En el año 2021, el Ministerio de Defensa Nacional ejecutó $ 21.956.000.000, lo que representa el 6,9% del total ejecutado por la Administración Central más los organismos del 220 de la Constitución.

La pregunta que los ciudadanos muchas veces se hacen es: ¿a dónde va ese dinero? ¿en qué se destina?

El ministro de Defensa Nacional, Javier García realizó un pormenorizado informe el pasado 14 de julio ante la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes. Aquí un resumen de su ponencia.

 

MINISTRO DE DEFENSA NACIONAL (Javier García).

El gasto total ejecutado por el Ministerio de Defensa Nacional para el Ejercicio 2021 fue de $ 21.956.000.000, lo que representa un incremento de $ 164.000.000 respecto al año 2020. El Ministerio de Defensa representa el 6,9% del total ejecutado por la Administración Central más los organismos del 220 de la Constitución.

En cuanto a la estructura del gasto, 71% representan las retribuciones, el 13,11% los gastos y el 5,18% las inversiones. Como escucharon recién, la importancia relativa del rubro Retribuciones es que a partir del 2021 se comenzaron a registrar las partidas de naturaleza salarial en el Grupo 0 «Retribuciones Personales», mientras que con anterioridad se registraron integrando los «Gastos de Funcionamiento» del Inciso. Este es un cambio bien significativo en el rubro de «Gastos de Funcionamiento» y en el rubro «Retribuciones Personales». Creo que eso transparenta la ejecución presupuestal y ubica cada partida donde debe ser ubicada; lo que es salario, es salario y lo que es funcionamiento, el mismo y no a partir de cruzamientos que no responden a la realidad. Allí hay una tabla que habla de lo que decíamos recién. Las remuneraciones tuvieron crédito de 20.135 millones, funcionamiento 2.994 millones, inversiones 1.216 millones. Las partidas de alimentación, canasta de fin de año y beneficios sociales, sumados, representan el 40% de los gastos de funcionamiento del Inciso.

Las inversiones

Con respecto a las inversiones en 2021, por concepto: la adquisición, reparación y actualización de aeronaves supuso el 28% de las inversiones. La adquisición, reparación, equipamiento de unidades navales, el 20%; los vehículos, el 10%. Después los porcentajes están más diseminados: sistema de control aéreo, la ampliación y modernización de los sistemas del control aéreo, 6%; recuperación de las plantas motopropulsoras, 4%; adquisición, reparación de sistemas de helicópteros, 4%; inmuebles, 4%; seguridad operacional, 3%; equipo de uso militar, 3%; material técnico de apoyo de actividad aeronáutica, 2%; equipo de instrumentos del servicio de oceanografía, hidrografía y meteorología, 2%; vigilancia y patrulla de frontera, 2% y «Otros» fue el 12%, lo que suma $1.137 millones.

Las principales inversiones del ejercicio se relacionaron con el pago de la segunda cuota de los aviones Hércules por un monto total de € 5.500.000. El anticipo inicial por las tres embarcaciones Marine Protector de US$ 2.500.000 y la tercera cuota de las aeronaves Bell 412 por US$ 2.325.000.

Les informé que el programa Defensa Nacional consumió el 79%; cadena de valor, motores de crecimiento, 1%; formación y capacitación, 1%; infraestructura fluvial y marítima, 1%. Lo relato porque el año pasado se había preguntado específicamente esto, así que me adelanto a detallarlo. Continúo: política e infraestructura aeronáutica, 11%; red de asistencia, integración social, 0,1%; sistema de información territorial, 2%; prevención y represión del delito, 3%; ejecución de política exterior, 1%.

En cuanto a los niveles de inversión, estamos en niveles de inversión superiores a los años inmediatamente previos. El año 2020 fue el 27 y en 2021.

