Grupo de Operadores de “máquinas tragamonedas” cuestionó duramente conceptos del legislador de Unidad Nacional, Ricardo Berois, quien en una columna había reclamado la regulación inmediata de los juegos de azar, especialmente de las denominadas “maquinitas tragamonedas”.

“El Diputado Ricardo Berois ha manifestado, en cuanto foro o medio se le ha puesto en frente, su preocupación por los juegos de azar, en particular los conocidos tragamonedas.

En sus dichos ha hecho una serie de apreciaciones totalmente erradas, dejando de lado todo sentido común, además de mostrar un claro interés que no necesariamente responde al de los ciudadanos a los que se debe, sino que más bien defendiendo intereses monopólicos y de multinacionales vinculadas a los juegos de azar.

Entre sus “preocupaciones” esta la ludopatía, la que todos estamos de acuerdo debe  ser combatida, pero el Diputado mal dirige sus embates, pues si se hubiera querido informarse, hubiera consultado al Centro de Atención a Ludópatas que funciona en el Hospital de Clínicas, vería que el 100 % de los ludópatas se forman y tienen su nacimiento en los casinos, esos mismos casinos, sean del Estado, mixtos o particulares que con tanto énfasis defiende.

Si hubiera tenido en verdadero interés por atacar esta adicción, en ves de querer prohibir las tragamonedas que se instalan en pequeños comercios de gente humilde, debería exigir que se tomen medidas para combatir este mal, entre ellas establecer limites en los horarios de funcionamiento de los casinos, como sucede en España, en donde días de semana deben de cerrar a las 23 p.m y vísperas de días no laborales y feriados a las 2 a.m.; evitar generar ambientes y condiciones para que los jugadores sigan jugando sin

ton ni son.

Por ejemplo, si uno ingresa a un casino notará que faltan dos cosas, ventanas y relojes, pero esto no es casual, sino que lo que quiere es que el jugador pierda la noción del tiempo para así el jugador siga jugando.

Pongamos un símil, como hacen las avícolas para engordar a sus pollos, obviamente para que engorde requiere que el animal se alimente con mayor frecuencia, esto es que coma cada vez más ración, para ello prenden y apagan la luz cada pocas horas, para así generar en el ave la sensación de que en un solo día pasan varios días y así cada vez que cesa la “noche” por instinto el animal se alimenta varias veces en el día engordando más

rápidamente.

En este símil el juego es la ración y las condiciones que se generan en el casino es como hace el productor avícola cuando prende y apaga las luces cada pocas horas, que es generar la sensación de que el tiempo no pasa, en buen romance para un casino un apostador es un pollo al que inevitablemente faenará.

Pero además de generar esa desorientación temporal, se le ponen a su disposición todo lo necesario para que acceda al dinero, así tienen cajeros automáticos dentro del mismo casino, o para que no se aparte de la máquina y juegue se le da todo lo necesario para que se quede, se le sirve bebidas en la máquina, asientos cómodos, alfombras confortables, en fin, todo genera en el apostador la sensación de bienestar, de intemporalidad para que siga apostando y a fin de mes vea como se le ha faenado en su

sueldo.

Muy diferente es la situación que se da en las tragamonedas instaladas en humildes comercios, el apostador se encuentra en un ambiente abierto, en donde sabe cuando es de día y de noche, en un local que tiene una hora de cierre, sin las comodidades que tiene un casino, como por ejemplo el cajero automatico dentro del local, alfombras, servicios a su disposición, etc.

Si el Sr. Diputado esta tan preocupado por la ludopatía, pues bien, que pida las medidas adecuadas en los casinos, como ser limitación horaria, obligatoriedad de ventanas y relojes en los casinos, que no tenga a su disposición cajeros automáticos en el mismo local, etc.-

Pero a su vez el Diputado Berois ingresa en groseros errores conceptuales al decir “Todo lo que no sea regulado por ley y por el Estado, en materia de juegos de azar, es clandestino e ilegal”.

Como muy bien dice el diputado el juego de azar no es una actividad regulada por ley, la actividad se puede desarrollar con toda libertad, tan es así que en los últimos años no ha existido procesamiento alguno por los juegos de tragamonedas, y en todo caso si se ha penalizado algo en materia de juegos de azar son el casos expresamente previstos, como por ejemplo el juego de la mosqueta que esta expresamente prohibido por ser una estafa y no un juego.

El mismo Diputado da un fuerte argumento a favor de esto, en tanto esta pidiendo una ley que prohíba esta actividad, si fuera cierto que esta prohibida, ¿para que se pide una ley que prohíba algo que ya esta prohibido?, la respuesta es sencilla, no existe norma que lo prohíba.

Pero además la prohibición, no solo no solucionaría el problema, sino que generaría aún más juego, no solo porque la actividad igual se desarrollaría clandestinamente, por fuera de todo control, sino que puede dejar sin trabajo o ingreso a miles.-E incluso fomentaría la corrupción policial, inevitablemente.

Si estamos a la estimación que hace el Sr. Berois de que existen 20.000 maquinas tragamonedas en los pequeños comercios y que en la Dirección de Casinos trabajo 1200 funcionarios atendiendo unas 5500 máquinas (como figura en la pagina web de la pagina de casinos), se estaría afectando, si proyectamos estos números, a unas 5000 o más personas, a las que hay que agregar que las máquinas de los Casinos son todas importadas y en cambio los pequeños negocios tienen máquinas de fabricación nacional, lo que dejaría sin trabajo a otros miles, sin contar a su vez los puestos de trabajo indirectos, ¿a cuantos miles se les dejaría en la calle?.

