Fabricantes de calzado de Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay y México cerraron filas este jueves en contra de las importaciones de zapatos desde China. Las consideran una “amenaza” para el sector.

En el Foro de la Industria del Calzado Latinoamericano que se inició hoy jueves 30 de agosto en Buenos Aires, los empresarios coincidieron en reclamar a sus gobiernos “medidas de defensa regionales” ante la avanzada china que se refleja en que “ocho de cada diez pares de zapatos que se usan en el mundo provienen del país asiático”.

«La competencia no es justa, las herramientas que tenemos en la Organización Mundial del Comercio tampoco son justas ni eficaces», sentenció el presidente de Abicalcados de Brasil, Milton Cardoso y agregó que «la situación de trabajo en China no es humana».

En vicepresidente gremial de la Unión Industrial Paraguaya, Vicente Ramírez Santacruz, planteó la necesidad de seguir “profundizando las medidas a nivel regional y trabajar para lograr precios de referencia similares en toda la región o al menos márgenes mínimos y máximos en partidas arancelarias”.

El año pasado, Paraguay importó 20 millones de pares de calzado de los cuales 11 millones de dólares fueron desde China.

“Los importadores de calzados chinos son vulgares contrabandistas”, dijo Ramírez Santacruz.

El secretario general de la Cámara del Calzado de Uruguay, Daniel Tournier, coincidió en la necesidad de no dejar ingresar calzado “a un precio inferior a la sumatoria de sus componentes en el valor mundial” y precisó que el calzado chino tiene un valor que es la cuarta parte del precio de los zapatos que fabrican Argentina y Brasil.

El empresario mexicano José Antonio Abugaber Andonie, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), dijo que las importaciones desde China no son la única amenaza pues también hay competencia desleal de parte de Taiwán, Vietnam y Corea.

Por su parte, el titular de la Cámara de la Industria del Calzado de Argentina, Alberto Sellaro, precisó que en su país “las importaciones entre 2002 y 2006 crecieron el 500 por ciento y las de China treparon el 3.000 por ciento”.