El representante de Unicef en Uruguay, Tom Bergmann-Harris, expresó su esperanza de obtener en la región española de Galicia ayuda para financiar programas destinados a ayudar a unos 7.000 niños pobres de Uruguay.

Bergmann-Harris, que se encuentra en la ciudad gallega de Santiago de Compostela para explicar los proyectos que ese organismo especializado de la ONU lleva a cabo en Uruguay, dijo este martes que hay unos 7.000 niños en situación de pobreza, la mitad de ellos en las calles de Montevideo, que sobreviven con «limosnas o pequeños trabajos».

Se trata de «niños que no reciben educación ni atención en temas de salud», comentó el representante de Unicef en Uruguay y advirtió que corren el riesgo de «caer en redes de delincuencia, de la droga o de resultar infectados con el virus del sida».

Precisó que la crisis monetaria registrada en 2002, que afectó profundamente a Argentina y provocó la devaluación de su moneda, el peso, tuvo también una elevada repercusión en Uruguay y contribuyó a elevar los niveles de pobreza entre la población.

Según cálculos de las autoridades, un 32 por ciento de los uruguayos adultos vive bajo el umbral de la pobreza, una situación todavía más acentuada entre los niños menores de cinco años que alcanza al 57 por ciento, provocando graves consecuencias para su desarrollo físico e intelectual.

Bergmann-Harris indicó que Unicef lleva a cabo actualmente un programa piloto de ayuda a un centenar de «niños de la calle» destinado a lograr su reinserción en la sociedad.

Se trata de un proyecto que «no requiere gigantescas cantidades de dinero –dijo- debido a que Uruguay es un pequeño país”, y precisó que eso implicaría ofrecer también ayuda a sus familiares, lo que supondría en total unas 40.000 o 50.000 personas.