La Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes recibió a la Asociación Uruguaya Perros de Asistencia para Ciegos (Aupac), representada por su director,  Alfredo Viera, y por su secretario, Sergio Pisciottano, quienes expresaron sus inquietudes para poder continuar desarrollando su labor y mejorar su funcionamiento.

“Soy el director y presidente de Aupac. Somos una institución que funciona desde el año 2009, con la correspondiente personería jurídica, dedicándonos al funcionamiento y entrega de perros-guía a personas ciegas en todo el país en forma totalmente gratuita”, indicó Viera.

Puntualizó que “estamos aquí por la necesidad de buscar apoyo, principalmente físico. Buscamos ayuda para incrementar la instrucción porque día a día avanza la parte de educación de perros, como todo lo que es tecnología y demás, y apuntamos a seguir creciendo. Estamos entregando entre dos y tres perros en el año por la falta de recursos y espacio físico, que es lo principal”.

Al asistir al grupo parlamentario el pasado 11 de setiembre, recordó que “iniciamos nuestro trabajo en Montevideo, pero nos hemos instalado en cada lugar que se necesita un perro-guía. Por ejemplo, en Canelones, Colonia, Rocha, Rivera, Paysandú y ahora en Maldonado, San Carlos”.

Al respecto, “allí donde se requiere un perro, nos trasladamos con la escuela. La idea es hacer un lugar físico fijo y, desde ahí, dirigir la entrega de perros y el entrenamiento. Es un trabajo de entrenamiento que lleva dos años y tiene muchos gastos”. Asimismo, “estamos haciéndonos cargo de todo lo que es el gasto general, como ser alquiler, luz, agua y todo lo que corresponde. La idea es liberarnos un poco de esos gastos para seguir trabajando con un mejor funcionamiento”.

Ayuda estatal

En tanto, Pisciottano, indicó que “si hacemos una recorrida por Latinoamérica, notamos que los perros-guía para las personas ciegas se están cobrando”.

“Conocemos muy bien a nuestra colectividad aquí en el Uruguay y no es posible que un ciego pague -además, no debe hacerlo- por un perro-guía para mejorar su calidad de vida. Entonces, la escuela busca recibir recursos de otros lados, como de voluntarios y de casas de comida, lo que ahora ha mermado muchísimo.

No estamos recibiendo donaciones debido a la problemática de la pandemia”, evaluó.

Por ello, “pedimos un esfuercito al Estado a fin de que nos de una mano para poder seguir entregando perros-guía totalmente gratis. Inclusive, a algunas personas ciegas que no tienen recursos las ayudamos con la alimentación, porque no queremos excluir a nadie que necesite un perro-guía, ya que es una herramienta maravillosa para los traslados y hemos notado cómo cambia la calidad de vida de las personas ciegas”.

Agregó que “la idea es poder financiarnos. Nosotros nos ayudamos con el ofrecimiento de bonos solidarios a todos los uruguayos. Ofrecemos un bono para colaborar con dinero. Apuntamos a que eso se pueda eliminar porque hemos detectado que aparecen personas inescrupulosas que a veces falsifican bonos. Nos hemos visto ante la denuncia de algunos ciudadanos que abusan de esta noble causa”.

Comentó que “hemos recurrido por ayuda al Inefop y a Pronadis para poder entregar, por lo menos, diez perros por año. Hay muchas personas anotadas para recibir el suyo -aproximadamente doscientas-, pero por ahora solo podemos entregar dos o tres perros por año”.

Viera acotó que “estamos registrados en la Cotryba, tal como figura en nuestra documentación. Además, somos miembros solicitantes del IGDF, que es un organismo que rige toda el área relativa a los perros lazarillos a nivel mundial; pagamos una cuota anual para estar representados por esta institución”.

Por otra parte, dijo que olvidó mencionar “el costo bastante elevado que tiene traer al país los cuatro o cinco arneses que se requieren para entregar los perros”.