La Unión de Policías de la Guardia Republicana planteó serias carencias a la hora de contar con las mejores condiciones para desempeñar su labor: desde quedar tirados en la ruta haciendo dedo durante muchas horas hasta tener que costear la alimentación.

El planteo fue efectuado el pasado 21 de julio en la subcomisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes que analiza la Rendición de Cuentas.

La delegación de la Unión de Policías de la Guardia Republicana, estuvo integrada por Luis Rosa, Sergio Torres, Alan Ribeiro, César Mesinguer y Carlos Piedra.

¿Cuál fue el conjunto de su planteo?

PIEDRA (Carlos). Presido el sindicato de la Guardia Republicana; somos una asociación nueva; hace poco que estamos constituidos. Tenemos una problemática muy grande en la Guardia, que es la locomoción para el personal. Los que viven en el norte del país se trasladan a trabajar a la capital y al este por medios propios, en los ómnibus de la terminal. Esto genera que dos veces a la semana haya mucha gente uniformada en la terminal. Aparte de las doce horas de trabajo de los policías, tienen otras doce horas para llegar a su domicilio; estamos hablando de cientos de personas. Creemos que se podría implementar, al igual que se hizo en el INR, dos ómnibus para el traslado del personal. Esto ayudaría no solo a la salud física sino también mental del policía; mejoraría su calidad de vida y reduciría los partes de enfermo y llegadas tarde. Esta situación se da a partir de 2018, cuando hubo un ingreso en el Ministerio de Interior de quinientos efectivos, y no se previó ese tema. Por ese motivo, tenemos hacinamiento en la Guardia y hay bajos recursos para destinar a la alimentación. Se precisarían $ 1.000.000 mensuales para la contratación de dos ómnibus. Esa es nuestra propuesta. En lo que refiere a alojamiento y alimentación no tenemos números. Se nos hizo difícil conseguirlos; se nos cerraron puertas. Los que conseguimos nos lo proporcionó el personal. Este tema ya lo planteamos antes, desde la Guardia hasta el Ministerio, pero no tuvimos suerte. Creemos que se podría incluir en la próxima rendición de cuentas.

TORRES (Sergio). Hay muchos policías que tienen problemas para llegar en hora al trabajo y eso genera inconvenientes para toda la familia, porque conlleva sanciones económicas. Hay que tener en cuenta que cuando se tienen que presentar un lunes deben salir un viernes de sus casas. Las madres y padres de familia dejan a sus hijos los viernes para entrar a trabajar un lunes a primera hora; me refiero a los que viven en Tacuarembó, Cerro Largo, Maldonado. Si bien tenemos destacamentos en varios departamentos no todo el personal del lugar trabaja allí; muchos trabajan en Montevideo. No se tuvo en cuenta eso a la hora de los ingresos; es decir que los funcionarios del interior se quedaran en el interior. También se da al revés: muchos de Montevideo terminan trabajando en Tacuarembó, Cerro Largo, a pesar de que su domicilio está en la capital.

PIEDRA (Carlos). Hace muy poco se anunció en la prensa que estaba funcionando el destacamento de Tacuarembó. Ese destacamento ni colchones tiene; están en la Guardia. Hay una patrulla con un móvil y dos motos. Eso no está funcionando. Y aunque funcionase ese destacamento y el que pretenden abrir en la ciudad de Bella Unión la situación sería la misma. Quedaría personal que vive en el norte que tendría que seguir trabajando en Montevideo. El régimen es el siguiente: trabajan una semana en Montevideo, viven en unidades de acá, y tienen libre otra semana. La situación es grave. Acá hay ratas, los baños están rotos, las paredes se están por caer. Hay un hacinamiento total. Inclusive, hicimos la denuncia en el Ministerio de Trabajo para que se haga una inspección. También la hicimos en Fiscalía. Nosotros planteamos esa solución para el traslado, para darles mejor calidad. No olvidemos que la Guardia Republicana es la pantalla del Ministerio del Interior. Es la fuerza efectiva más grande que brinda seguridad en todo el territorio nacional. Tenemos el GEO, la Unidad de Caballería, la Unidad Puma. Es la pantalla más grande y no se le ha aportado mucho dinero. No tengo los números, pero se le está dando para la caja chica la misma plata que hace cuatro o cinco años. Están hacinados los policías. Aun así, hacinados, con poca alimentación, salen con muchas ganas de trabajar, porque llevan la camisa en el alma para trabajar por la sociedad. Estamos tocando todas las puertas. Se nos han cerrado. Ahora, recién, en base a algunas publicaciones que hicimos y algunos reportajes en la prensa, más o menos, nos dieron un poco de corte, pero no se está atacando el tema de la salud mental. Tenemos madres que tienen hijos de un año o dos y los dejan con un abuelo para venir en la semana a pasar mal. Agua caliente no tenemos; algo básico: no hay agua caliente.

