Compartimos la columna del edil Juan Curbelo en referencia a la propuesta del precandidato Luis Lacalle Pou (Todos Hacia Adelante) sobre el Asentamiento cero.

“El debate político se encuentra hoy diversificado y por momentos en temas que pasan por las más diversas órbitas de la vida en sociedad. Temas como estado de la Educación, la cruda realidad que vive Venezuela y que despierta sentimientos ambivalentes de resignación y esperanza de superación así como la irracional inseguridad que vivimos, son algunos de los que nos despiertan todos los días. Y podríamos seguir citando más.

Los últimos indicadores económicos reflejan un toque de atención para el gobierno. Control en el gasto público, medidas antiinflacionarias, turismo que no contempla aspiraciones previas, una baja importante en el movimiento portuario fruto de las medidas argentinas, medidas proteccionistas sobre importación uruguaya de la otra orilla, suba del dólar, competitividad, etc. A esto debemos agregar la suba tarifaria que se registró en enero, más una inflación en este mes del 2.44% y de 1.66% de febrero que absorbió buena parte del incremento salarial para trabajadores y pasivos. Y no mencionemos el tema climático con la afectación de frutas y verduras y su posterior incremento de precios.

Pues bien, con esta breve introducción, se pretende analizar la actual coyuntura y cómo ensambla la propuesta que el Pre Candidato Luis Lacalle Pou refiere como “Asentamiento Cero”. Cifra más, cifra menos, (recordemos que el año pasado se registró una polémica frente a los diversos números que arrojaban los asentamientos según quién los medía – Programa Mejoramiento de Barrios (PMB) del Ministerio de Vivienda (MVOTMA), Catastro Nacional de registros de Asentamientos Irregulares de la Facultad de Ciencias Sociales y la ONG Un Techo para Mi País) la realidad es que hay alrededor de 200 mil uruguayos que viven en Asentamientos. Cruda realidad

sin resolver. Una oportunidad desaprovechada de acelerar la solución a esta problemática en una década de bonanza económica cómo nunca conoció este país.

Hay un Montevideo que muchos desconocen y que se encuentra a unos minutos del Centro de la capital. Ese Montevideo donde viven uruguayos, sin luz, sin agua potable, sin los servicios básicos mínimos. Donde no entra una ambulancia porque el deterioro de lo que podemos llamar calle hace imposible cualquier ingreso. Donde la policía no llega. Donde las aguas servidas y los pozos negros o ciegos conviven con las familias. Acá es donde convive la resignación y desesperanza, pero también la rabia contenida por no poder encontrar respuestas adecuadas y urgentes. En muchos de estos Asentamientos, las lluvias de mediados de enero y comienzo de febrero los llevó a vivir, diríamos, al límite. Pensemos en Brazos Unidos frente a Gruta de Lourdes, donde se confundía los precarios pasajes en ríos de agua; el “24 de junio” que con sus desniveles hacia la calle Domingo Mora y la cantera posterior hacia la Perimetral llevó a que muchas familias convivieran con la inundación. Y así podríamos continuar enumerando asentamientos. Se torna imprescindible para hacer un análisis profundo, realista y veraz quitar el velo de la resignación, erradicar la frustración e incrementar la iniciativa. Es una cuestión ética de no dejar marginados de toda solución a tantos uruguayos que siquiera tienen para poder responder a las exigencias de una sociedad más individualista y materialista. No hay explicación certera cómo estos dos gobiernos de izquierda no han avanzado más rápidamente en soluciones para atender esta realidad. Ya alcanzan los diagnósticos, los documentos, las promesas y las instituciones estatales que se pueden hacer cargo de brindar herramientas y soluciones. Ha finalizado la etapa del papel; hay que pasar a la etapa de la acción.

La propuesta de Luis Lacalle Pou referente a Asentamientos Cero pasa por la generación de planes de vivienda para gente de menos recursos, regularización de asentamientos a los efectos de dinamizar políticas de intervención siempre y cuando se encuentren en terrenos adecuados, incorporación de servicios públicos y caminería, compensaciones legales a los propietarios de los terrenos cuando correspondan. También generar políticas para revertir el proceso inmigratorio desde el campo a la ciudad. Estas y otras iniciativas se encuentran en la Agenda de Gobierno, que fue analizado, discutido y elaborado por grupos de técnicos que presentaron estas ideas de

abordaje a Luis Lacalle Pou en una síntesis que se denomina: “Un país que cuide a su gente”.

La solución a este tema particular de los Asentamientos pasa también por un pacto ético entre todos los uruguayos. No puede existir un país de primera cuando la realidad indica que hay uruguayos de segunda, tercera y más. Debe ser un compromiso del próximo gobierno atender esta realidad de uruguayos descalzos, que conviviendo con aguas servidas y faltándole agua potable genera una contradicción en el plano de la realidad al estar nuestro país sobre la reserva acuífera más grande del mundo. El agua potable, entre otras características, garantiza condiciones de salubridad. Debe existir un refuerzo de medidas que atiendan estas necesidades, hay que saber escuchar y resolver más que desplegar formularios y recoger datos estadísticos.

Sucede que estamos dándonos cuenta que sin plata no se pueden hacer muchas cosas, pero también no menos cierto es, que con plata hay gente que no sabe cómo hacer. La realidad de los uruguayos no queda restringida a la rambla y sus principales avenidas. Hay un Uruguay que muchos desconocen, otros que no quieren conocer y otros quizás, no sepan qué hacer.

Hay otra forma de mirar y encarar este tema. Este es el tiempo del verdadero cambio. Iniciativas creíbles, realizables, capaces de dignificar a las personas. No de la dádiva y la entrega sin contrapartida y compromiso. La limosna encierra un cierto egoísmo. Arriesgados y atrevidos en propuestas integrales y superadoras como las que grupos de técnicos y Luis Lacalle Pou se animan a instrumentar. La energía joven y la convicción garantizan respuestas. Una década atrás algunos pedían que se les prestara el voto. Hoy más que pedirles que presten su voto a Lacalle Pou, les pedimos su confianza”.