Gestión de recursos

Con respecto a lo que hemos llamado gestión eficiente de los recursos, hemos iniciado en el año 2021 una serie de transformaciones en materia de gestión de los recursos asignados al Ministerio de Defensa Nacional, en la cual -esta es quizás una de las definiciones políticas más importantes- el rol del Estado Mayor de la Defensa toma una importancia significativa en materia de planificación y gestión logística. Como ustedes saben, el Esmade es una creación del 2010, y en esos once o doce años transcurridos desde ese momento ha tenido un proceso, como toda institucionalidad nueva, de sacar cédula de identidad y empezar a tener su propia evolución, maduración y hasta aceptación. Recalco este término que acabo de usar. Nosotros decidimos en este gobierno darle un impulso significativo a la institucionalidad del Estado Mayor de la Defensa, que pasa por diferentes niveles, que en el transcurso de la exposición vamos a ir contando. Como avance, quiero señalar que en la ley de presupuesto de 2020 incluimos una partida, que en aquel momento fue de $ 22.000.000. Fue la primera vez que se incluyó como partida de inversiones en el Estado Mayor de la Defensa; habitualmente, las partidas de inversiones iban destinadas a cada una de las Fuerzas. Aquí se destinó, además de las inversiones a las Fuerzas, por primera vez, una partida para gestionar por el Estado Mayor de la Defensa. La incluimos para la ejecución de inversiones correspondientes a las actividades relacionadas con las patrullas de frontera, en el marco de la Ley Nº 19.677, de 26 de octubre de 2018, con el objetivo de priorizar las adquisiciones en forma centralizada y en procura de trabajar en el marco de la interoperabilidad de las Fuerzas. En el Ejercicio 2021 se registró la primera compra con esta partida. Se compraron, por ejemplo, botes semirrígidos, motores fuera de borda, un camión cisterna, grupos electrógenos, drones, etcétera; todo ello, entre otras cosas, para equipar las patrullas de frontera. En este Ejercicio que pasó se encuentra en proceso la adquisición en forma conjunta de alrededor de dieciocho camionetas tipo pick up, con la partida de los $ 22.000.000 de 2021, que se adecuarían a las necesidades de las operaciones de frontera. En este proceso que lidera el Estado Mayor de la Defensa se conformó una comisión asesora con integrantes de las tres Fuerzas y el Ministerio de Defensa Nacional. Esto para nosotros, sin duda, es un avance para las compras conjuntas que promuevan esta interoperatividad y la racionalización de los recursos presupuestales. En ese proceso de maduración, como ustedes vieron, hicimos un cambio entre la gestión de los recursos de 2020 y la gestión de los recursos de 2021, en la misma partida. En los de 2020, distribuimos la partida entre las Fuerzas. Allí aparecieron cosas variadas. En este Ejercicio 2021 cambiamos y le pedimos a las Fuerzas elegir un suministro, que se pusieran de acuerdo para ser más efectivos en la utilización del recurso. Entonces, las tres Fuerzas concluyeron que lo más necesario eran vehículos; por lo tanto, toda esa partida se va a destinar a vehículos, que después se repartirán entre las Fuerzas.