PRESIDENTE. ¿Dónde?

PIEDRA (Carlos). En la base de la Guardia Republicana que queda por Varela. No había agua caliente, ahora arreglaron porque hicimos un par de denuncias. En el norte los policías ponen plata para comer; desde la base se llevan un surtido y ahí se cocinan. No da. Ponen plata. Además, la comida de la Guardia, lamentablemente, la mayoría la paga. Y hay una diferencia entre el personal superior y el personal subalterno. El personal superior come determinada comida y el subalterno come lo que haya.

ROSA (Luis). En la Administración anterior, cuando se creó la Guardia Republicana, se pensó en hacer ampliaciones y mejoras porque sabían que se iba a sumar mucha más gente. Hicieron una infraestructura muy linda, muy grande, muy cómoda, en la cual vivimos solamente un mes. Al mes siguiente, por decisión de la administración anterior, se nos sacó de ese alojamiento y volvimos a las barracas en que estábamos antes, que tienen una capacidad para unas cuarenta personas, y eso pasó para el 911. La edificación está, solo que ahora está en 911 en ese lugar. Volvimos a las barracas. Con respecto a lo que nos preguntaron en cuanto a por qué la gente del interior vino a buscar trabajo acá, no fue así. Fue el Ministerio que fue al interior a buscar a la gente, al Uruguay profundo, a la campaña.

PRESIDENTE. Los cargos estaban acá.

