La noche de Punta del Este ofrece restoranes, bares y boliches para todos los gustos. Más caros, más baratos, más top, o menos de todo eso. Pero el punto de encuentro de los jóvenes menores de 25 años en este verano al que ya prácticamente le están saliendo ojeras no es establecimiento comercial, playa o parador alguno: el lugar de «más onda» y más concurrido de la noche esteña es la ruta.
Como una réplica de la playa pero a la orilla de la ruta Nº 10, cientos de jóvenes -en su mayoría argentinos- estacionan sus vehículos de todo tipo uno al lado del otro, abren las puertas para dejar que se escape el sonido de sus radios y se instalan con las heladeritas con bebidas hasta altas horas de la madrugada.
Los piqueteros de la noche esteña son jóvenes de 25 años para abajo, que se reúnen justo en la entrada de La Barra, según informa el diario Clarín de Argentina. Para la 1 de la mañana, hay tanta gente en unos 200 metros aproximadamente como en un corso de carnaval.
«Antes que un bar es mucho mejor este lugar», cuenta un joven argentino identificado como Emiliano, que va usualmente a esta suerte de parador nocturno en la banquina de la carretera. «Todos venimos acá, es casi una obligación», explica Luz, otra argentina de 19 años mientras toma su cerveza al costado de la ruta y se acomoda el cabello.
Este punto de encuentro obligado sirve en algunos casos para hacer las veces de previa antes de ir al boliche a pesar de algunas quejas de vecinos de la zona, por el ruido más que nada. Como en todas partes donde hay mucha gente, cada tanto se producen «corridas y peleas porque toman bastante», según reconoce un agente de policía de Maldonado.