El ministro Martín Lema (Desarrollo Social) al comparecer en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Representantes el martes 2 de agosto en el marco de la Rendición de Cuentas, fue claro y contundente: más allá de los avances, y de las acciones que se vienen tomando desde la Secretaría de Estado, “tenemos problemas estructurales de alimentación”.

¿Qué expresó Lema ante el grupo parlamentario sobre este tema?

“Voy a referirme a la alimentación. Lo hemos dicho en la Comisión Especial de Población y Desarrollo y en la rendición de cuentas pasada: nuestro país tiene problemas estructurales. Los tenía hace diez años, hace cinco años y ahora. Tenemos problemas estructurales de alimentación. Nosotros nos basamos en informes y, por ello, la evidencia y la política social deben complementarse. FAO estableció algunos informes que tienen características positivas, pero no nos conformamos. Además, hay otros informes que muestran el estado de situación estructural. ¿Cuál es positivo? En un informe del 8 de agosto de 2022, FAO estableció que Uruguay es el país de la región con mejor desempeño en seguridad alimentaria, pero no nos puede conformar. ¡No nos puede conformar! FAO también estableció que hubo años en los que se comprobó más inseguridad alimentaria que durante el año de la pandemia. Eso habla de lo estructural. Por otro lado, las encuestas nacionales de desarrollo infantil y de salud mostraron inconvenientes en 2013, en 2018, y ahora hay otra encuesta que seguramente arroje otros inconvenientes. Lo que está haciendo el INDA es diversificar también la respuesta para contrarrestar esos problemas estructurales. Eso es lo que estamos haciendo. Acá tienen datos. La canasta de emergencia aumentó de 8 a 14 kilos.

Se actualizó el valor del tique de alimentación en un 18 %; hacía cinco años que no se actualizaba.

Se aumentó el valor de las canastas para celíacos. En conjunto con Uruguay Crece Contigo se dio apoyo alimentario a las familias constituidas por mujeres embarazadas o por niños de entre seis a doce meses; se les entregó canastas de frutas y verduras frescas. Cuando hablamos de seguridad alimentaria, no solo tiene que ver con la llegada del alimento, sino con su calidad. No se trata solo de que las personas puedan acceder a la compra de los alimentos; deben tener las calidades nutricionales correspondientes. Se llevaron adelante una cantidad de cursos de formación para ilustrar cuáles son los valores nutricionales recomendados. Hay una cantidad de medidas que se llevaron adelante, que quiero destacar.

Recién hablé de la canasta para celíacos, que pasó de $ 800 a $ 1.400 durante 2022.

Hay algo fundamental: para que la seguridad alimentaria no solo tenga el componente alimentario, sino los componentes nutricionales correspondientes hacen falta técnicos nutricionistas.

Sucede que había cuatro nutricionistas en territorio. El INDA se fortaleció y hoy hay diecisiete nutricionistas en territorio.

Todo eso permite que los planes y los programas no solo lleguen al territorio, sino con los valores nutricionales correspondientes. Para dar una respuesta más dinámica, se llevó adelante el PAT, el Plan de Alimentación Territorial. Yo hablé de la evidencia y sé que son preguntas que pueden llegar a venir y que seguramente vengan. Obviamente, están en su derecho y no lo vamos a reivindicar nosotros. Me llamaron la atención -lo digo con mucho respeto- algunas pronunciaciones que tenían que ver con una encuesta de Udelar realizada entre diciembre de 2022 y febrero de 2023, relacionada con la seguridad alimentaria en adolescentes en la zona de Punta de Rieles y de Bella Italia. ¿Por qué me llamó la atención? Porque por primera vez nuestro país empezó a medir la seguridad alimentaria por el INE; lo hizo a partir del año 2022, por iniciativa de esta Administración. Cuando se presentaron los datos, se invitó a legisladores de todos los partidos políticos a conocer la metodología y por qué se llevaba adelante la medición, que se hace en conjunto con el Ministerio de Salud Pública. El hecho de que para un país, y para sus políticas de Estado, hubiera una medición oficial, pero después nos basáramos en informes que son en paralelo, no con evidencia oficial, realmente me sorprendió. Pueden hacerse preguntas legítimamente, y acá no estamos en contra de los profesionales que trabajan en los diferentes informes. Digo que hay informes frescos, del año 2022 -también se están llevando adelante en el año 2023-, donde está la medición en cuanto a la seguridad alimentaria. Fíjense: la FAO mide 1.000 casos; ahora estamos midiendo 8.624 casos. Hoy tenemos identificadas las zonas que tienen mayores problemas.