Esta repentina y “puritana” preocupación no creemos que sea inocente, pues el discurso que maneja el representante es el mismo que manejan los que tienen el monopolio de los juegos de azar, de las multinacionales que quieren quedarse con todo, privando a los más pequeños, a esos ciudadanos de a pie que quieren tener un pequeño ingreso legitimo gracias a las pocas máquinas que manejan en los quioscos, almacenes e incluso clubes sociales.

El mismo Sr. Berois lo manifiesta claramente : “Las autoridades de casinos del Estado, los municipales y los del sistema mixto, así como los trabajadores (de casinos y de loterías y quinielas), los empresarios de la banca privada (que explotan la quiniela, el Kini, el 5 de Oro, la tómbola, etc.) y la agrupación de padres “Padres preocupados”, coinciden en lograr la prohibición y no su regulación”.

Respecto a las autoridades estatales, nacionales o municipales obviamente están directamente interesados en prohibir, para así tener un monopolio, pero para ello deberían de seguir los preceptos constitucionales, que por cierto no se dan, o el sistema mixto en donde grandes empresas extranjeras quieren agrandar aún más sus pingües ganancias, los de la banca privada de Quinielas que quieren seguir con sus privilegios y así hacer desaparecer toda competencia, y respecto a los funcionarios y “padres preocupados”, no nos llamemos a engaños, son las mismas personas, pues el referente de “padres preocupados”, el Sr. Hector Javier Silveira casualmente un  funcionario de casinos y obviamente defienden sus intereses corporativos, no olvidemos que los funcionarios cobran, incluso después de jubilados, un 15 % de compensación estimada sobre las ganancias de casinos.

En definitiva aquí se trata de defender el bolsillo de unos pocos privilegiados contra el de ciudadanos humildes que prácticamente se los trata como delincuentes, que generan ingresos y trabajos legítimos, que pagan sus impuestos, son controlados por el INAU y por la autoridades competentes, por lo que es también falso que el Estado no esté controlando ni perciba ingresos por estas actividades como lo afirma el Sr. Berois.

El Diputado Berois esta claramente interesado en proteger estos intereses, primero que nada el fue funcionario de la Dirección de Loterías y Quinielas desde el año 1977 hasta el año 1995 ejerciendo los cargos de Subdirector en el 1991 y Director General de la Dirección de Loterías y Quinielas a partir del año 1992.

Es más, si tan preocupado esta por la ludopatía, ¿Por qué apoya que se instale en Trinidad a favor del grupo económico Banca privada de Loterías y Quinielas una sala de casinos?.

No es coherente que pida se combata la ludopatía y apoye un emprendimiento que crea ludópatas, pero en cambio en el mismo instante exija que se le prohíba a pequeños comerciantes que tengan unas pocas máquinas de azar, es obvio que su interés no es el de los ciudadanos de a pie, sino que el de los grandes empresarios y monopolios del juego de azar.

No olvidemos que en las campañas se requiere aportes y estos sectores suelen ser muy generosos, pero esto no es gratuito, en algún momento exigirán se devuelvan estos favores o en todo caso cabe la duda si el Diputado Berois ya no esta haciendo sus mandados.

Si se quiere discutir la ludopatía o si se quiere discutir un regulación seria sobre los juegos de azar, pues se requiere la objetividad necesaria para ello y se ve que de parte de este legislador poco podemos esperar, pues ha perdido toda objetividad, claramente ha tomado partido a favor de sus posibles “aportantes” , si estos no lo han hecho ya, cosa que a la fecha no se puede constatar en tanto no surge de la página web de la Corte Electoral que haya presentado, su lista, la rendición de cuentas de las elecciones

nacionales últimas que venció su presentación en enero del año 2010 en donde debe informar sobre quienes han aportado para su campaña electoral, es que acaso ¿el diputado tiene algo que ocultar?.-

Si el Señor Representante ha recibido o recibió aportaciones o tiene vínculos con estos grupos de interés deberá de abstenerse de participar en todo procedimiento en donde se trate estos temas.

Recordamos que la misma abstención que la legalidad y la ética le pide a los jueces de la República cuando tienen vinculación con algunas de las partes en casos concretos, esa misma abstención, pero multiplicada por varias veces, es una obligación de los legisladores, la que es mas grave que la responsabilidad de los magistrados, pues un representante al votar leyes termina sentenciando a todos los ciudadanos, por lo tanto, esta posición debe ser absolutamente imparcial y que significa para un legislador NO

OPINAR, NO PROPONER LEYES, NO VOTAR, cuando se tiene vinculación con una parte y un tema en concreto. Así lo entiende la mayoría de los legisladores y así se abstienen para no verse involucrados, ni que exista la mínima sospecha de trafico de influencias, conjunción de interés público y privado, u otras conductas reñidas con la ley y la ética, en definitiva, corrupción.

Los legisladores tienen la obligación de velar por el interés general y no por el interés de las multinacionales y de los grupos de poder que todos sabemos hacen gigantescas donaciones para las campañas políticas y si ha sido así deberá de abstenerse de cualquier tema que pueda favorecer a sus “colaboradores” y amigos, siendo un deber no solo ético hacerlo, sino que legal, pues como funcionario público le es aplicable las disposiciones sobre cristalinidad de la función pública que se legisla en la ley 17060, sobre anticorrupción.

En definitiva Señor Berois, si Ud. no puede discernir entre el interés público y el de sus colaboradores, amigos o allegados podrá verse involucrado en situaciones que pueden avergonzar no solo a su sector, sino que a su Partido, al Parlamento y a la institucionalidad democrática.

En definitiva, los operadores, baristas, clubes sociales, pequeños comerciantes solicitamos se nos considere una reglamentación aplicando leyes acorde a los tiempos que vivimos y discutida por todos los actores imparciales”.

Fuente Imagen: limacallao.olx.com.pe