raíz de lo que explicamos hace un momento, no vemos la necesidad de disfrazar esto con un llamado público o con un concurso cuando, en realidad, es el Director quien deber decidir qué programa será emitido.

Siguiendo estos lineamientos, hemos creado y mantenido, desde 2006 hasta la fecha, treinta y ocho programas. Tenemos diecisiete en «Radio Uruguay», veinte en «Emisora del Sur» y uno en «Radio Clásica», que ahora, a la luz de estos hechos, está en un «impasse» para ver cómo podemos renovarla.

En cuanto al perfil de «Radio Uruguay» en el contexto de las radios del SODRE, obviamente, pusimos un especial énfasis, porque es la radio informativa, la radio periodística.

«Radio Uruguay» es la radio informativa, a través de la cual, como muy bien recordaba la señora legisladora, pretendemos desarrollar una política garantista. ¿Qué quiere decir? Que nosotros debemos velar muy atentamente ‑creo que lo hemos hecho hasta hoy‑ por el acceso de todos a la comunicación, como decía la señora Diputada, por el derecho de expresión; esto lo repetimos todos los días, en un eslogan que se escucha en las horas centrales de las cuatro emisoras. Creo que eso se ha garantizado.

Hemos velado muchísimo por el pluralismo político; todos los partidos políticos, todos los sectores tienen acceso en el momento que lo requieren o lo solicitan, lo que es importante.

ALONSO. Las respuestas siguen sin quedarme claras. Por ejemplo, no me queda claro cómo entraron los periodistas de «Visión Nocturna».

El Director Sacomani hizo referencia a un concepto que creo es muy importante. Habló de discrecionalidad. El riesgo es que la discrecionalidad no se transforme en arbitrariedad. Hay un autor español que seguramente lo conocen, García de Enterría, que habla de que la discrecionalidad no puede terminar en arbitrariedad y yo me temo que esto haya ocurrido en este tema, sin tener los fundamentos claros con respecto a las decisiones que se han tomado; no tengo un fundamento. En esa discrecionalidad que el Director mencionaba siempre tiene que haber un fundamento y siempre tiene que ser previo y no posterior. Acá no hubo un fundamento previo al levantamiento del programa; eso, además, hace a la responsabilidad administrativa. Precisamente, si el Director tiene la discrecionalidad y no tiene la obligación de presentar esa consulta al Consejo, eso hace también a la responsabilidad administrativa ‑respecto a la cual el Director puede sentirse tranquilo‑ y a la rendición de cuentas de por qué levanta un programa y por qué instala otro.

En este caso me sigue sin quedar claro y me preocupa el riesgo de que esa discrecionalidad no haya terminado en una arbitrariedad. No estoy haciendo juicios de valor ni adjudicando responsabilidades sobre lo que ocurrió pero hay un hecho muy claro. Yendo al motivo de esta convocatoria,  el Director Sacomani le informa a la periodista de la situación por vía telefónica y él recibe la carta que le enviamos inmediatamente. Mi pregunta y preocupación al respecto es  la respuesta que da el Director Sacomani frente a este tema. Se le informa a una periodista, a una trabajadora en situación de dependencia con el Director, a través de una llamada telefónica que su programa, contratado, temporal o por el mecanismo que sea, no corre más. Y la respuesta que dio el Director Sacomani fue: le solicité a la funcionaria mantener una reunión para informarle al respecto, pero la misma me solicitó un adelanto del tema por esa vía, y así lo hice. Creo, Director Sacomani, que  no corresponde ‑voy a las formas, a esa discrecionalidad que en ese juego lamentablemente puede terminar en arbitrariedad‑  que una autoridad se dirija de esa manera a una trabajadora en situación de dependencia que, vuelvo a insistir y lo pongo en el centro del tema: se encontraba embarazada, en estado delicado por su edad, por su condición. Me preocupa el concepto de discrecionalidad que manejó el Director, que lamentablemente en muchos casos puede terminar en arbitrariedad.

