El Hospital Policial firmó un acuerdo con la cooperativa social Gastrocoop, formada por egresados de los cursos de capacitación laboral brindados por la Fundación Instituto Psicopedagógico Uruguayo (IPPU) y el Sindicato Único de Gastronómicos del Uruguay (SUGU), que llevará adelante la gestión de la cantina de este centro de atención médica.

El convenio se concretó en el marco del programa “Alternativa de Vida” de la Fundación IPUU, que es financiado por la Unión Europea y ofrece capacitación en gastronomía a personas con discapacidades o en situación de vulnerabilidad social en cinco departamentos de Uruguay. La cooperativa de Gastrocoop funciona desde 2007 y está integrada por jóvenes con discapacidad o pertenecientes a colectivos vulnerables.

“En la Fundación IPPU nos dedicamos desde 1980 a disminuir las barreras que impiden la plena participación social de las personas. El curso de capacitación laboral es la semilla que gestó lo que hoy celebramos y para nosotros es una enorme alegría que el Ministerio del Interior y Sanidad Policial hayan confiado en nuestros egresados. Nos honra contar con su apoyo a través de esta oportunidad de gestionar la cantina de esta institución”, dijo el director de la Fundación IPPU, Fernando Sierra.

Por su parte, el encargado del despacho de la Dirección Nacional de Sanidad Policial, Leonardo Anzalone, destacó la importancia de las cooperativas sociales y anunció que se trata del primero de “muchos pasos” que el centro médico quiere dar junto a Gastrocoop. “Queremos seguir involucrando a la cooperativa en el proyecto de un comedor para funcionarios, familiares de usuarios internados y todo el público que circula en el Hospital Policial”, dijo.

Este acuerdo cuenta con el apoyo del Sindicato Único Gastronómico del Uruguay (SUGU), que trabaja junto a la Fundación IPPU desde 1996. Uno de los impulsores del programa e integrante del SUGU, Héctor Masseilot, indicó que “la gastronomía es un sector en el que se pueden desarrollar este tipo de políticas. Por sus requerimientos de manualidad y su cierto nivel de estandarización de las tareas, permite que las personas con discapacidad puedan trabajar”.

Sandra Da Silva, representante de la cooperativa, manifestó su agradecimiento por el paso dado. “Nosotros somos personas con discapacidad y nuestro proyecto busca generar trabajo para personas que muchas veces tienen dificultades para insertarse en el mercado laboral. La cooperativa es una gran puerta para lograrlo y la cantina es una gran muestra de ello”.