La autodenominada Asamblea Ciudadana Ambiental de la ciudad entrerriana de Gualeguaychú enviará una carta a funcionarios del gobierno argentino para solicitar detalles sobre los resultados de los análisis de las aguas frente a la planta de Botnia para determinar si son o no contaminantes.
La carta será enviada al secretario de Ambiente del gobierno del vecino país, Homero Bibiloni, con el aval de más de treinta instituciones intermedias de la ciudad que expresaron su preocupación por las manchas que aparecieron en las aguas del río que luego se confirmó que provenían de un efecto provocado por algas.
Los asambleístas reclamarán en su misiva que se «informe a la brevedad los resultados de los análisis de los incidentes provocados por la empresa Botnia que son de público conocimiento y que tienen a la población de Gualeguaychú y comunidades de la costa del Río Uruguay en un permanente estado de angustia».
La Asamblea, al referirse a episodios de olor en Gualeguaychú el 26 de enero y a la aparición de una mancha en el río Uruguay el 4 de febrero, señala que formula el pedido «dado el tiempo transcurrido sin que exista información fehaciente alguna y ante la incertidumbre de que dichos eventos se pueden llegar a repetir».
Los pobladores de Gualeguaychú solicitaron información respecto de la composición de gases y duración de emisión de sulfídrico del escape gaseoso, como también de la composición química de la mancha en el río.
También piden los asambleístas un informe del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) acerca de dioxinas y metales pesados en las costas frente a Botnia, entre otros puntos.
Por otro lado, los pobladores de Gualeguaychú protagonizaron este domingo 22 de febrero un «bocinazo» para protestar por las demoras del gobierno nacional en informar sobre los resultados de los análisis realizados en aguas frente a la planta de la pastera.
El asambleísta Jorge Fritzler, recordó que hasta ahora los únicos resultados de análisis son los proporcionados por el laboratorio de Obras Sanitarias de Gualeguaychú, los cuales indican que esa mancha contenía un «componente químico importante».
En ese sentido, los ambientalistas señalaron que «no eran sólo algas» como se informó inicialmente y que el río tenía ausencia total de oxígeno.