SACOMANI.- Respecto al programa «Visión Nocturna», sobre el que no le quedó clara la respuesta a la señora Diputada, reitero lo que expresé: los programas en las radios del SODRE se presentan al Consejo Directivo y este los aprueba. Ese fue el mecanismo que se siguió, tanto para la presentación del proyecto de ese programa como para su aprobación. Reitero que ese fue el mecanismo por el cual se aprueba el programa «Visión Nocturna». Y reitero que hasta hoy, para levantar programas en el SODRE no hay ningún tipo de obligación o reglamentación interna.

Respecto a la comunicación telefónica del levantamiento del programa,  por supuesto, respeto la opinión vertida por la señora Diputada Alonso y sus temores acerca de que esto sea una arbitrariedad. Desde nuestra parte, tenemos otra visión.

Voy a hacer un breve relato de los hechos, porque aquí se ha publicado y dicho mucha cosa equivocada. Partiendo de lo informado anteriormente sobre la perentoriedad de los plazos para solicitar la renovación de contratos, la resolución de no renovar el caché de «Bancada Bicameral Femenina», es tomada, reitero, como dije al comienzo, en la última semana de noviembre, luego de analizar con nuestro «staff» de colaboradores la defensa respecto a algunos contratos y las consideraciones que expresé al comienzo. La resolución se tomó a más tardar la última semana de noviembre para tramitar la renovación en diciembre.  Por lo tanto, en la primera semana de diciembre, y aquí viene la fecha, que es el viernes 3 de diciembre, devuelvo una llamada telefónica de la periodista Magela Camelo que deseaba plantearme sus inquietudes sobre los días en que disponía de licencia y su plan para tomárselos. La señora Camelo me cuenta que me ha enviado su planteo por correo electrónico y le respondo que lo voy a estudiar, en consulta con sus jefes de informativos. Le menciono que tengo algo urgente que comunicarle ‑ya que al ser un programa semanal, le quedaban cuatro programas antes de finalizar diciembre‑, le pregunto si va a concurrir al SODRE y me dice que no, que ese día no concurriría, y me solicita un adelanto del tema y yo lo hago. Le comunico la decisión de levantar el programa, le doy un titular de los motivos y, lógicamente, aguardo la posibilidad de mantener una entrevista. La señora Camelo irrumpe en exclamaciones sobre su situación de embarazo, la situación laboral de su compañero, que acababa de  señar la compra de un automóvil, y el malestar que le causaba la noticia, y ahí termina la comunicación. Desde entonces, no he tenido más contacto con la periodista, salvo el martes 7, cuatro días después, cuando me envía un mail reiterando su solicitud de licencia y el plan que ha diseñado, sin mencionar el tema sustancial planteado. Me sorprendió, pero fue así. Derivo su mail al Secretario de Organización de las Radios del SODRE, que se ocupa de supervisar el plan de licencias; si lo desean, dispongo de copias del mail enviado por la señora Camelo el día 7 de diciembre. Sin embargo, por alguna de las afirmaciones de la carta redactada por la Bancada Bicameral Femenina, el lunes 6, dos o tres días después de la comunicación telefónica, deduzco que la señora Camelo se encontraba en compañía de legisladoras o en el despacho de alguna de ellas en el momento de la comunicación telefónica. No tengo idea de cómo fue interpretada y transmitida esa comunicación.

Tengo entendido que el embarazo de a señora Camelo tiene complicaciones el día viernes 10 de diciembre, es decir que desde el viernes 3 de diciembre transcurrieron siete días durante los cuales la funcionaria cumplió normalmente con sus funciones. Hago este apunte porque se ha difundido públicamente una cronología de los hechos que es equivocada ‑yo considero que también malintencionada‑, sugiriendo prácticamente que las complicaciones de la funcionaria surgen inmediatamente luego de mi comunicación telefónica. Tengo copia de quiénes difundieron estas cosas, sus responsables; tengo copia de todos los medios de prensa y comunicación que se hicieron eco de estos comunicados sin aplicar el mínimo rigor periodístico. Sin embargo, todos los compañeros de trabajo de la señora Camelo son testigos de esto que estoy mencionando.