ROSA (Luis). Los cargos estaban acá. La única promesa que hicieron en ese momento, de palabra, un contrato verbal por decirlo de alguna forma, fue tener un régimen de semana por semana. Mañana, si al comando se le ocurre cortarle el régimen a un policía o a diez, se lo corta, porque no está establecido por contrato. El policía es, prácticamente, de la Guardia Republicana; no es que ellos ingresaron en la Guardia Republicana y van a permanecer toda la vida, hasta que se retiren, en ese régimen. Eso es verbal. Lo otro es que sabemos que hay para sacar de algún lado para cubrir aunque sea la dignidad del policía y que no tenga que estar mendigando -porque esto es mendigar- un asiento de un coche para que lo lleven o lo traigan al trabajo. Esos policías no son de Montevideo, son en su gran mayoría del norte. En cuanto a la posibilidad que de que fueran a cubrir en el norte, ya fueron casi todos. Las bases que tenemos en el norte son chicas, y aunque llevaran más policías, la gran mayoría es del norte Entonces, lo que queremos es que se le dé un transporte al policía, para que llegue a Montevideo a trabajar en tiempo y forma, y que también llegue a su casa, a ver a su familia, en tiempo y forma. Ha pasado que los policías han estado veinticuatro y hasta setenta y dos horas tirados en la ruta, esperando y haciendo dedo para llegar a su casa. Nos comunicamos con la gente del INR y supimos que ellos también tenían esa problemática, pero el comando de esa época lo planteó al Ministerio, fue viable y les consiguieron dos ómnibus; entonces, hoy los policías no tienen ese problema; van a su trabajo y a sus casas en un máximo de seis horas. Eso no pasa con los policías de la Republicana, que son muchos. Estamos hablando de mujeres y de hombres; de madres que a veces están deseando llegar a su casa a ver a sus hijos después de una semana de trabajo, pero se tienen que pasar doce a veinticuatro horas mendigando un asiento para que las lleven. Me consta a mí porque yo también estuve haciendo ese régimen. Muchas veces, cuando se suben en la terminal, el guarda les dicen «tomen asiento», pero en Durazno está vendido el pasaje; entonces, el policía se baja ahí y, a suerte y verdad, tiene que esperar otro ómnibus para llegar a su casa. Muchas veces los han dejado, inclusive, en la ruta, y el policía ha sido trasladado por un camionero o algún señor de buena fe que, al verlo haciendo dedo y de uniforme, lo lleva. Además, desde que el policía termina el turno acá hasta que llega a su domicilio está trabajando; mientras está uniformado, está trabajando. Puede ocurrir cualquier incidente que pase en el trayecto desde la terminal hasta su casa; mientras no se saca el uniforme, está expuesto a asumir cualquier eventualidad que suceda en el camino. Hay policías que viven en Rivera ciudad y otros que viven en el Rivera interior; a estos algún pariente los tiene que llevar hasta la terminal y allí esperar, a suerte y verdad, que algún ómnibus los traiga. Basta ir a las terminales de ómnibus y ver la cantidad de policías que hay esperando que algún guarda, de buena fe, les diga «tengo asiento para llevarte». 111 SEÑOR PIEDRA (Carlos).- Somos muy nuevos nosotros como para pedir presupuesto para la Policía. No llegamos a eso todavía. No sabemos los números, intentamos averiguar cuánto ingresa de caja para la alimentación, pero no nos los dieron. Estamos pidiendo herramientas. El otro día se prendió un móvil yendo hacia Ciudad del Plata, un JAC, y ese auto se tranca; de casualidad salió la femenina que estaba dentro y los dos policías. No tenía bomberito. Tampoco tenemos casco para andar. Las motos van de costado. Lo que pedimos son herramientas. Nos llenaron de armas y, ¿qué hacemos con el resto? Gente hay, la materia prima está, queremos trabajar, pero queremos que nos den herramientas. Nosotros mostramos la realidad. Por eso molestó. En mi caso, la vengo mostrando hace años; desde 2015, cuando hice un montón de reclamos. No nos da para pedir presupuesto porque