El 63% de los adultos uruguayos tiene actitudes de violencia con niños o adolescentes que integran su grupo familiar. El informe perteneciente al programa “Infamilia” señala que la violencia psicológica se da en mayor grado en los sectores medio y alto de la sociedad uruguaya, mientras que la violencia física se da, principalmente, en los estratos más bajos. Para este relevamiento se optó por interrogar a los adultos sobre sus conductas hacia los niños y adolescentes del hogar y a través de una encuestas personales, sobre una muestra representativa de la población mayor de 18 años, residentes en el Área Metropolitana (Montevideo urbano y centros urbanos vinculados a la capital de Canelones y San José). Se tomaron en cuenta hogares con presencia de uno o más niños o adolescentes de 0 a 18 años. La muestra fue de 1.100 casos. La ministra de Desarrollo Social, Marina Arismendi, dijo que los padres tendrían que replantearse muchas cosas para saber hasta qué punto ciertas acciones no se convierten en violencia.“Veamos qué nos dice el estudio, porque hacia ahí fuimos. Y queremos decirlo con total claridad: son preguntas; tenemos algunas conclusiones, pero en realidad preguntarnos a nosotros mismos, porque a nosotros nos pasó cuando lo leímos. Empezando por nosotros mismos, por esta sociedad uruguaya de la cual hablamos. ¿Cuándo fue la última vez que lo abracé? ¿Cuándo fue la última vez que le dije que lo quería? ¿Cuándo fue la última vez que fuimos a pasear aunque yo no tenía ganas porque estaba reventada, y de lo que tenía ganas era, después de una semana de trabajo, poner los pies para arriba y mirar televisión. O capaz que lo pongo a ver dibujitos para que no me jorobe. Entonces, ¿eso es violencia? Nosotros pensamos que sí. Pero vamos a ver qué dice el estudio que llevaron adelante los compañeros y compañeras en este plan”, señaló a la prensa la ministra Arismendi. El informe distingue tres tipos de maltrato infantil: violencia psicológica, maltrato físico moderado y maltrato físico severo. Según el estudio, la “violencia psicológica o emocional” puede resultar tanto o más perjudicial que algunas formas de maltrato físico. Por eso se manejan algunos ejemplos: hablarles fuerte o gritarles, insultar o maldecir, amenazarlo con enviarlo afuera o echarlo de la casa, amenazar con pegarle, llamarlo estúpido, haragán o alguna otra cosa parecida. La violencia psicológica se da en el 58.5 % de los casos. Esto tomando como base la prevalencia crónica (aquellos hogares donde dos o más veces se dan conductas violentas). La cifra crece a más del 63 % cuando se trata de niños en edad escolar.Respecto al maltrato físico moderado, el informe indica que la diferencia entre esta forma de agresión y la severa sólo cumple una función analítica, ya que cualquier agresión física a un niño constituye un problema grave. Algunos ejemplos: sacudirlos, golpearlos en la cola con un objeto duro, darles palmadas en la cola con la mano descubierta, pegarle con la mano en su mano, brazos o piernas, pellizcarlos. El 36.5 % de los entrevistados declaró haber agredido físicamente al niño o adolescente de referencia en alguna de estas modalidades en más de una oportunidad.