No ha sido nuestro estilo comunicar ceses de contratos o levantamientos de programas por vía telefónica o por medio de funcionarios subalternos. Tal vez mi error en este caso puede haber sido el adelantar personalmente el tema a la funcionaria. Sería algo natural y de acuerdo a las prácticas habituales en el sector público y también privado que un jefe de personal o directores intermedios se encarguen de tramitar estos temas. Hemos preferido siempre sostener un contacto cara a cara, a pesar de que son situaciones no gratas e incómodas de las que todo el mundo quiere escapar. Nosotros siempre hemos preferido el contacto directo, por tres motivos: para escuchar a la otra persona y confirmar que la decisión tomada es la correcta; para explicar nuestros argumentos y fundamentaciones, y para no olvidarnos nunca de que las decisiones que toma un jerarca en asuntos como estos tienen siempre un impacto sobre la realidad de otros. Esa ha sido nuestra norma de conducta a lo largo de estos años. En este caso, no fue posible. Al parecer, la otra parte eligió seguir otros caminos y procedimientos que, entre otras cosas, creo me conducen a estar presente en esta Comisión.

RAMELA. Hay dos elementos a tomar en cuenta. Me atrevo a plantear ‑por lo menos es bueno precisarlo‑ que es lógica la respuesta del Director Sacomani, porque se hace responsable de su gestión. Yo soy más viejo en el SODRE y quiero aclarar que la Ley Especial Nº7, de 1983, estableció el caché y, de ahí en más, todas las direcciones de todos los partidos políticos tuvieron la misma discrecionalidad que ha asumido el señor Director en este período con la contratación de caché. O sea que es una práctica que puede estar bien o no, no reglamentada, sobre la responsabilidad que cada dirección de radio ha tenido a lo largo del tiempo, tal vez con distintos contenidos y materias, pero a eso no voy.

La otra precisión que quería hacer  ‑porque a veces uno no entiende‑ es que por la materia de trabajo de la funcionaria Magela Camelo, por estar cubriendo permanentemente el Parlamento, ella estaba exonerada de marcar su entrada y su salida. Jamás marcó tarjeta en el período en que trabajó con nosotros. Estaba aquí por la flexibilidad horaria, tema que también es bastante complejo con la reglamentación actual, pero entendemos que ese caso y otros tendrían que tener la flexibilidad debida para poder continuar de esta forma, porque si no sería insólito que una subordinada no se presentara cuando el Director de radio le pide transmitirle una comunicación, máxime cuando pasaron por lo menos dos días laborales desde la primera instancia. El problema es que, por su materia de trabajo, cumple funciones lejos de la radio.

PEREYRA.Yo quiero decir que comparto mucha de la inquietud de la Comisión por que se hicieran presentes las personas responsables tanto de la radio o de la contratación de la periodista mencionada como de la programación y de los hechos que estamos considerando.

También quiero decir que me siento satisfecha con las respuestas que estoy obteniendo. En primer lugar porque, como decían las legisladoras que me antecedieron en el uso de la palabra, lo humano es muy importante. Acabo de escuchar al señor Director Sacomani expresar cómo se manejó, cuál veía como responsabilidad del Director en cuanto al planteo a la funcionaria, y haciéndose la autocrítica en algo que yo venía visualizando desde que comenzamos, en el sentido de que quizás ese adelanto de la noticia no debió ser hecho en forma telefónica.

