Nueva edición de nuestro tradicional Monitor del Mercado de Crédito al Consumo (MMCC).

Por aclaraciones sobre alguno de sus contenidos presentes en este material, podemos ponerlos en contacto con nuestro referente técnico Germán Alvariza, Gerente de Marketing.

La demanda de créditos al consumo para familias de los sectores medio y medio-bajo, acentuó en el primer trimestre del año, la desaceleración que ya se apreciaba en el último trimestre de 2012.

Este cambio de tendencia, identificado en el “Monitor del Mercado de Crédito al Consumo” de “Pronto!”, marca un fuerte contraste con la evolución de los años anteriores, en los que se registraron altas tasas de crecimiento, con una puntual interrupción dada al inicio de la crisis financiera global, a fines de 2008 y comienzo de 2009.

La actual desaceleración confirma lo percibido al cierre de 2012, cuando la investigación efectuada para este Monitor, daba indicios de un comportamiento más prudente de los consumidores.

La dinámica reciente de la economía, mostraba al consumo privado creciendo por encima del resto del PIB, y al crédito haciéndolo por encima del consumo privado. En el primer trimestre de 2013, la tendencia muestra una convergencia entre las tasas de crecimiento del crédito y del consumo privado. En particular, la propensión a contraer crédito en el futuro era de 20% en esta época del año en 2011, 14% en el mismo momento del año pasado y fue de 10% en marzo de 2013.

El estudio presentado en este Monitor del Mercado de Crédito al Consumo (MMCC) abarca a familias que habitualmente son tomadoras de créditos al consumo, comprendidas en los segmentos socioeconómicos de rangos “C-2” a “E”, que representan el 94% de la población.

El relevamiento sobre nivel de endeudamiento de las familias y propensión a contraer créditos, no incluye los sectores “A”, “B” y “C1” que tienen acceso al sistema bancario privado. Tampoco comprende este monitor los préstamos para bienes durables u otros activos como automóviles, casas y apartamentos, sino que se limita al crédito al consumo para las familias de los sectores indicados.

Las últimas investigaciones de mercado, muestran un leve aumento en la voluntad de cancelar deudas, así como una fuerte reducción en la disposición a contraer nuevos créditos, lo que deja en evidencia un comportamiento de prudencia similar al registrado a fines de 2008. En aquella ocasión, eso se dio frente a un aumento de la incertidumbre acerca de la evolución de la economía -motivada por las preocupaciones acerca de la evolución de la economía internacional y su posible impacto en la economía local.

En el contexto actual, el consumidor recibe señales “contradictorias”, lo que de alguna manera marca su predisposición en el mercado y determina su comportamiento posterior.

Por un lado, la caída del tipo de cambio aumenta el poder de compra medido en dólares, lo que funciona como un incentivo al consumo, principalmente de productos importados, como electrodomésticos u otros artículos para el hogar y vehículos.

Por otro lado, las presiones inflacionarias y las expectativas reflejadas en las encuestas del propio Banco Central, que son superiores a la pauta oficial, determinan cierta incertidumbre entre los consumidores. Eso se suma a aumento de costos para cuentra propistas y pequeños empresarios, así como al reconocimiento de déficit en cuentas públicas y comercio exterior, que configuran un escenario con menor certidumbre a la de meses anteriores. Esto, lleva a los consumidores a adoptar una posición de mayor prudencia.

Esto se ve reflejado en un menor crecimiento de la demanda de préstamos y una reducción de los plazos tomados por un lado, así como una canalización del consumo a través de las tarjetas de crédito.

Específicamente, el Monitor recoge una leve reducción del promedio de créditos vigentes (Gráfico 1) y un leve aumento del ratio “Cuota/Ingreso” –que representa el peso de la cuota a pagar en el ingreso mensual, lo que se acentúa en sectores de menores ingresos.

También se reduce el ratio “Monto/Ingresos” en promedio, pero aumenta en segmentos medio-bajo y bajo.

Además se percibe una reducción del plazo remanente de los créditos vigentes.

En Tarjetas de Crédito, se identifica un leve aumento de los pagos mínimos promedio medidos en pesos constantes.

CONTEXTO MACRO-ECONÓMICO

El contexto macro-económico marca una desaceleración de la economía. Según la medición del Banco Central (BCU) con el índice de volumen físico desestacionalizado, se registró un crecimiento en el primer trimestre de 2012, tasas moderadas de crecimiento en el segundo y tercer trimestre, y una pequeña caída en el último trimestre del año.

En un contexto regional de incertidumbre respecto al desempeño futuro de la economía argentina y a dificultades de Brasil para crecer, la economía uruguaya enfrenta la dificultad de encauzar la inflación al rango meta, un deterioro de las cuentas públicas –mayor déficit fiscal- y problemas de competitividad por la caída del tipo de cambio que ya se refleja en detrimento de la balanza comercial.

En el mercado laboral, si bien no se registra un aumento significativo del desempleo global, aparecen riesgos en sectores específicos que enfrentan problemas de competitividad y reducción de los márgenes de rentabilidad (industrias exportadoras o que compiten en el mercado interno con productos importados, Turismo, e incluso Construcción, que si bien se mantiene pujante, hay incertidumbre acerca de la capacidad de mantener los altos niveles de empleo actuales).

Las proyecciones de los servicios de consultoría económica, contratados por Pronto!, indican que la economía seguirá creciendo este año pero con algunas complicaciones de presión inflacionaria y desequilibrios sin corregir, que generan ruido en las expectativas de los agentes económicos.

Con este escenario, las respuestas y las reacciones de los usuarios del sistema indican que hay fuertes indicios de prudencia de los consumidores, lo que se materializa en un mayor esfuerzo inmediato (pagar mayores cuotas y reducción de los plazos) para “desendeudarse”, una menor propensión a contraer nuevos créditos, y una canalización de la financiación del consumo a través de la Tarjeta de Crédito.

Por otro lado, se identifica un “núcleo duro”, reducido en personas, con ratios de endeudamiento más altos que el promedio general, que aparecen con algunas dificultades para el cumplimiento de las obligaciones contraídas.

El mercado de crédito al consumo, medido en relación al tamaño de la economía, viene alcanzando en Uruguay niveles próximos a los de países como Chile, Colombia o Brasil, habiendo partido, luego de la crisis de 2002, de niveles sensiblemente inferiores.

Al reducirse la brecha respecto a otras referencias regionales, se evidencia un menor margen de crecimiento para el sector en los próximos años.

Pronto! es la empresa financiera líder en el mercado de préstamos al consumo en Uruguay, con una cartera de clientes que supera los 235 mil y más de 135.000 tarjetas VISA emitidas. Con 40 sucursales en todo el país y una red asociada de más de 600 puntos de venta, alcanzando cada localidad. Cuenta con más de 650 colaboradores trabajando en un excelente clima laboral, reconocido por la consultora Great Place To Work desde 2008. En 2010 se transforma en la primer empresa privada del país en instaurar la figura del Ombudsman, creando la Defensoría del Cliente de Pronto! Desde febrero de 2011 Pronto! pertenece al Grupo Scotiabank. El grupo canadiense está presente en más de 55 países, con más de 19 millones de clientes y 81.000 colaboradores en todo el mundo. Pronto! es referente a nivel local en temas de Responsabilidad Social empresaria y Educación Financiera.