El combustible

Otros de los recursos que el Estado Mayor de la Defensa está gestionando, que como ustedes se imaginarán es crítico en el Ministerio de Defensa es el combustible. Es así que comenzamos un plan de gestión eficiente de los combustibles en el sector Defensa. El gasto de combustibles y lubricantes del Ministerio en el Ejercicio 2021 es de $ 360.000.000, aproximadamente, US$ 8.000.000; representa el 12% de la ejecución en gastos de funcionamiento. El detalle de ejecución por unidad ejecutora es el siguiente: Dirección General de Secretaría es de 1%; el Esmade, 0,2%; Comando General del Ejército, 35%; Comando General de la Armada, 19%; el Comando General de la Fuerza Aérea, 42%; la Dirección Nacional de Sanidad de las Fuerzas Armadas, 1%; la Dirección General de los Servicios, 0,2%, y la Dirección Nacional de Aviación Civil, 2%. Eso conforma la totalidad. En noviembre pasado se firmó un acuerdo entre el Ministerio de Defensa Nacional y Ancap, que permite la instalación del Sisconve en todas las unidades ejecutoras del Ministerio de Defensa Nacional. Se comenzó a principios de 2022 la implantación de dicho sistema en Sanidad Militar, Dirección General de los Servicios de las Fuerzas Armadas, Dinacia, Esmade y, próximamente, en Fuerza Aérea. En este proceso de implementación pasamos de dieciocho vehículos que tenían este sistema en la Secretaría de Estado -eran los únicos que tenían este sistema Sisconve, incorporado en marzo de 2020- a tener al día de hoy ochenta y un vehículos en varias unidades ejecutoras del Inciso. A modo de ejemplo, está cubierto el 86 % de los vehículos de la Dirección General de Secretaría; el 89 % del Estado Mayor de la Defensa; el 36 % de Sanidad de las Fuerzas Armadas; el 100 % de la Dirección General de los Servicios de las Fuerzas Armadas, y el 92 % de la Dirección Nacional de Aviación Civil. Este porcentaje disonante del 36% está explicado porque, precisamente, en el momento de la instalación del sistema se estaba en proceso de recambio de vehículos; entonces, esperamos a tenerlos recambiados para incluirnos, pero no incurrir dos veces en un gasto en cuestión de pocas semanas, absolutamente ineficaz. Es importante tener presente que con fecha 27 de abril de este año fuimos notificados por Ancap sobre un inconveniente en líneas de códigos anómalas en el software del sistema, con la correspondiente investigación técnica para determinar el alcance e impacto de las mismas. Esta situación, evidentemente, ha demorado el proceso de implementación del Sisconve en el resto de las unidades ejecutores y, sobre todo, la posibilidad de realizar evaluaciones primarias sobre el impacto de la incorporación de la herramienta. Este fue un tema que tuvo mucho conocimiento público. Nosotros estamos dentro de los Incisos que trabajamos en este sistema; por lo tanto, nos vimos afectados. Según se nos informó, Ancap está desarrollando un programa propio, que va a ser el que esperamos supla esta tecnología, o sea, la que se pueda adoptar o que nos provea Ancap. En otro orden de cosas, pero vinculado con el tema combustible, solicitamos -esto es una novedad que empezamos a final del año pasado- la colaboración de Ancap para elaborar un diagnóstico técnico sobre la logística de abastecimiento en el Ministerio de Defensa Nacional. Consideramos que esto constituye un hito fundamental para dar inicio a un plan de gestión eficiente de combustibles en el sector Defensa, a través de un enfoque multidimensional, que considere temas de gestión ambiental, capacitación de recursos humanos y rediseño de procesos que permitan el diseño de una hoja de ruta en el largo plazo. Se le encomendó esta importante tarea en el marco de sus competencias relacionadas a la logística conjunta al Estado Mayor de la Defensa, que ya viene trabajando con Ancap y las Fuerzas Armadas. El concepto es que el combustible, como insumo sensible, crítico e importante en el Ministerio de Defensa tenga una gestión unificada, transparente, gestionada centralmente, pero ejecutada descentralizadamente. Este proceso se relaciona con los centros de distribución y carga de combustible. Este diagnóstico tomó, desde la compra del insumo hasta el pico distribuidor, pasando por el almacenaje, los surtidores, etcétera, en todas las Fuerzas. Nos enfocamos en la capacitación, el cuidado del medio ambiente y, concomitantemente, en una gestión eficiente de los recursos. Estamos hablando que entre las tres Fuerzas y Dinacia -escuchen el número- existen unos sesenta y tres puntos de distribución combustible en todo el país. Nosotros nos preguntamos: ¿son todos necesarios? ¿Existe la posibilidad de complementar esfuerzos y reservas estratégicas? En eso venimos trabajando. El jueves pasado tuvimos una reunión con los comandos de las Fuerzas y las unidades ejecutoras del Ministerio, precisamente, para establecer un mapa de ruta, un cronograma hacia la concreción de este plan de gestión de combustibles.

Fuente Imagen: Ministerio de Defensa Nacional.