Me parece bien la parte humana y la responsabilidad como Director de ser él quien encarara el tema de la comunicación. Eso habla bien de una persona que toma una decisión y que luego asume en su propia persona el traslado de la información. Y quiero decir que en esta cuestión hay dos aspectos. Uno tiene que ver con la funcionaria, es decir, cómo fue tratada, cuáles son sus derechos, que, de acuerdo a lo relatado por los responsables, tanto por el señor Sacomani como Ramela, parece que están contemplados. Yo entiendo ‑esta es una pregunta‑ que la funcionaria sigue trabajando en la radio. Lo único que temporariamente, o no, no tiene ese programa. Pero, ¿sigue siendo funcionaria?

RAMELA.Es así.

PEREYRA.Bien.

Entonces, por un lado, me importa la parte humana y la situación de vulnerabilidad que a veces tenemos las mujeres cuando estamos embarazadas, la hipersensibilidad y todo lo demás.   También veo como inconveniente que no se haya presentado a charlar, a recibir explicaciones o a intercambiar, como es de estilo. Yo lo adjudico también a esa hipersensibilidad de la que hablaba y a que cuando uno sabe de antemano que lo que va a escuchar no va a ser bueno, se evita el mal momento. Quiero creer que todos sus derechos como trabajadora están contemplados y que se va a tener en cuenta su trayectoria en cuanto al trabajo en este programa a la hora de considerar si el levantamiento es transitorio o no.

Me importa decir lo siguiente. Soy una de las que se sumó a la audiencia de Radio Uruguay y tengo una mínima, modestísima, participación radial porque trabajé en CX 44 y, por lo tanto, comparto en un ciento por ciento lo que se expresó respecto a la programación. Por ejemplo, el programa nocturno me parece una buena idea y si los periodistas que estén al frente tienen la calidad suficiente como para llevarlo adelante en un horario en que los programas tienen poca calidad, si bien habría que medir audiencia y todo lo demás, si el espacio «Bancada Femenina» entra allí con mucha difusión creo que el espacio se jerarquizaría. Todas esas cosas que tienen que ver con lo subjetivo y con lo que cada uno entienda del programa.

Sí quiero recalcar que ha sido un espacio importante, si bien ha tenido altibajos, porque tenemos que asumir, como oyentes y críticos, que ha tenido programas muy buenos y otros no tanto. En definitiva, de eso se trata también, porque nunca se mantiene un programa siempre en la misma línea de calidad, hay picos, y este tuvo momentos de picos muy buenos y otros de no tanta calidad, quizás por la situación política que se daba en el momento. Pero fue un buen programa y necesario para lo que planteaban la señora Presidenta y las otras legisladoras que me antecedieron en el uso de la palabra.

Comparto que es potestad de quien dirige la radio ‑yo creo en los equipos‑ definir cuáles son los programas que salen al aire y cuál es la línea de la emisora. Hoy tenemos a un Director que está avalado o a quien se le renovó la confianza por parte del nuevo Ministro. Quiere decir que la línea y el trabajo en la radio satisfizo a quien fue elegido por la Presidencia de la República para llevar adelante el MEC.

En síntesis, me parece que es bueno trasmitir que la Bancada Bicameral Femenina y el resto de los legisladores con quienes uno intercambia consideran que la tarea que realizó la funcionaria Magela Camelo fue importante, pero queremos subrayar la importancia del programa «Bancada Femenina» porque es necesario para acercar una visión distinta, respecto a lo que ya se fundamentó. Yo creo que la radio en algunos casos cumple con lo que dice el señor Director y en otros no tanto, porque hay una práctica de toda la vida del país de trato distinto o de visión distinta. En eso tenemos que insistir y seguir cambiando. Se visualiza el cambio, pero estamos lejos de lo deseado y por eso son necesarios los programas como éste, que hacen pensar a la gente sobre la importancia que tiene la visión igualitaria desde los lugares políticos y de toda la sociedad. Y para la audiencia, que nosotros decimos que ha cambiado y que, a mi juicio, se ha incrementado, es bueno tener esa visión que daba el programa «Bancada Femenina». Dónde se ubique ese espacio tendrá que ser responsabilidad de los Directores y desde este lugar pedimos que se jerarquice el sitio en que va a estar si es que se resuelve, como esperamos, que el programa vuelva a Radio Uruguay.

