Durante su discurso de investidura, el flamante Presidente Mariano Rajoy anunció que impulsará medidas para el desarrollo del teletrabajo, mencionando los fundamentos de las mismas.

«Impulsaremos medidas de conciliación de la vida laboral, personal y familiar, incluyendo el desarrollo del teletrabajo».

Desde ya, considero esta medida por demás acertada, aunque más no sea por la sola mención al teletrabajo. Este instrumento puede resultar clave en la remontada a la crisis española que no depende del gobierno.

El teletrabajo es, probablemente, la acepción mas aceptada entre los hispano parlantes para definir el trabajo a distancia, que refiere normalmente al teletrabajo con relación de dependencia.

Existe bastante literatura y unos cuantos antecedentes en la web sobre este modelo de teletrabajo, y en particular sobre sus ventajas o desventajas.

En el 2001/2002 se desató en Uruguay una crisis bancaria que llevo los índices de desocupación al 20%, algo similar a lo que ocurre en la España actual. Uruguay es un país de menos de 3.300.000 personas, lo que nos define como un mercado interno pequeño.

En ese contexto se desarrolló el modelo de teletrabajo autónomo, que resultó ser una excelente solución para combatir el índice de desocupación.

La experiencia uruguaya tuvo en cuenta algunas premisas. En primer lugar había que mirar el mercado global e identificar las estrategias de trabajo a distancia para todo el mundo, multiplicando de esta forma las oportunidades de las personas. Por otra parte, había que capacitar a las personas para que asimilaran rápidamente el concepto dándoles elementos para facilitar el cambio cultural que significa convertirse en un teletrabajador autónomo.

Se desarrolló un modelo de capacitación presencial que tuvo en cuenta estas premisas, y se dictaron talleres de teletrabajo a más de 50.000 personas de todo el país en menos de cuatro años.

Hoy, en un Uruguay de bonanza hay cerca de 100.000 personas que se desempeñan como teletrabajadores autónomos, trabajando para todo el mundo y obteniendo una buena fuente de ingresos.

Un buen teletrabajador autónomo obtiene, además de una buena fuente de ingresos, una gran cantidad de beneficios adicionales que detallaremos en futuros posts.

Creemos en el teletrabajo autónomo como una de las principales formas de trabajo de un futuro próximo. Contamos con una experiencia única en el mundo. Aprendimos, evolucionamos, e intentamos transmitir todo lo aprendido de la mejor forma posible.

Estamos lanzando en estos días un propuesta de capacitación en línea, Epistele, la cual está especializada en el teletrabajo autónomo. El modelo educativo utilizado, S.A.R.A. (Sistema de Aprendizaje Rápido y Abierto), garantiza que las personas aprendan rápidamente a teletrabajar y a ganar dinero.

Para finalizar, me gustaría hacer dos reflexiones. La primera es que las crisis son oportunidades, depende como uno las quiera ver. La segunda es que podemos vender servicios o productos para cualquier parte del mundo con un mercado de más de 2.000.000.000 de personas; no tiene sentido restringirse.

Les recomiendo buscar información e investigar sobre esta temática. Descubrirán el mundo de oportunidades que se abre frente a ustedes. Para conocer más sobre este tema, pueden acceder a www.teletrabajo.com.uy www.teletrabajochile.com y www.epistele.com .

En las dos primeras pueden obtener información de calidad y muchos testimonios referentes al teletrabajo autónomo. Epistele es la plataforma de educación online (e-learning), donde podrán acceder a cursos básicos gratuitos y a las tecnicaturas pagas.

Espero que los españoles, igual que los uruguayos, encuentren en el teletrabajo autónomo el camino para la salida de la crisis.

Alvaro Lamé

Fundador y Director de Netgate

Director de Epistele

Presidente de Cuti

Principal impulsor del teletrabajo en Uruguay.

Fuente: http://blog.epistele.com