La zona del país que tiene mayores problemas es la del noreste; después viene la zona metropolitana.

Esto es según el INE, y ya se está actuando en consecuencia en la zona de mayor vulnerabilidad. En cuanto a esas mediciones está el informe público presentado. ¿Por qué menciono esto? Yo no pongo en tela de juicio el interés legítimo y las buenas intenciones; lo que digo es que nosotros nos vamos a basar en la medición oficial, proyectamos acciones basados en la medición oficial, y entendemos que las políticas públicas tienen que basarse en los contenidos oficiales.

Además, quiero decir una cosa: acá se podrán compartir o no muchas de las acciones que se vienen llevando adelante, pero se está invitando permanentemente a las comisiones de este Parlamento a conocer de primera mano cuál es el funcionamiento del Mides. Lo hicimos el viernes, en la actividad que mencioné. Cuando se presentó el Plan de Alimentación Territorial se dijo: «Vengan, los que quieran, a conocer el Plan»; pusimos un mapa, comentamos los detalles de todo y hasta les mostramos, con precisión, dónde están ubicados los diferentes puntos para que puedan ir de sorpresa, el día que consideren pertinente, a conocer cómo es el funcionamiento. Digo esto porque nosotros estamos interesados en mejorar y aceptamos que nos llame un representante nacional y nos diga: «Che, estuve en tal lugar y hay algo que no funciona». Destaco que ha pasado y me gusta hacer referencia a eso positivamente; hemos tenido conversaciones -no estoy hablado de este tema puntual, sino en general- en las que nos han advertido acerca de determinadas situaciones, y tenían razón. No quiero cometer una infidencia, pero tanto la diputada Bettiana Díaz como la diputada Cecilia Cairo, en un par de oportunidades nos llamaron para hacernos la advertencia de que había cosas que estaban funcionando mal, y tenían razón. A nosotros nos gusta profundizar en esa línea de honestidad brutal y de medición permanente de lo que se viene haciendo. Por eso, una vez más los invitamos. Estamos publicando todo con total transparencia. Como toda actividad humana, es perfectible y mejorable, y por supuesto que cometemos errores, pero siempre está bueno referenciarse en las fuentes, porque si no vamos a discutir cosas distintas. Por eso hacía referencia a otros informes, que también son legítimos, pero hay una medición oficial. Esa medición oficial nos permitió, en algunas zonas, fortalecer el Sistema Nacional de Comedores y, en otras, adaptarnos a la realidad que tienen. No es lo mismo una política alimentaria en un departamento que en otro, porque tienen características distintas por las distancias, o porque no siempre está el hábito de ir al comedor. Entonces, así como se reforzó el Sistema Nacional de Comedores, el Plan de Alimentación Territorial busca, de una forma ágil, a través de puntos móviles y fijos, que la llegada de alimentos al territorio para revertir los problemas estructurales de años sea de una forma cien por ciento eficiente. El PAT -lo dije en la rendición de cuentas pasada; pueden buscarlo[1]obviamente es progresivo, por las características con las que lo estamos llevando adelante. Ahora, es un Plan que está estableciendo una línea de acción que sabemos que es muy satisfactoria. Se reconocen los problemas, pero las cosas que funcionan bien las decimos. Y esto fue gracias al equipo -yo me excluyo-, que trabajó intensamente en el diseño de este Plan. Alguien me decía: «Pero faltan algunos puntos», y es así.