En tal sentido, reitero la aspiración de que el programa vuelva al aire y la seguridad de que se contemplen todos los derechos de la trabajadora, como no puede ser de otra manera desde un lugar público. Algunas cosas que se dijeron uno las puede compartir o no, pero en definitiva son datos de la realidad, y reitero que me siento satisfecha con los argumentos brindados por los invitados.

(Ocupa la Presidencia «ad hoc» la señora Representante Pereyra)

PAYSSÉ. Desde este lugar puedo hablar con mayor soltura y decir que todo intercambio con las autoridades del SODRE, y más en los términos en que lo estamos haciendo, para nosotras y nosotros resulta altamente positivo.

Seguramente hemos cometido errores en la comunicación. Tal vez a la Bancada Bicameral Femenina le hubiera gustado tener conocimiento de parte de las autoridades del levantamiento transitorio ‑como esperamos‑ del programa. No fue así. La Bancada Bicameral Femenina es reconocida como interlocutora válida, en la medida en que cuando envía una nota al Director, éste se la responde, así que eso está claro, está bien y está bueno.

Quiero expresar alguna cosa ‑porque creo que, como bien dije, el tema no se agota en esta instancia, sino que estamos construyendo‑ respecto a lo que dijo el Director de Organización del SODRE, señor Pedro Ramela, cuando señalaba que si a todos los colectivos se les diera un espacio habría que darle uno a los discapacitados, y bueno, puntos suspensivos. Yo quiero decir que en la concepción que tiene la Bancada Bicameral Femenina todos los temas están contemplados: los temas de discapacidad, de discriminación, de niños, niñas y adolescentes, de industria, de relaciones internacionales, de derechos humanos; todos eso está contemplado dentro de los temas que trata la Bancada Bicameral Femenina, pero también la Red de Mujeres Políticas, que ha accedido a ese programa.  Quería hacer esa aclaración, porque gracias a ese programa hemos podido difundir no solo la actividad parlamentaria vinculada a «temas de mujeres» ‑entre comillas‑, como a veces podría interpretarse, sino a temas que tienen que ver con la sociedad. Todas las legisladoras y mujeres políticas hemos tenido esa posibilidad, pero también la han tenido representantes de la sociedad civil hombres, porque no les está vedado el espacio. Recuerdo haber tenido un debate muy interesante cuando aprobamos la Ley de Reparación Integral en este Parlamento, con Baldemar Tarocco, Presidente de CRISOL. No se trataba de temas de mujeres o de polleras, sino de la sociedad toda.

Quería hacer esta aclaración para entender de lo que estamos hablando. Nuestro espacio conquistado ‑lo vamos a seguir diciendo así‑ es un espacio que nosotras, las legisladoras, considerábamos y seguimos considerando necesario, y no por un capricho de mujeres, para ir a hablar de temas de mujeres, como puede interpretarse. No digo que de las palabras del Director surja eso, pero me parecía bueno hacer la aclaración.

Tengo matices con la Diputada Alonso en cuanto a la discrecionalidad, pero ¡bienvenidos los matices! Me parece que está bueno que exista esa discrecionalidad. Creo que en función de esa discrecionalidad el Director puso ese programa al aire, y por esa misma discrecionalidad puso al frente a la periodista que hasta este momento lo conducía; de lo contrario, no tendría sentido. Comparto esas prerrogativas que puede tener un Director, pero, como integrante de la bancada bicameral femenina, como parlamentaria, siento que el programa y la conducción de la periodista Magela Camelo fueron dos instrumentos altamente valorados por la bancada bicameral, y por esta legisladora en particular. La rigurosidad con que la periodista asumió los temas de actualidad y la rapidez con la que cumplía ‑porque ahora está de licencia‑, hablan, por lo menos de un apego a su trabajo y de su profesionalidad, que quiero rescatar.

