Compartimos algunos pasajes de la entrevista realizada por Raquel Daruech al fiscal Gustavo Zubía el miércoles 17 en el programa Uno x Uno que se emite por VTV a las 21 horas.

-Raquel Daruech R.D ¿Usted robó?

-Gustavo Zubía G.Z Sí, robé

R.D: En una sociedad como la nuestra, bastante, bien vista por los vecinos y los de afuera, Y a veces muy censurada por nosotros mismo, decir, yo robé, es sacudir la hipocresía que todos tenemos encima, doctor.

G.Z: Robé, lo que pasa que no me afecta porque fue extraterritorial. Tenía 18 años, era mayor de edad, en Francia. Tenía una beca de música, y no tenía para comer estaba en un estado de necesidad del cual tengo fotos que demuestran el estado calamitoso. Y en los supermercado robaba latas de sardina, hasta que encontraron a una persona delante de mí robando latas de sardinas y aquel primer mundo, tan civilizado, lo vi que de civilizado tenía poco porque lo llevaron en andas probablemente a un africano porque era un hombre con características de ese tipo y yo dije, si marcha un africano un sudamericano también marcha y cese en el acto mi carrera delictuaria.

R.D: ¿Usted quiere juicios orales?

G.Z: Juicios orales y públicos, donde se pueda concurrir y controlar la calidad de la justicia. Así como yo la controlo a usted porque la veo en la televisión , que usted me controle a mi cuando me desempeñarme como fiscal, cuando vea al juez desempeñarse como juez, cuando vea al defensor desempeñarse como defensor. Y cuando las víctimas, las víctimas que son las grandes olvidadas, han habido enorme cantidad modificaciones para darle mayores garantías a los indagados o imputados, no me parece mal, pero hemos olvidado la figura de la víctima. Con excepción de alguna ley en donde se le ha dado alguna prevalencia.

Pero en los casos normales las víctimas son cosificadas, tratadas como un objeto inclusive en algunos casos sin dignidad ninguna.

R.D: ¿Mil quinientos adolescentes pueden tener en jaque a nuestra sociedad?

G.Z: Con la cifra se queda corta. En internación estamos llegando a los 600 adolescentes internados. Y de acuerdo a parámetros de investigación que se han realizado en el Uruguay tenemos un nivel de esclarecimiento de delitos de un 10%. De cada 100 delitos el esclarecimiento es de 10. Me imagino que podemos abordar el tema de las cárceles, si con un 10% de esclarecimiento de delitos tenemos la cárcel superpoblada. ¿Qué sería sin el nivel de esclarecimiento fuera superior?

La falta es el inicio de las carreras delictivas en delictivas en muchos casos. La convivencia social se deteriora, por supuesto que por las rapiñas y los homicidios. Pero se deteriora por la basura que deteriora el nivel de vida diario de los niños. La maestra dice no tires el papel afuera de la papelera, el chiquilín sale y se encuentra con cuarenta metros cuadrados de basura por barrio, los perros, las ratas y demás. Bueno, tenemos que tener una coherencia pero para lograr esa coherencia cuesta y hay que transpirar mucho. Los adolescentes infractores no son el mal de todos los males pero, representaron en su momento, el lugar de experiencias jurídicas entre diferentes corrientes en nuestro país.

R.D: ¿Cuántas veces lo han amenazado?

G.Z: Muchas. Anduve además a los tumbos revolcados en el piso con infractores que agredían a la policía y entraban al juzgado y ponían poco menos que los pies arriba del escritorio y le decían al juez: ¿Cuánto me vas a dar? Esta noche estoy en casa.

R.D: ¿Y lo asustó eso?

G.Z: Y siempre asusta. La violencia a mí me asusta.

R.D: ¿Y está de acuerdo con que la gente se arme?

G.Z: No estoy de acuerdo. ¿Usted está de acuerdo con que la gente sea religiosa? ¿O deje de serlo?

R.D: Le pregunto a usted. Como usted anda armado.

G.Z: Cada uno con su conciencia y hace lo que estima pertinente. En mi caso estimo como ciudadano normal que corresponde andar armado.

R.D: ¿El Inau rehabilita? Estar detenido, ¿Es suficiente? Sacar los chicos de las esquinas, barrer el barrio, limpiar, sacar de la vista de los ciudadanos ¿Es suficiente?

G.Z: El Inau no puede hacer milagros, si puede generar determinados espacios y a veces esa que usted denomina rehabilitación es tan difícil, tan difícil, porque el adolescente cuando está detenido puede tener determinadas conductas que al veedor le hacen creer que es una persona, pero cuando se enfrenta a la calle a sus pares, a los presiones del barrio, a los presiones de los delincuentes; vuelve a reaccionar muchas veces de acuerdo a eso. Y el Inau que ha cambiado y para bien, y para bien, problemas va a seguir teniendo siempre. Que están hacinados los muchachos, no solamente están por problemas edilicios que siempre van a estar lamentablemente y estamos corriendo atrás de ellos, hacinados sino que además estamos hablando de adolescentes que todos con esa misma problemática. Así que la rehabilitación es una opción, como la tiene el drogadicto. La rehabilitación no viene por terceros. Le darán los instrumentos, si querés hacerlo o si no querés. Y ahí viene la presión social, viene la coherencia cultural, ahí viene que nosotros que tenemos cierta ilustración en esta sociedad tomemos el toro por las guampas y digamos, vamos a evitar los doble discurso. Los discursos simplones de ser buenos y ganarse el políticamente correcto y hacer códigos que remedan los códigos holandeses. Vamos a tener la sinceridad de decir, cuando hay que sancionar se sanciona y cuando hay que reprimir se reprime, eso sí, con dignidad.

R.D: ¿Delinquir es inherente al ser humano?

G.Z: Por su puesto, pero además es propiciado por factores, que los reconozco y que no están en mi posibilidad modificar porque no yo no pertenezco al sistema político.

R.D: ¿Es un problema sistémico?

G.Z: La delincuencia podrá ser incrementada o no incrementada por el sistema. Pero la delincuencia es agarrar el atajo para obtener el beneficio. Y ojo, delinquir en la calle, que es lo que estamos hablando. Hay otros delitos, que siquiera los citamos y es el delito de guante blanco. Los grandes delitos de guante blanco generan condiciones más atroces para los delitos de calle. Porque, en la medida que la corrupción, gran flagelo del mundo contemporáneo.

Generalmente debajo de la alfombra hay más suciedad de la que uno prevé. Estamos hablando de que el 10% de los delitos se esclarecen, pero de los delitos de todas la categorías y es más fácil aclarar determinadas rapiñas que aclarar otros delitos de guante blanco.

R.D: Hay indignados en todo el mundo. ¿Los puede pasar en Uruguay también?

G.Z: No me extrañaría. Yo estoy indignado, y hace años que estoy indignado.

Fuente Imagen: youtube.com