no sabemos todavía cómo hacerlo. Es más, hicimos en conjunto una letra para pedir herramientas para trabajar. Molestó mucho que unos cuantos policías se juntaran y dijeran «No tenemos casco». El policía se lo compra. Y no estamos hablando del policía de mi época, que ingresó con 6° año de escuela -bueno, yo tengo un poquito más-; no, estamos hablando de que tenemos gente que está estudiando abogacía, de gente que es profesor de educación física, de gente que entrena, que invierte en su físico. Entonces, ¿no le vamos a dar eso? Hablamos de gente que le gusta servir a la sociedad; hay récords en procedimientos, en los que se juegan la vida. Nos estamos jugando la vida, nosotros. Y creo que lo que pedimos es lo básico. 1.750 efectivos tiene la Guardia Republicana, desparramados por todo el país. No obstante todo lo que pedimos, no se olviden que nuestro régimen es similar al del cuartel, ¿no? Tenemos abusos de funciones de todo tipo; sanciones. O sea: sanción porque llegamos tarde, por ejemplo; bueno, llegamos tarde porque no tenemos vehículo; vamos a trabajar, no tenemos móviles; se rompe un móvil, la culpa es del policía. O sea, todo ese estrés laboral -porque vivimos bajo gran estrés- repercute. No sé… Yo creo que seguiremos tocando cada puerta, llevando esto, que es nuestra verdad. Queremos eso, dar calidad de vida; creemos que con esto podemos solucionar un montón porque, por ejemplo, el que entra a las 19 horas y sale a las 7 de la mañana, sale corriendo a la terminal -¡ni se baña, ¿eh?!- a esperar un ómnibus, todo el día; si a las cinco de la tarde consigue un lugar en un ómnibus, viaja a la ciudad de Rivera, seis o siete horas, parado. Y estamos violando las medidas básicas de seguridad: en algún momento ese hombre se va a dormir parado; muchas veces hemos corrido con la suerte de que no le han robado el arma, pero ha pasado, y son cosas que se pueden evitar. Estamos hablando de dos ómnibus, de dos ómnibus. Se puede solucionar: se sale de Rivera y de Artigas -Rutas N.º 4 y N.º 3; Ruta N.º 5- hacia Montevideo con todo el personal, se llega a Montevideo a las 6 de la mañana, viene descansado, hace el relevo; la gente que sale tiene tiempo hasta de bañarse y de aprontarse un mate; nada más que eso, pero algo digno. Que no se pierda tanto tiempo viajando; que el funcionario tenga esa garantía, la de salir y no tener que ir a Tres Cruces a esperar… Gastan en taxi, gastan en comida; están gastando $ 5.000, $ 6.000 de sueldo para poder venir a trabajar. Estas son cosas básicas. El tema de los móviles… Bueno, en el punto 2) pusimos «Infraestructura y limitación». Hicimos un texto así porque, la verdad, es que no sabemos cuánta plata pedir, no sabemos qué pedir, pero sí podemos decirles lo que está pasando. Tenemos tiradas cincuenta personas ahí; «manéjense». Hace unos días había uno con una jarra, calentando agua para bañarse; hongos; ratas cruzando por los costados. El alojamiento más pulido es el de las femeninas, porque son menos y porque creo que se cuidan más que nosotros. Es como nosotros decimos: es un hacinamiento brutal que hay. Eso no se veía afuera y nosotros logramos sacarlo a la luz, no para exponer al Ministerio, ni a la Guardia, sino para que vean lo que estamos diciendo. Ahí tienen que hacer algo. No hay seguimiento en la salud mental. Capaz que no es acá donde debe plantearse este tema, pero no hay seguimiento. Hay un policía con estrés, «quedate allá». Hace poco salvamos una vida; un policía publicó en un grupo de Whatsapp que se quería matar; me tocó a mí llegar primero y le salvamos la vida a ese camarada. Le pregunté a la madre si alguien lo había llamado y me dijo: «No, m’hijo; usted solamente». Entonces, ¿qué somos? ¿Tan poco valemos? Alguien tiene que prestar un poco de atención porque eso es lo que queremos. Y herramientas; queremos herramientas para trabajar. Nosotros rendimos. Acá tenemos veinte años de servicio; veintiún años de servicio. Hemos dado; yo soy la cuarta generación. Me gusta de alma. Eso.

