“Con la aprobación de la ley de medios, me queda la duda de si seguiremos viviendo en un país de absoluta libertad de prensa”, afirmó el senador José Amorín Batlle, de Batllistas de Ley haciendo referencia al proyecto de ley de medios presentado recientemente por el Poder Ejecutivo.

Amorín habló durante una mesa redonda organizada por el semanario Opinar, dentro del ciclo “Opinar en libertad” realizado con motivo de sus 200 ediciones.

El debate, realizado en la antesala de la Cámara de Senadores tuvo como expositores, además de Amorín, al subsecretario de Industria, Energía y Minería, Edgardo Ortuño; al senador Tabaré Viera de Batllistas de Ley; al senador Gustavo Penadés del Partido Nacional; al periodista Claudio Paolillo del Comité de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), y al presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres.

En su intervención, Amorín dijo compartir la visión de Paolillo de que el Uruguay es un país de una amplia libertad de expresión, pero de inmediato señaló que si se aprueba el proyecto “hay dudas de que sigamos viviendo en un país de tan amplias libertades”.

Para el senador batllista el debate sobre la regulación de los medios, que recién comienza en el Uruguay, es continuación de otros que “se han dado en la región y en países expertos en perseguir a los que piensan distinto. Me refiero a los ejemplos de Venezuela, Ecuador e incluso a nuestra hermana República Argentina”.

Seguidamente señaló que, pese a las diferencias, “hemos coincidido con el presidente Mujica” en relación a la libertad de expresión y recordó afirmaciones del primer mandatario a la revista brasileña Veja y a la prensa chilena sobre que no había intención del gobierno de regular los medios. “Pero ese costado libertario del presidente nos hizo acordar al otro costado, a ese que dice otra cosa distinta de la que está diciendo. Y eso se expresa en esta ley”, afirmó.

Recordó Amorín que el proyecto presentado por el Poder Ejecutivo consta de 183 artículos y “es denso, pesado, que pretende transmitir un sentido garantista y liberal pero en su texto desmiente estas afirmaciones ya que le da al gobierno atribuciones para que haga lo que le parezca”.

En este sentido puso como ejemplo la creación de un comité que velará por el cumplimiento de la ley, el que estará integrado por representantes designados por el Poder Ejecutivo y los ministerios de Industria y Educación y Cultura.

Para Amorín “se controla todo al detalle. El corazón de la ley van a ser los contenidos”.

Por su parte, el subsecretario de Industria, Energía y Minería, Edgardo Ortuño, quién representó al Poder Ejecutivo en el encuentro, señaló que lo que se pretende con el proyecto es “el acceso universal a todos los servicios” de comunicación, “concebir a las comunicaciones como un factor clave del desarrollo”, “promover el desarrollo de la producción nacional” y avanzar “hacia un sistema nacional de comunicaciones”.

Para Ortuño se trata de “una ley garantista porque da garantías a los prestadores de los servicios y garantiza los derechos de los consumidores y las comunidades”.

Confuso y poco claro

Al abrir el encuentro, el periodista Claudio Paolillo puso en evidencia que se trata de un proyecto “confuso” y señaló como ejemplo que mientras en un artículo se declara prohibido todo tipo de censura en otro se da amplias facultades al Poder Ejecutivo para intervenir en los contenidos.

El senador Gustavo Penadés, afirmó que “así como está, el Partido Nacional no votará el proyecto de ley de medios” remitido por el Poder Ejecutivo y que se encuentra a estudio de la Cámara de Diputados.

Por su parte, el presidente del Partido Independiente, Pablo Mieres, coincidió con la visión general sobre que el proyecto contiene graves contradicciones y es confuso.