REPRESENTANTE VALDOMIR (Sebastián). El ministro estaba hablando de un informe de la Universidad de la República relacionado a inseguridad alimentaria en Punta de Rieles y Bella Italia. Hizo referencia a algo que no podemos responder. En definitiva, estaba discutiendo con la Universidad de la República y nos estaba haciendo partícipes de un intercambio en el cual no tenemos mucho para aportar. Así que le pregunté al rector de la Universidad y le dije que iba a citar este intercambio porque, en definitiva, es para que conste en la versión taquigráfica. El rector Arim me decía que no se puede cuestionar -o difícilmente sea posible- un informe como el que se acaba de mencionar, relacionado a inseguridad alimentaria en Punta de Rieles y Bella Italia, sin conocer, por lo menos, la metodología. Los equipos del Programa Integral Metropolitano de la Udelar, que fueron los responsables de elaborar el informe, están dispuestos a reunirse con los técnicos del Mides y con el ministro para intercambiar ideas, cosa que hasta ahora no ha sucedido.

Por otro lado, quiero mencionar que antes de la encuesta que hizo el INE con relación a inseguridad alimentaria, el propio ministro en otras rendiciones de cuentas hizo menciones a mediciones no oficiales del Estado uruguayo -particularmente las de FAO- y nosotros lo escuchamos y lo tomamos de recibo, como corresponde. Es difícil ser parte de una discusión con un tercero que no está y que no puede responder. Quería dejar esa constancia y, además, decir que están a disposición para intercambiar ideas acerca de la metodología y los alcances que, además, arrojaron resultados sumamente importantes. Era eso, nada más; no era para encresparse, ni nada.

MINISTRO LEMA. Quiero hacer una referencia. Primero: revisen la versión taquigráfica. Yo no cuestioné el trabajo de nadie, lo dije a texto expreso. Me llama la atención cómo no se va a las presentaciones del INE; la única que asistió, en su momento, fue la diputada Cristina Lustemberg, y yo le agradecí. El diputado Valdomir no fue a la presentación del INE, donde se estableció cómo Uruguay iba a pasar a tener esas mediciones en forma permanente. Capaz que si hubieran estado en esa presentación hoy no tendríamos la necesidad de entrar en este ida y vuelta, porque allí se fue sumamente claro. Es más: lo que acaba de establecer el diputado Valdomir muestra, justamente, el desconocimiento de lo que se hizo en esa presentación. ¿Por qué antes se hablaba de la FAO? Porque no había mediciones del INE. La Administración que se animó y quiso hacer un informe de prevalencia de seguridad alimentaria fue esta, y fue a partir del 2022. Entonces, de 2021 para atrás, no hay informes oficiales. Desde 2022 para adelante, sí los hay. Yo -lo digo con el mayor de los respetos- no pongo en tela de juicio al decano ni al rector ni a las autoridades a las que hizo referencia el diputado Valdomir, ni tampoco tengo que juntarme con nadie. En todo caso, la Universidad se tendrá que juntar con el INE, que es el organismo que en nuestro país mide este tipo de situaciones. Fíjense en lo siguiente: cuando todas las administraciones de este país, de cualquier color político, nos referimos a los datos de pobreza, ¿de quién hablamos? Del INE. Imagínense querer proyectar una política nacional con tres datos distintos de pobreza. Si yo lo tuviera que hacer no lo consideraría serio -teniendo los datos del INE-, pero es una opinión personal. Entonces, si bien respeto los trabajos…

Fortaleciendo el INDA

No voy a seguir con el tema, porque no colaboraría con la dinámica del debate. De todos modos, cuando el diputado Valdomir haga la intervención que entienda pertinente, con mucho gusto vamos a referirnos a este tema. Insisto en que nosotros no desmerecemos el trabajo de nadie; simplemente, estamos diciendo dónde nos paramos nosotros para llevar adelante las diferentes acciones; lo dijimos en la rendición de cuentas del año pasado cuando hablamos de este tema. Además, el PAT fortaleció al INDA. También quiero aclarar que estamos hablando de alimentos de entre 500 y 600 gramos, que tienen entre 600 y 750 calorías, y que hay 70 alternativas nutricionales para armas los menúes.