Era difícil que pudiera marcar tarjeta, porque la hemos visto en las sesiones a altas horas de la noche como única periodista, porque cuando se termina la hora de los informativos se va el «glamour» de las candilejas. La periodista Magela Camelo tuvo una presencia permanente para tratar de sacar la última versión, de estar ahí, como dirían los gurises, «en los piques». Termina una Comisión y está ahí para ver si puede sacar alguna información.

Para nosotras, el hecho de contar con esa conducción fue muy importante, y esperemos que pueda seguirlo siendo en el marco del planteo de un levantamiento transitorio del programa. Digo esto porque el programa pasó por recesos parlamentarios sin ser levantado; el receso parlamentario no dio lugar en otra instancia al levantamiento del programa ‑cosa que también nos llama la atención‑, en función de que los temas allí abordados no tienen que ver con el 15 de diciembre o el 1º de marzo ‑o en años electorales, con el 15 de setiembre y el 15 de febrero‑, sino con la actualidad cotidiana. Es más: este Parlamento votó que las Comisiones siguieran trabajando en el receso. Así que, si el argumento es ese, tenemos una Comisión Permanente, hemos tenido actividad parlamentaria y también hay actividad vinculada a los temas que nosotras pretendemos se puedan seguir tratando en el programa, en la hora que se resuelva.

Como bancada ‑esta es una evaluación que hicimos, por eso lo queremos plantear‑, consideramos que la conducción de este programa fue muy importante para nosotras, no solo para transmitir los temas de actualidad, sino para poder contar, con un repique, a nuestro juicio, muy riguroso, las prioridades parlamentarias que no tienen que ver, reitero, solamente con los temas de género.

Quiero referirme a algo que no viene al caso ahora, pero que después se puede seguir manejando, porque es una novedad para la Administración y para nosotros. La reglamentación de la Ley de Presupuesto trae alternativas que, según los asesoramientos recibidos, no impiden la contratación de la citada periodista bajo formas que la reglamentación actual podría estar dejando en una zona de nebulosa. Si la Dirección así lo considerara, podría contar con esta reglamentación.

Hacemos nuevamente una afirmación de la valoración positiva del programa. Rescatamos que el programa no fue solicitado por las legisladoras para poder tener visibilidad en épocas electorales. Digo más; la ex Diputada Glenda Rondán fue la que, en nombre de la bancada bicameral femenina, planteó el motivo por el cual estábamos aspirando a tener un espacio de comunicación. Seguramente, la ex Diputada no habló de períodos electorales, porque no estaba en nuestro ánimo que así fuera.

Reiteramos nuestra visión positiva del programa que nos habilitó a poner temas de la más diversa índole al aire, y de una conducción, a nuestro juicio, positiva, rigurosa, y con un buen relacionamiento con todos los partidos políticos. Acá no hubo planteos de discriminaciones por partidos o por sectores de la sociedad. Es más, tratamos de «compensar» ‑entre comillas‑ la ausencia ‑por suerte, ahora no es necesario‑ de legisladoras del Partido Colorado en el período pasado, y no solo con legisladoras.

Creo que esta conversación es buena, útil, y nos servirá para seguir trabajando a fin de que los espacios que las mujeres políticas hemos ido conquistando no se nos cercenen ni queden sin efecto, ni siquiera de forma transitoria, como ocurrió en esta oportunidad. Reitero que en recesos pasados eso no fue así.

Entiendo que bajo las circunstancias particulares de la vida de una mujer, como puede ser un embarazo deseado, una situación de esta naturaleza puede provocar situaciones de estrés que, de pronto, hacen que no se haya efectuado la respuesta inmediata al llamado del Director. Quiero asumir que está bravo para una mujer embarazada recibir una noticia de esta naturaleza; eso puede provocar el hecho de no responder a la autoridad jerárquica en tiempo y forma. Creo que sería lo más secundario en función de otras cosas que queremos recalcar acá y que tienen que ver con el poder contar nuevamente, apelando a la discrecionalidad del Director, con ese espacio que para nosotras es importante.

