Con fecha 5 de mayo de 2008, el diputado herrerista, Jaime Trobo remitió al Ministerio de Relaciones Exteriores y varios organismos nacionales e internacionales una exposición escrita sobre «Las Damas de Blanco de Cuba».

«Las Damas de Blanco, Premio Sajarov a la defensa de los DDHH del Parlamento Europeo en el año 2007, son perseguidas por el régimen político de Cuba. Hace pocos días, el 20 de Abril, cuando manifestaban pacíficamente en la Plaza de la Revolución de La Habana, reclamando por la libertad de sus familiares, presos políticos del gobierno hoy liderado por Raúl Castro, fueron violentamente desalojadas por personal de la seguridad del estado. Mujeres policías, militares e integrantes de los denominados Comités de Defensa de la Revolución, actuaron con la mayor contundencia, arrastrando a las pacíficas manifestantes a vehículos colectivos que fueron enviados al efecto de trasladarlas rompiendo la manifestación.

Las notas graficas del episodio muestran la violencia utilizada contra estas mujeres cuando ellas sólo expresaban su reclamo de libertad y respeto por los DDHH de los más de trescientos presos de conciencia que existen hoy en Cuba.

Este hecho que agravia la sensibilidad democrática debe ser denunciado como corresponde y por ello alzamos nuestra voz, otra vez más en defensa de las respetables y heroicas «Damas de Blanco».

La comunidad europea ha reconocido su lucha y los partidos políticos de todas las corrientes ideológicas representados en el Parlamento Europeo, han honrado su lucha por los DDHH en Cuba, concediéndoles el Premio Andrei Sajarov . Ni aún esta condición les ha servido de escudo para garantizarles el derecho a la protesta. El gobierno de Cuba les prohíbe manifestarse reclamando la libertad de sus familiares. Muchas de ellas tienen vinculación directa con los 75 presos de la denominada «Primavera de Cuba» sometidos a juicios sumarios que duraron menos de 72 horas en los que recibieron condenas de hasta 25 años, ocurrida en Marzo de 2003.

Nuestro país, ni ninguno de los de Latinoamérica, desde los cuales se proclama el apoyo a la soberanía de Cuba, pueden estar ajenos a la violación de la soberanía del pueblo de Cuba que ejercita su propio gobierno. Por ello es necesario reclamarle a las autoridades de ese estado el respeto a los DDHH y la Libertad de su pueblo.
En el correr de estos tiempos, una campaña de saturación en la información sobre lo que ocurre en Cuba, promueve las medidas económicas de una pretendida «liberalización» que augure tiempos diferentes. Mientras tanto, y al tiempo del anuncio de esas medidas el régimen político endurece su represión a quienes no comparten su ideología, y suceden actos como el que denunciamos contrarios al ejercicio de mínimas libertades y ejercicio de derechos humanos.

Los gobiernos y parlamentos latinoamericanos deben expresar públicamente su contrariedad con estos hechos, no se trata de una actitud de intervención, sino de defensa de derechos que deben gozar en la región todos los habitantes; que diferencia tienen los cubanos con nosotros que no tienen derecho a la libertad y a manifestar su desacuerdo?

Nuestro país, debe hacer saber a las autoridades cubanas que estos hechos no contribuyen al esperado transito a la democracia que deben ofrecer al pueblo de ese país. Debe expresarles que ninguna causa justifica la violación voluntaria de derechos de los ciudadanos y que Cuba debe responsablemente asumir que una transición debe responder a una vocación de apertura política, a la que debe agregarse la económica. No es aceptable que se pretenda satisfacer mediante medidas tenuemente liberalizadoras en lo económico el ansia de libertad y de derechos al que tiene derecho cualquier pueblo, sin excepciones.

Solicito que la presente exposición sea enviada al Ministerio de Relaciones Exteriores, a la Embajada de Uruguay en La Habana para que la haga llegar a las «Damas de Blanco», a la Embajada de Cuba en Uruguay, a la Presidencia del Parlamento Latinoamericano, a la Comisión de DDHH, Justicia y Políticas Carcelarias del Parlamento Latinoamericano, a la Presidencia de la Unión Interparlamentaria, a las Comisiones de Asuntos Internacionales de la Cámara de Representantes y del Senado de la República y a la Presidencia de la República O. del Uruguay y a la Secretaría General Iberoamericana.

Jaime Mario Trobo.
Representante Nacional.