ROSA (Luis). Queremos destacar que esto tendría que ser trabajo del Ministerio del Interior, no nuestro. O sea, esto sería competencia del Ministerio del Interior y del Comando nuestro. Lo hacemos nosotros porque sabemos que todo esto se viene acarreando desde hace años y logramos armar este grupo para trabajar en esto y para tener más llegada con los planteamientos comunes, pero esto es trabajo del Ministerio, porque es el patrón de todos nosotros, por decirlo de alguna manera. Darnos herramientas de trabajo y darnos alimentación, todo eso, compete al Ministerio; lo estamos trayendo nosotros porque alguien lo tiene que hacer. Pero esto sería trabajo del Ministerio del Interior.

TORRES (Sergio). Quiero recordar el eslogan que tenemos: si bien somos un grupo de trabajo nuevo, no podemos brindar seguridad si no tenemos nosotros primero; es imposible. En el mes de junio hemos tenido la pérdida de ocho compañeros, por suicidio. Y muchos por este caso. Problemas familiares: decís que vas a llegar a una hora y llegás tres horas después. Muchas personas a veces no entienden el trabajo que tenemos. Uno dice: «Yo tengo un horario, un régimen de ocho horas», o de doce, o de doce por treinta y seis, lo que fuera, o semana por semana, pero esto no es exacto, como puede ser en una oficina, donde se marca en el reloj a las ocho y uno se va. Puede ser que uno se vaya a las ocho; un accidente de tránsito; personas lastimadas; se hacen las diez; llego a mi domicilio… ¿Cómo le explico a mi señora o a mi pareja que estaba trabajando? Problemas familiares genera. Más el estrés que pasamos después de trabajar. Optan, a veces, por lo más fácil. Entonces, tendríamos que dar una solución a estos compañeros que tenemos en el interior, que si bien no quiero usar la expresión «fueron engañados», porque son todos mayores de edad, se les prometió, cuando ingresaron, que iban a trabajar en el interior; muchos son solicitados por el mando que corresponde, por el escrito, y no han tenido la suerte todavía, y siguen trabajando en Montevideo, cuando tienen a la familia, a sus señoras embarazadas, a sus pequeños hijos en el interior. Muchas veces, por el trabajo, por el descanso mental y físico que necesitan, prefieren no ir un fin de semana para sus departamentos, Rivera, Tacuarembó o Salto, y quedarse descansando, porque saben que el lunes tienen que estar de vuelta al ciento por ciento, porque la gente se lo merece, porque somos funcionarios públicos y, como tales, nos debemos al público. Y qué mejor que nosotros, como policías, demos una buena cara a la gente y no una cara malhumorada cuando después la gente dice que somos abusivos. Si ustedes miran todo, va todo como una cadenita, llevando una cosa a la otra. Todo esto es lo que pedimos como equipo de trabajo. El Comando no nos quiso escuchar. Nosotros no estamos para poner piedras en el zapato. Fuimos al Ministerio del Interior; nos ningunearon; no se nos tomó en cuenta. Los policías que estamos acá no tenemos dos días en la Policía; el equipo de trabajo que tenemos no es de policías de dos días; el que tiene menos, tiene veinte años; conoce. Como dijo el compañero recién: yo tuve a mi padre treinta años en la Guardia de Coraceros; yo a la Guardia de Coraceros ingresé con siete años; sentido de pertenencia. No queremos nada, nada personal, no queremos ningún lugar físico para trabajar más cómodos y tener al otro día un grado más. Hacemos esto por sentido de pertenencia, que lamentablemente muchas veces a nuestros superiores, a la jerarquía, les falta. Sentido de pertenencia. Nada más.

