Comienzan las clases.
Al comienzo de la Legislatura en el ámbito parlamentario se presentó un proyecto de ley para que la duración mínima del año lectivo sea de 200 días.
Es una iniciativa de los senadores colorados Pedro Bordaberry y Tabaré Viera y pasó para su estudio a la Comisión de Educación y Cultura de la Cámara alta.
En su Artículo 1º se establece: (Duración mínima del año lectivo): Para todos los ciclos educativos comprendidos en el Plan de Educación Básica Integrada (inicial, primaria y media básica) así como el Plan de educación media superior, el calendario escolar deberá garantizar un mínimo de doscientos (200) días de clase efectivo durante el año lectivo.
En su exposición de motivos se señala que “existe consenso a nivel nacional respecto de la necesidad de mejorar la calidad de la educación que se brinda en el país. En particular, dicha necesidad se aprecia con especial énfasis en la educación pública, a la que asiste más del 80% de los niños y jóvenes uruguayos”.
Según Bordaberry y Viera “la educación es la principal herramienta con que los países cuentan para atender los requerimientos de toda la sociedad, y en particular aquellos provenientes de los contextos desfavorables o muy desfavorables”.
Por tanto, “cada vez se torna más necesario fortalecer al sistema educativo a efectos de que sea capaz de brindar una educación de calidad. Concibiendo a esta como el centro de la educación ya que es de importancia fundamental para el bienestar de los niños, jóvenes y adultos en el futuro”.
Como consecuencia “una educación de calidad ha de atender a las necesidades básicas del aprendizaje y enriquecer la existencia del educando y su experiencia general de la vida”.
No obstante, “la realidad imperante en el país hace necesario actuar inmediatamente y adoptar medidas de rápido impacto, sin perjuicio de aquellas acciones de largo aliento, que demandarán mayores esfuerzos y compromisos de todos los involucrados en el sistema educativo”.
Reconocen que “si bien los esfuerzos realizados durante la pandemia permitieron sostener los aprendizajes de nuestros estudiantes, evitando pérdidas en los aprendizajes como sufrieron otros países, todavía debemos observar con preocupación que los niveles de aprendizajes de nuestros alumnos están por debajo de los mínimos que establecen las pruebas internacionales. Así lo han demostrado las recientes evaluaciones internacionales (pruebas PISA), difundidas por la autoridad educativa”.
Ante esta situación, agregan los legisladores del PC, “es necesario, para poder insertarse en la sociedad del conocimiento, que nuestros niños y jóvenes cuenten con las mínimas destrezas y habilidades que les permitan su desarrollo personal y profesional”.
Para ello “resulta de vital importancia considerar la mayor permanencia de los alumnos en los centros educativos, extendiendo el tiempo pedagógico y la actividad curricular de éstos, en especial en los ciclos inicial, primario y medio básico, tal como lo establece la Ley de educación Nº 18.437 en su artículo 7mo”.
En nuestro país, “según datos de la ANEP, desde el año 2017 al 2024 nunca se alcanzaron los 200 días lectivos, siendo el máximo alcanzado 185 días en el calendario”.
Manifiestan que “algunas actividades que se llevan adelante en los centros educativos, ajenas al dictado de los cursos y sin la presencia de alumnos (ATDs, jornadas de reflexión, capacitaciones, entre otras), así como las medidas de paralización eventualmente adoptadas por los trabajadores, los feriados nacionales y otros imprevistos, hacen que los días de clase no sean los originariamente previstos. A esto debemos sumarle el gran problema que presenta nuestro sistema educativo hoy asociado a los altos niveles de ausentismo de los alumnos, aspectos estos que contribuyen a que los días que efectivamente los estudiantes están expuestos a los aprendizajes sean en el entorno de los 160”.
Urgencia
Para Bordaberry y Viera “esta situación debe ser atendida inmediatamente, ya que resulta imperioso acercar a nuestro sistema educativo a las mejores prácticas probadas garantizando un estándar mínimo de días lectivos”.
En Latinoamérica Brasil y México “han establecido los 200 días efectivos de clase, Chile 190 y Argentina 180, desarrollándose campañas nacionales tendientes a que la sociedad cobre conciencia de la importancia del tema y de la importancia de cumplir efectivamente con el calendario fijado (“Menos días de clase es menos futuro”, dice un eslogan). En los restantes países de la región el promedio oscila en los 160 días de clase al año”.
Según los parlamentarios colorados “en otras partes del mundo los días de clase oscilan en los doscientos días, sin perjuicio de superarse esa cifra en algunos casos: 247 en Japón, 221 en Corea del Sur, 220 en España, 216 en Israel, 200 en Dinamarca, Holanda, Canadá y Bélgica, entre otros”.
Por otra parte, puede ser de utilidad repasar los días de clase establecidos en aquellos países mejor ubicados en los resultados académicos que se obtienen en el marco de las prueba PISA:
País | Días anuales de clase | Resultados pruebas PISA 2009
Corea del Sur | 221 | 539 puntos
Finlandia | 200 | 536 puntos
Hong Kong – China | 190/200 | 533 puntos
Canadá | 200 | 524 puntos
Nueva Zelanda | 190 | 521 puntos
Japón | 243 | 520 puntos
Australia | 200 | 515 puntos
Holanda | 200 | 508 puntos