El diputado Luis Alberto Lacalle Pou (Herrerismo) propuso declarar de interés el Año Polar 2007-2008. En un proyecto de ley sostiene que «la República Oriental del Uruguay, a través de los organismos competentes en la materia, públicos y privados a nivel nacional, así como con organismos internacionales, coordinará la realización de las iniciativas de investigaciones académicas, científicas y de toda otra naturaleza que impliquen la participación de nuestro país en los acontecimientos proyectados en el mundo por la comunidad científica internacional».

Se trata de un proyecto de ley con fecha 7 de agosto de 2007.

En la exposición de motivos, Lacalle expresa que «el 1º de marzo de 2007, en el Palais de la Découverte, en la ciudad de París, República de Francia, se dio inicio al Año Polar Internacional 2007/2008.

Para aquellos países miembros del Tratado Antártico ello implica la realización de estudios y trabajos científicos del continente antártico en razón de la enorme influencia que ello tiene para el futuro de nuestro planeta. Por tanto podemos significar el rol importante que tienen el cambio global, los ciclos biogeoquímicos, los ecosistemas, las actividades humanas, los cambios del nivel del mar por el desprendimiento de grandes masas de hielo y el efecto invernadero.

En el último Año Polar, denominado Año Geofísico Internacional, se crea, a pedido de los propios científicos que trabajaron en la Antártida, el Special Committee Antartic Research (SCAR) a fin de continuar con las investigaciones que se venían ejecutando.

Posteriormente, el 1º de diciembre de1959, se firma en la ciudad de Washington el Tratado Antártico, entre los doce países intervinientes en el Año Geofísico Internacional (Argentina, Australia, Chile, Bélgica, Francia, Noruega, Nueva Zelanda, Japón, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia y Sudáfrica).

El mismo fue ratificado por los doce países mencionados, entrando en vigencia el 23 de junio de 1961 por un período de 30 años.

El 7 de octubre de 1985, la República Oriental del Uruguay ingresa al Tratado Antártico como Miembro Consultivo -o sea, con voz y voto en las reuniones del Tratado-, luego de cumplir con los requisitos establecidos en el propio Tratado como lo era realizar una expedición, establecer una base y realizar trabajos científicos.

Por lo expuesto, y entendiendo que nuestra República no puede estar ajena ante un evento científico de esa envergadura a nivel mundial, por su carácter de Miembro Consultivo del Tratado Antártico, por ser protagonista a través de la labor continua e ininterrumpida que se lleva a cabo en la Base Científica Antártica Artigas (BCAA) desde 1985 y por la influencia científica de las actividades a desarrollar durante el transcurso del Año Polar para las ciencias de la vida, ciencias físicas y geociencias, tal como lo establece el Comité Científico de Investigaciones Antárticas (SCAR) creado en setiembre de 1958, es que se hace ineludible la participación en tal acontecimiento».