MESINGUER (César). Integro la Comisión Fiscal. Lo que plantearon los compañeros es un resumen de los problemas que tenemos; creo yo que sería viable que fueran y vieran; podrán constatar que es una realidad, que esto no es algo que inventamos nosotros, como se dice a lo criollo. Yo hago parte de la tanda de los 500 policías que menciona el compañero; somos de todo el país, literalmente; yo nací en la ciudad de Artigas; soy de Artigas. Lo que se nos planteó es que las personas que vivieran del Río Negro para arriba, trabajarían en los departamentos del Río Negro para arriba: Artigas, Salto, Tacuarembó, Rivera y demás; los que vivieran en departamentos al sur del Río Negro, trabajarían en el sur del país. Eso nunca pasó. Lo que dice el Comando es que por temas de seguridad no se puede trabajar en la misma ciudad; se podría entender. Por ejemplo: yo soy de Artigas, ¿no? No podría trabajar en Artigas porque, quiérase o no -no sé si hay algún diputado del interior acá-, nos conocemos todos; el famoso «nos conocemos todos». Entonces, capaz que uno dejaría pasar ciertas cosas. Esa es la excusa que pone el Comando o el concepto que tiene el Comando. Yo no vivo esto más porque tengo otro régimen horario, pero lo he vivido, eso, de salir de trabajar a las 7 de la mañana y esperar a veces hasta las 10 de la noche en la terminal para que alguien me lleve porque no podemos exigir al guarda del ómnibus, que es la autoridad de la unidad, que nos lleve. O sea: no es viable decirle: «Tenés que llevarme porque soy policía». Si el guarda dice: «No te quiero llevar» o «No tengo lugar», es la realidad; tenemos que aceptarla y esperar para ver si otra alma, caritativa, nos lleva. Es la realidad. Yo hoy día no hago ese régimen de semana, vivo acá, en Montevideo, hago doce por treinta y seis, pero me ha pasado más de una vez eso, de salir a las 7 de la mañana y no tener cómo irme; no sé si conocen Artigas, si alguna vez habrán ido; imagino que sí. Bueno, para Artigas hay muy poca frecuencia de ómnibus; a veces, sale uno solo y si están todos comprados los lugares, el guarda te dice: «No te llevo». Como les digo, él es la autoridad; tiene la potestad de decir «No te llevo» y tenemos que esperar. A mí no me ha pasado, pero he tenido compañeros que han estado más de 24 horas esperando, parados, obviamente, porque si se van, pierden el lugar; es por orden de llegada. Esto es algo que es muy cansador, física y mentalmente, porque imagínense que hace más de 24 horas que la persona está ahí parada, sin dormir, y a veces hasta sin comer porque, si estoy solo, ¿con quién dejo mis bolsos?, ¿cómo voy a comprar comida?, ¿cómo voy al baño?; no puedo dejar la fila. Es algo que pasa. Pueden ir a Tres Cruces y ver que eso pasa. No es una realidad que está fuera del poder de constatación. Esto es lo que pasa. Como les dije, es un resumen de las problemáticas que tenemos; creo que será el 15%, el 20% de todo lo que pasa. La idea es esa, conseguir esos ómnibus, ese medio de transporte. Les aseguro que el policía que vive en el interior, como yo -soy del interior aunque hoy día vivo acá-, va a estar mucho más tranquilo en el momento de trabajar porque sabe que no va a tener que ir a la terminal a esperar infinitamente. Hablamos de Tres Cruces, pero obviamente lo mismo sucede en las otras terminales del interior. Por ejemplo, uno va a la terminal de Artigas y se encuentra con 15, 20 policías que vienen a Montevideo en diferentes unidades, bomberos, etcétera. Imagínense que si acá es difícil viajar, que hay más ómnibus, cómo será en Artigas, que a veces salen dos ómnibus, como mucho. Estamos representando a todos los policías que se asociaron y a los que no; representamos a los policías de la Guardia; la idea es esa, o sea, que el policía tenga dignidad al momento de venir a trabajar, que pueda venir a trabajar y que sepa y que esté tranquilo de que va a llegar a su casa en hora o dentro del tiempo estipulado. Esto es simplemente un resumen; si nos ponemos a hablar de toda la problemática que tenemos, vamos a estar días hablando, acá, sentados, porque está todo lo relativo a los móviles, a los uniformes, que no hay, que son comprados por los propios policías. Yo, personalmente, compro mi uniforme, porque no hay; a veces hay que usar de segunda mano porque no hay, literalmente; no hay botas… Es la realidad. Hay mucha carencia Y, bueno, la idea del equipo de trabajo es esa: no exponer, pero que la gente vea, porque es una realidad, lo que vivimos; a todos nos pasó. No somos mejores que el resto de la Policía; somos todos iguales, ya sea Caminera, Jefatura, Científica, lo que sea, pero cumplimos otra función. La Policía es el apoyo de la gente y nosotros somos el apoyo de la Policía. O sea, somos «la fuerza especial», como dice el eslogan de la Guardia. Creo yo que es eso: plantearles, más que pedirles, que sepan que hay policías que quieren trabajar, como dice el compañero, pero que muchas veces no tienen los medios, ni siquiera para llegar en hora al trabajo.

REPRESENTANTE OLIVERA (ANA MARÍA). Reiteradas veces dijeron que hicieron planteos a sus autoridades. El Ministerio del Interior todavía no ha venido a la comisión. Por lo tanto, tendremos oportunidad de hacer el planteo. Nos interesa saber cómo ha sido el procedimiento. ¿Hicieron el planteo por escrito? ¿Tienen para dejarnos el planteo por escrito? ¿Ante qué autoridades lo presentaron?

REPRESENTANTE DALMAO (Daniel). Soy de Salto, pero como vivo en el interior del interior, en Pueblo Belén, generalmente voy en un ómnibus que va hacia Bella Unión. Entonces, también padezco eso de que hay muy poca frecuencia. Siempre veo policías viajando en ese ómnibus; lo que no me imaginaba era que tenían que esperar hasta que apareciera un lugar. Realmente, me sorprendió. Cuando venga el ministerio, vamos a trasladar esta problemática. A fin de tener más elementos, ¿han tenido vínculos con los otros sindicatos policiales para trasladar este planteo? Los que viven en el interior y tienen que viajar, ¿reciben alguna compensación especial por estar lejos de su lugar, o sea viáticos?

PRESIDENTE. ¿Cuándo serían estos traslados? ¿Una vez por semana? En el caso de que se pueda disponer de estos vehículos, ¿cuándo sería? Supongo que no debe ser fácil hacer coincidir las salidas para el interior con los que quedan, y no todos deben salir al mismo tiempo. ¿De cuántas frecuencias sería necesario disponer a los efectos de resolver ese tema del traslado?