Asimismo, a través de la tecnología podemos conocer la trazabilidad de esas viandas. A veces nos preguntaban por qué el alimento es congelado, lo que se da en diferentes circunstancias. Por eso invitamos a legisladores de todos los partidos políticos a apreciar la calidad de los alimentos. Además, la gente valora que pueda alimentarse en su hogar, con sus afectos, al poder llevarse la vianda y calentarla en su casa; por supuesto, si no tiene medios para ello, se les calienta en el acto.

Por lo tanto, el PAT permite adaptarse a ese tipo de circunstancias. Una de las razones que ha permitido reforzar y fortalecer el INDA y mejorar la respuesta -en este sentido, quiero reconocer a la Dirección del INDA y a todo su equipo- es la eficiencia en el manejo de recursos públicos, que es algo central en la política pública. ¿Saben cuánto sale, en promedio -si me equivoco la economista Peter puede corregirme-, cada vianda? Sale $ 154, manteniendo la misma calidad y los requerimientos nutricionales que tenían los alimentos que se daban años atrás. Por ejemplo, el costo de una vianda en 2019 era de $ 238,39, y si aplicáramos la paramétrica y lleváramos ese monto a valores actuales, estaríamos hablando de $ 342. El trabajo que hace el INDA, buscando precios, alternativas y opciones para economizar, permitió llegar a una mayor cantidad de viandas, y así dar respuesta a más gente. Falta incorporar tres puntos al PAT, y voy a decir la razón. Ya está todo previsto: están los lugares, la logística, la comida comprada, está todo, pero ¿saben lo que está faltando, debido a que nos estamos aferrando a criterios de transparencia? Está faltando personal, porque renuncia o está costando encontrar personal en forma competitiva. Entonces, ¿qué estamos haciendo? Estamos reforzando otra línea de acción -por ejemplo, la de las canastas[1]mientras se da este proceso de incorporación de los tres puntos que están faltando. Al final, son más puntos de los que dijimos en un principio, porque en Paso Carrasco, a través de una articulación con la Intendencia, vamos a abrir otro comedor.

Falta instalar tres puntos más, entre móviles y fijos, los que estarán ubicados en Punta de Rieles, Bella Italia y Barrio Casarino; además, el móvil hace tres puntos territoriales. Asimismo, en Canelones se instalará uno en Barros Blancos y otro en Salinas.

Aclaro que esto fue reforzado por otras líneas de acción. La directora General tiene el peso, todos los días, de buscar la máxima celeridad, pero para hacerlo más eficazmente tendríamos que realizar contrataciones directas, que es algo por lo que no queremos atravesar en este momento. Como dije, cuando estamos por abrir alguno de estos puntos renuncia alguien o pasa algo, pero como tenemos formas alternativas de dar respuesta, preferimos proceder así y dar la respuesta con la máxima transparencia. Lo más importante del PAT -no me quiero extender más- es qué dicen los usuarios.

En ese sentido, hicimos una encuesta de satisfacción -se hizo a través de Intal- por la que se llegó a la siguiente conclusión: 82,1% de los encuestados calificó el Plan con 4 o 5 puntos, en una escala del 1 al 5, siendo 5 la mejor calificación. El 78,8% de los encuestados considera que el tamaño de la porción es adecuado o grande; el 90,3% de los encuestados recibe el alimento en menos de 10 minutos, y la gran mayoría lo recibe menos de 5 minutos; creo que el 80% o el 81% tiene la vianda para su alimentación en menos de 5 minutos. Además, el 91 % de los encuestados -esta fue una pregunta que nos hicieron en la jornada de presentación del PAT[1]manifiesta que no tiene ningún problema con los empaquetados.

Se van a seguir realizando actividades, pero podemos decir que el Plan tiene la capacidad de brindar hasta 10.000 viandas por día.

Comedores

Anteriormente hablé del refuerzo del Sistema Nacional de Comedores en el interior, pero en Montevideo también se incorporaron dos comedores.

Además, desde que se empezó a implementar el PAT hay 5.500 nuevos beneficiarios en los puntos móviles o fijos y 800 en los comedores.

Esto permite reforzar el sistema de alimentación y también las prestaciones sociales, porque los que van reciben otras prestaciones. De hecho, si quieren, después les digo los criterios para aplicar; tienen que ver con indigencia y algunas circunstancias puntuales en materia de pobreza.