PEREYRA.Nosotros planteamos las cosas con vehemencia porque estamos convencidos de lo que estamos planteando. Sin embargo, puede quedar lugar a alguna duda. Evaluamos como bueno el trabajo de la periodista antes mencionada. Sin embargo, será potestad de quien corresponda poner el programa al aire, y estará conducido por quien se entienda conveniente, por quien esté capacitado para ello.

ÁLVAREZ.Agradezco la hospitalidad de esta Comisión, sabiendo de las dificultades que a priori podía llegar a tener el tratamiento de este tema, debido a su delicadeza. Agradezco la posibilidad de excedernos en el tema de la convocatoria, poniendo en su conocimiento las dificultades que tenemos, producto de los proyectos que el Ministerio tiene, fundamentalmente, con respecto a los medios de comunicación.

Expreso mi compromiso a seguir dialogando para que efectivamente el Parlamento cuente con canales de comunicación con la sociedad, claros y propios, institucionalizados. Entendemos que así debe ser. Eso responde a un proceso de democratización inevitable para la mejor comprensión de los temas de interés público, manteniendo y respetando la discrecionalidad que entendemos necesaria y conociendo los límites que puede llegar a tener. Por eso, siempre existe la posibilidad del contralor inmediato por parte del Consejo Directivo del SODRE y de los organismos políticos correspondientes ‑como las diferentes Comisiones de este Cuerpo‑, lo que es un componente fundamental para planificar el trabajo de los medios. No me imagino haciendo llamados públicos permanentemente para el ofrecimiento de grilla, que también puede ser una estrategia.

Entendemos que esto es importante a la hora de poder planificar el funcionamiento de un medio y para tener claramente las responsabilidades asumidas.

La señora Diputada Alonso habló sobre las responsabilidades que tiene el Ministerio con respecto a la Ley N° 18.104. Para nosotros, este es un tema fundamental. Nuestro Ministerio tiene responsabilidad en materia de trabajo social, público y político, y está contra todo tipo de discriminación, fundamentalmente, contra la discriminación que deriva de un uso irresponsable del lenguaje, de las imágenes. Asumimos la responsabilidad que tenemos con nuestros medios; me refiero tanto a Canal 5 como a las radios. En cuanto a la construcción y fortalecimiento de la ciudadanía, sabemos que este Cuerpo, cuando votó la ley, entendió correcto que no siempre se trata de lo que el mercado ‑que somos todos nosotros cuando prendemos y apagamos la televisión‑ necesita o le interesa recibir.

ALONSO.Me voy con una preocupación, con varias preguntas sin respuestas y con una expectativa positiva. Hoy, en este ámbito, quedó clara la actitud constructiva. También me voy con una expectativa positiva, tomando en cuenta lo que dijo el señor Ramela en cuanto a dar contenido. En caso en que el programa sea retomado, tenemos la esperanza de que pueda tener un contenido planificado en el ámbito de la bancada bicameral.

En cuanto al compromiso del MEC, sé que está. El tema es que primero debemos empezar por casa y actuar de esa manera con nuestra gente. Siento que esa no fue la forma de actuar en este caso en particular. Mi preocupación radica en que ha habido una actitud discrecional. No estoy en desacuerdo con la discrecionalidad; al contrario. Apoyo la discrecionalidad, pero me preocupa que pueda terminar transformándose en arbitrariedad. La actitud discrecional con la cual se manejó el Director Sacomani terminó lesionando los derechos humanos.

Reitero mi preocupación. Tengo una expectativa positiva con respecto al compromiso del MEC y al tratamiento de los temas de género. En cuanto a los temas de las radios, tengo la esperanza de que el programa sea retomado y le den contenido, planificación y organización.

Fuente Imagen: mimundus.blogspot.co