En el primer año de gestión, la Defensoría del Vecino recibió 1.126 pedidos, de los cuales solucionó unos 400. Los temas sobre los cuales se hicieron más reclamos fueron: arbolado, tributos, viviendas, ruidos molestos, alumbrado, vialidad y limpieza, pero no son los únicos. Entre las demandas de los montevideanos pendientes de solución se destaca la contaminación acústica. La Defensoría del Vecino presentará este viernes a la Junta Departamental de Montevideo un detallado informe sobre su primer año de funcionamiento, que va desde su instalación en diciembre de 2006 a noviembre de 2007.
Así lo informó Radio El Espectador este jueves 13 de marzo de 2008.

El principal cometido de esta repartición es escuchar, investigar y buscar soluciones a reclamos de los ciudadanos relacionados a servicios que brinda la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM).

El Defensor del Pueblo, Fernando Rodríguez, dijo en la mañana de este jueves a Índice 810 que durante el primer año de gestión recibieron 1.126 reclamos, entre todos los barrios de la capital, de los cuales, solucionaron unos 400.

Indicó que este nivel «es muy alto» para tratarse de una oficina que recién está haciendo sus primeras armas, y que todavía, sufre algunas carencias materiales para atender las demandas de los vecinos. Rodríguez explicó que a la Defensoría llegaron más de 7.000 denuncias, pero aclaró que la repartición sólo atiende los que son de su competencia.

«1.126 reclamos que entendimos que eran de competencia nuestra porque tenían que ver con vulneración de derechos ciudadanos y esa vulneración en relación a las políticas municipales. En términos generales nosotros recibimos unas 7.000 consultas durante los primeros 12 meses de gestión de distinta índole. Pero aquellas que tenían que ver con nuestras competencias las situamos en 1.126», dijo Rodríguez.

En el informe que va a presentar este viernes ante la Junta, los reclamos se clasifican en 16 temáticas distintas. Los temas sobre los cuales se hicieron más reclamos fueron: arbolado, tributos, viviendas y edificaciones, ruidos molestos, alumbrado, vialidad, pavimento, limpieza y salud. Le siguen saneamiento, salubridad pública, tránsito y transporte, ferias vecinales, espacios públicos, y multas de tránsito.

En relación a estas áreas, Rodríguez contó cuáles son los reclamos más comunes que recibió la nueva oficina y lograron atenderse.

«Una falta de una calle, un alumbrado inexistente, un contenedor mal mantenido, una casa con problemas de edificación, una obra sin permiso de construcción, un terrenos baldío donde hay un basural», señaló Rodríguez.

El defensor explicó que su oficina procesa los reclamos en tres etapas: recepción (de la denuncia), indagatoria e intervención. En la primera se determina la competencia con el asunto estudiando qué derechos se ven vulnerado, en la segunda (la indagatoria) se buscan las causas que dieron origen al reclamo y en tercer lugar, la Defensoría recomienda a la IMM qué medidas tomar para solucionar el problema.

Además, señaló que la mayoría de las demandas solucionadas se resolvieron hablando con las divisiones IMM, sin ser necesaria una nota formal.

Dentro de los reclamos que están pendiente de solución, se destacan las quejas por la contaminación acústica. Rodríguez dijo que se trata de casos que no tienen una solución inmediata, ya que deben ser estudiados con tiempo y de forma global. Advirtió que varios reclamos hechos por ruidos molestos pasaron a ser catalogados de contaminación acústica, por lo que ya elevaron una propuesta al intendente Ricardo Ehrlich.

Rodríguez detalló las fuentes de contaminación sonora que más preocupan y molestan a los vecinos.

«Hemos trabajado con un grupo de directores y funcionarios municipales. Nosotros consideramos que Montevideo tiene un problema de contaminación acústica, que es necesario abordarlo globalmente, detectando por lo menos tres fuentes de contaminación acústica: el tema del tránsito y transportes; el tema de los emprendimientos industriales y comerciales y el tema de los espectáculos o desarrollo de actividades en pubs, casas de fiestas. Entonces, el tema trascendió la temática de ruido molesto y pasó a ser un tema de contaminación acústica en la ciudad», manifestó Rodríguez.

Por último, Rodríguez afirmó que la información que pudieron procesar, durante el primer año, fue bastante inferior a la que efectivamente recibieron. Adelantó que ahora se está trabajando en la instrumentación de un nuevo software que va a permitir procesar un mayor volumen de información, y por ende, atender más reclamos.

«Los primeros seis meses estuvimos fundamentalmente -además de atendiendo a los vecinos con un número muy importante- armando el equipo técnico de trabajo y además generando las herramientas básicas desde el punto de vista de la gestión. Por ejemplo, el desarrollo de un software que recién ahora lo pudimos instalar definitivamente, estamos en un período de prueba. Recién ahora tenemos un software que nos permite procesar la información y empezar a analizar la información ya procesada. Durante el primer año el proceso de información fue bastante más precario del que vamos a poder hacer ahora en el segundo período», prosiguió Rodríguez.

Fuente: Radio El Espectador. http://www.espectador.com