Los productores lecheros de Uruguay se declararon ayer en «estado de emergencia» como consecuencia de la prolongada sequía que afecta las zonas centro y sur del país, y reclamaron al Gobierno que adopte medidas urgentes para mitigar el impacto de la crisis.

«La situación es realmente muy difícil y se necesitan medidas urgentes para tratar de paliar la falta de agua y de alimento para el ganado», dijo el 6 de enero de 2009, Héctor Javiel, directivo de la Sociedad de Productores de Leche de Florida.

A menos de tres meses de haber alcanzado el récord histórico mensual, con 140 millones de litros, la producción promedio cayó un 30% convirtiéndose en la más baja de los últimos cinco años, según datos oficiales del sector.

«A la caída de precios del orden del 50% originada por la crisis financiera internacional y la distorsión del mercado a raíz de la leche contaminada con melamina proveniente de China, se suma la grave sequía que atraviesa el país», señaló el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Leche, Carlos Torterolo.

El dirigente aseveró que «se está comprometiendo la viabilidad de la mayoría de los productores nacionales por falta de liquidez» y reclamó a las autoridades la implementación de un paquete de medidas a corto y mediano plazo.

«Resulta esencial la aprobación de un nuevo esquema de financiación para evitar los endeudamientos, asegurar la cadena de pagos y hacer frente a los costos industriales, mediante la flexibilidad en el pago de tributos y de las tarifas públicas», apuntó Torterolo.

La falta de lluvias en el último semestre ha provocado un déficit hídrico de entre 40 y 60% en Uruguay, país que destina a la exportación el 70% de su producción lechera (mil millones de litros por año), generando un ingreso de divisas de 300 millones de dólares.

Fuente: Agencia AFP y ABC de Paraguay.