Ediciones B presenta “Uruguayos” de Daniel Vidart.

Daniel Vidart se autodefine como “un paisano con lecturas”. Dice también que aprendió mas en el camino que en la posada, que es un ciudadano del mundo enamorado de los pagos donde florecen los malvones y la gentes sencillas antes que de una mentida patria inventada por la pompa oficial y celebrada con charangas tan estridentes como vanas.

En este libro, en el que se suceden los ruidos y los silencios de la historia, el texto y el autor se confunden, el tiempo vivido va de de la mano de la geografía explorada, los campos y las ciudades se enfrentan, con pasión o con sosiego, a lo largo de un texto denso, rico, ameno, elocuente. Cuando los parricidas de la generación del 45 la emprendían contra los monumentos, esos borgjanos “guarangos de bronce”, que no solamente eran los de materia muerta sino que los había de materia viva, Vidart fue relegado a la condición de outsider, de folklorólogo montaraz, indiferente a lo que se escribía y creaba fronteras afuera. Su tarea era otra en efecto. Y sus intereses intelectuales también. Este sanducero, cuyos sazonados ensayos entregamos a nuestros lectores, miraba de frente el tostado rostro de la tierra adentro y narraba como los hombres habían construido los paisajes y ellos, a su vez, habían moldeado a los hombres. De tal modo, ya a caballo, ya a pie, ya desde las cuchillas, ya desde los litorales atlánticos, este antropólogo poeta, este ensayista que participa a la vez de la hondura del filósofo y del estilo convincente de un escritor avezado, iba meditando y perfeccionando una obra que a lo largo de 50 años creció como una madrépora coralina, como un árbol lento y frondoso. De tal modo, cada uno de los capítulos de este libro apunta a las visibles identidades del presente y las ideologías dialogantes del pasado, al ser y el quehacer de los orientales y a las escalas axiológicas forjadas por el pueblo uruguayo. Los personajes que figuran en estas viejas y nuevas indagaciones, rescatadas de la desmemoria del tiempo, son los obreros anónimos de la cultura, los olvidados artesanos de la nacionalidad, los don nadies de las humanidades indígenas y tempranamente trasplantadas que, junto con los inmigrantes bajados de los barcos, construyeron los tres mundos del criollismo que el autor contempla con ojo atento, interpreta con mente sagaz y describe con mano maestra.

«URUGUAYOS» de Daniel Vidart – A la venta en todas las librerías.