PIEDRA (Carlos). Las semanas están divididas; se relevan los martes, o sea los policías salen los lunes de noche de todos los departamentos hacia Montevideo y llegan a Montevideo de mañana y relevan el personal. Ese personal saliente se va al interior. Eso sería la semana de los martes. Lo mismo pasa con los viernes. La gente viene del interior los jueves; sale el jueves de noche, llega a Montevideo de mañana, releva al personal, y el personal saliente se va. El tema de los ómnibus sería así. Saldría uno de la ciudad de Artigas, que recorre Salto y Paysandú -toma las Rutas N.º 4 y N.º 3- hacia Montevideo. El otro saldría desde Rivera hacia Montevideo; saldrían los lunes, a las 23 horas, llegarían a Montevideo a las 6 de la mañana para relevar los servicios a las 7. Los dos ómnibus quedarían ahí parados hasta las 9; a ese personal le da tiempo que lleguen los servicios externos -porque no todos están en la guardia, ahí en Varela-, se puedan cambiar o agarrar el bolso, subirse al ómnibus y el ómnibus se vuelve uno por la Ruta N.º 5 y el otro por la N.º 3 y N.º 4. El mismo sistema sería los jueves: saldría de esos puntos a la hora 23, relevaría la semana el viernes y volvería. Serían dos viajes con dos ómnibus: los lunes y los jueves. Ya están las semanas estipuladas; los policías ya se relevan en esa semana. Con respecto a la otra pregunta, hay dos lugares; cada ómnibus lleva dos policías, excepto que venga uno de Caminera que tiene preferencia. Si hay dos policías y viene uno de Caminera, sube el policía de Caminera y el otro; uno queda afuera. Con respecto a la pregunta de la diputada, hicimos una solicitud y hablamos con el director de la Guardia Republicana. Nos reunimos con él. Nos pidió que lo hiciéramos por escrito. Le hicimos la solicitud y él se comprometió a hacer un expediente y darle trámite al Ministerio, lo que no cumplió. En base a eso, como no cumplió, lo hicimos público, y avanzamos con el Ministerio del Interior. Intentamos una reunión con la Cartera. Aparte de este planteo, llevábamos un material delicado para hablar con el ministro. No nos atendieron. Además, había parte involucrada, en este caso, el subdirector de la Guardia Republicana por lo que no llegamos a reunirnos. Lo último que se hizo fue una tripartita con los Ministerios de Trabajo y del Interior. Ahí expusimos todo esto que está pasando.

REPRESENTANTE OLIVERA PESSANO (ANA MARÍA). ¿Usted dice que en el Ministerio del Interior no fueron recibidos?

PIEDRA (Carlos). Solicitamos al Ministerio del Interior una reunión con el ministro. En ningún momento, se nos dijo que el ministro no iba a estar presente. Los mails se contestaban como un escrito común. Cuando llegamos a la reunión, estaban dos asesores, una escribana y el subdirector. En ese momento, teníamos una denuncia importante para hacer de primera mano, para mostrar al ministro, para que no saliera a la luz, para que se pudiera investigar, pero no fuimos recibidos; no creímos conveniente que estuviera el hombre ahí porque él tendría que tener conocimiento; es el subdirector de la Guardia, el encargado del personal. Entonces, no nos llegamos a sentar. Nos retiramos. Además, pasaron unas situaciones. El último encuentro fue en una tripartita con el Ministerio de Trabajo. Ahí pudimos llegar a un diálogo. Se comprometieron a tener un nexo, que era el doctor Cabana. Hasta el momento tampoco hemos tenido contacto. (Diálogos) ——Estamos en la coordinadora, en la Conasip. (Diálogos) ——Nosotros estamos constituidos a partir del 21 de marzo de este año, ya con personería jurídica. (Diálogos) ——Por último, quiero decir que no recibimos ningún tipo de compensación ni viáticos.

PRESIDENTE. Muchísimas gracias por haber venido. Trabajaremos con los insumos que nos han dejado.

Fuente Imagen: Diario El Observador.