Declaración de la Vertiente Artiguista, sobre «Tierra: uso y tenencia», realizada en el día de hoy (Sábado 18 de Junio) en la ciudad de Durazno.

La Vertiente Artiguista, como continuación de una serie de actividades vinculadas a la problemática de la tierra, iniciada hace más de un año, y que tuviera importantes jalones en el mes de diciembre último con el encuentro celebrado en Las Cañas y en el mes de abril en el taller realizado en San José, y a modo de aporte a un debate imprescindible y a las decisiones que el gobierno nacional se apresta a adoptar, DECLARA:

1. Que es necesario que el Uruguay mantenga su clima de inversión y diversificación productiva, clave de la sustentabilidad del proceso de desarrollo, y se muestre receptivo a una corriente permanente de inversión nacional y extranjera, privada y en obras públicas, que ha sido y será fundamental a la hora de mantener un crecimiento sostenido.

2. Que entiende necesario y urgente, frente al desarrollo de la nueva  matriz productiva en el sector agropecuario,  adoptar medidas que combatan las consecuencias negativas del  modelo, corrigiendo sus impactos dañinos en los recursos naturales, así como la afectación de la infraestructura de caminería y carreteras o la supervivencia de nuestros productores  familiares. Hay que recordar que está en juego la tierra, recurso limitado, de carácter social, de oferta rígida, factor de producción clave, y que debemos preservar necesariamente como legado a las próximas generaciones.

3) Que debemos colocar nuestra atención en el fenómeno de altísima concentración y  de extranjerización de  la propiedad o del  arrendamiento,  de  las principales áreas productivas del país, por grupos económicos que centran su actividad en el agro-negocio. Este tema se ha incorporado a la agenda de gobierno, cosa que compartimos plenamente.

– Por razones de soberanía y de seguridad alimentaria

– Por su vinculación con la orientación de la explotación de recursos naturales y con la tendencia a la monopolización de las cadenas productivas.

– Por su nexo con la desaparición de explotaciones de tipo familiar, ganaderas, lecheras y hortícolas, con su consecuente efecto demográfico devastador y la pérdida de una cultura de trabajo agropecuario forjada en  varias generaciones.

4) Con base en lo anterior proponemos:

a)  avanzar en el proceso de tenencia nominativa de la tierra, estableciendo la intervención parlamentaria como requisito de cualquier excepción a la ley en tal sentido; destacar la importancia del Censo Agropecuario que se instrumentará en los próximos meses, así como también  la necesidad de creación de una comisión interinstitucional en el Poder Ejecutivo para el control y seguimiento de la propiedad territorial

b)  extremar los tiempos de puesta en plena vigencia de un sistema que reglamente el uso y manejo de la tierra, buscando la preservación productiva del recurso natural

c)   instrumentar sistemas flexibles que graven los patrimonios excepcionales en la línea expuesta por el Presidente de la República, que contribuyan a la redistribución de ingresos y a redistribuir riquezas con base en el crecimiento notable de los más grandes patrimonios

d)  formar fondos financiados con una tasa vial que grave el transporte de productos, como los granos o los forestales,  y a partir de otras fuentes, para invertir en obras de infraestructura vial, ferroviaria, portuarias o fluviales, en acumulación de agua dulce con destino productivo y, en general, en la preservación de los ecosistemas.

e)  dedicar recursos a potenciar, con nuevos enfoques, el Instituto Nacional de Colonización, a posibilitar la incorporación de tecnología, de recursos y mejores condiciones de vida para la producción familiar, a las obras de infraestructura que todos los proyectos demandan para su sustentabilidad, con énfasis en mejorar las  condiciones de  vida y el ejercicio de la ciudadanía por parte de los  trabajadores rurales y de las familias que viven en nuestro Uruguay rural, sin los cuales ningún desarrollo es viable.

Vertiente Artiguista, Durazno 18 de junio de 2011.