Un mecánico de autos uruguayo, experto en hacer partes con fibra de vidrio, cambió su negocio por la fabricación de maravillosas piernas ortopédicas, que han permitido que cientos de lisiados, incluido el ex futbolista Darío Silva, recuperaran una vida normal y hasta pudieran volver a los campos de juego.

El logro emblemático del mecánico Enrique Ostrovski es el de haber dado una pierna al ex mundialista Darío Silva, quien gracias a la original creación se reencontró con el fútbol pocas semanas atrás, dos años después del accidente de tránsito que puso en riesgo su vida y le costó la amputación parcial de una pierna, consignó el diario La República el 6 de febrero de 2009.

«Mis clientes están maravillados con los resultados y no es para menos. Ellos han vuelto a hacer una vida normal: juegan fútbol, corren, andan en bicicleta y hasta duermen con su pierna ortopédica», dijo Ostrovski a AFP desde su humilde taller en la ciudad de Rivera, 500 kilómetros al norte de Montevideo, en la frontera con Brasil.

Una «artesanía»

«No es una industria, es una artesanía», aclaró Ostrovski y aseveró que su producto es «exclusivo en todo el mundo porque cuenta con un dispositivo hidráulico que lo hace flexible», a diferencia de las prótesis convencionales.

El artesano, pues, se dedicaba a fabricar parachoques y demás accesorios en fibra de vidrio.

«Hasta que un día un amigo me pidió que le hiciera una prótesis para un hombre que andaba en un carro tirado por un caballo», contó.

Luego, el autodidacta se especializó en aplicaciones con el muñón (la parte de un miembro cortado que permanece adherida al cuerpo), en un curso dictado en la ciudad brasileña de Porto Alegre, al que asistió junto a un equipo de médicos cirujanos.

«De allí en más fabrico cientos de piernas ortopédicas por año para Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay», señaló Ostrovski, quien en 2007 patentó el sistema de ‘bombilla hidráulica’ ante el Ministerio de Industria, con la ayuda del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU), «porque no me alcanzaba el dinero», apuntó.

«Su propuesta nos pareció fantástica y no dudamos un instante en respaldar un proyecto innovador de esas características, en el marco del programa de apoyo a las PyMEs (Pequeñas y Medianas Empresas)», dijo Beatriz Pérez, jefa del Departamento de Atención al Cliente del LATU.

Ostrovski, de 64 años, explicó que el secreto de su obra estriba en el «sistema de encaje del muñón» y en un diseño artesanal en base a fibra de carbono para la pierna y caucho de silicona para los dedos del pie.

El encaje, que contempla una curva por debajo de la rótula, «queda perfecto y la presión es uniforme, en cambio las que utilizan metal y tornillos atrofian las articulaciones, son extremadamente rígidas y provocan dolor», agregó.

El valor del trabajo

El valor de mercado de una pierna ortopédica oscila entre los mil y los cinco mil dólares, aunque el flamante operario las comercializa a una cuarta parte de ese precio. «No me interesa hacerme millonario, sino hacer feliz a la gente. Diariamente lloro de emoción al ver la transformación de mis pacientes», reveló.

Ostrovski dice que una empresa de San Pablo insiste en emplearlo y que recibió «una propuesta de contrato de trabajo por dos años del gobierno israelí, a través de la embajada».

«Pero nadie me saca de Rivera», afirma.

«No cambio fortunas por esta tranquilidad y la felicidad de mi gente».

El ex atacante del Cagliari italiano, Portsmouth inglés y el Sevilla de España, entre otros, quien disputó asimismo 49 partidos oficiales con la selección uruguaya y fue titular en la Copa del Mundo de Corea del Sur/Japón 2002, hizo honor a la ‘escultura’ del ex mecánico automotor.

En un partido benéfico disputado en Punta del Este, principal balneario uruguayo, Darío Silva, con la pierna ortopédica de Ostrovski, marcó dos goles de tiro penal, remató al arco de afuera del área, sirvió centros y mereció el reconocimiento de sus cercanos y del público en general.

Fuente: Agencia AFP y Diario La República. http://www.larepublica.com.uy