El plantel del Millonario empieza con la preparación para 2015 en el mismo complejo al que viajó el equipo de Simeone después de ser campeón. No apto para cabuleros.

“Dale campeón, dale campeón”. El grito inequívoco atropellaba de súbito al legendario silencio de la playita de Portezuelo en invierno. Las crónicas no dejaban lugar a dudas: apenas un par de pescadores, uno con un niño, y el plantel de River. Nadie más. Eran ellos: “Dale campeón, dale campeón”. La victoria 2-1 sobre Olimpo en el Monumental y la vuelta olímpica estaban frescas como la costa uruguaya en julio de 2008. El equipo de Simeone venía de festejar: el dale campeón de todo el plantel era por el Clausura de ese mismo año.

Y River se iba a Uruguay de pretemporada: el Solanas Vacation Club, pegado a Punta del Este, era el destino elegido por el Cholo. Un lugar que lo tiene todo: principalmente, la paz que no se encuentra en Punta está a un puñado de kilómetros, en este complejo que está emplazado en un bosque de 140 hectáreas que es la séptima reserva forestal del mundo. Una cancha de fútbol once, otra de fútbol cinco, cinco piscinas abiertas y climatizadas, seis canchas de tenis, dos de pádel, una de vóley, un polideportivo, gimnasio, sauna, spa, anfiteatro, parrillas, circuito de arborismo, sector hípico, y hasta paintball tiene el lugar del cual River hizo su búnker de invierno en 2008.

¿A qué viene todo esto? El River campeón de Marcelo Gallardo llegará aquí, donde lo espera Goal, este sábado, para hacer buena parte de su pretemporada de verano. Insistimos: ¿pero a qué viene todo esto? Aquella pretemporada de Simeone, luego de una vuelta olímpica, fue acaso la última pretemporada feliz de River hasta 2014. Seis meses después, el equipo saldría último en el campeonato por primera vez en la historia del club, el Cholo se iría pasadas las tres cuartas partes del Apertura y posiblemente (repasando el promedio que hizo heredar luego, inequívocamente) haya sido el campeonato que terminó empujando a River al abismo ya conocido, a jugar en otra categoría.

Claro, así y todo, pareciera ser otra la situación como para que River pase este pequeño karma charrúa: este plantel parece bastante más jerarquizado que aquel, con una actitud ganadora que el campeón del Cholo no tuvo ni aún ganando (ese semestre también fue recordado por una eliminación insólita de la Libertadores contra San Lorenzo) y, la verdad, juega bastante mejor. ¿Más? Según cuentan las crónicas de aquella pretemporada, los que cantaban el “dale campeón” en la playa de Portezuelo eran futbolistas del linaje de Nico Domingo, Gerlo, Abelairas, Villagra, Mauro Díaz, Archubi, Bou, Barrado y el uruguayo Robert Flores.

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