Luego de arduas negociaciones, uno de los talleres clave de la industria como es Casabó, donde sus trabajadores y trabajadoras dieron en la pasada ronda de Consejos de Salarios una destacada muestra de participación y combatividad, acaba de firmar con el aval de la Asamblea del Sector de Imprentas de Obra del SAG, un Convenio Interno que consagra la propuesta salarial del sindicato. Esto, sumado al hecho de que en Casabó la mayoría cobra por encima de los laudos mínimos de categoría y tiene otros derechos por encima de la media del Sector, demuestra que no es que las patronales no puedan pagar más, sino que no quieren.

Igual que en las anteriores rondas de Consejos de Salarios, el sindicato propuso al gobierno y a la patronal del Sector de Imprentas de Obra (AIGU) un Convenio Colectivo que consagrara una verdadera recuperación del salario real perdido, la actualización de la Evaluación de Tareas y otros puntos. La patronal demostró desde el inicio al final su clara decisión política de que no se arribara a ningún Convenio Colectivo (excepto que este les fuera gratis en materia de concesiones al sindicato) y al ver que las fuerzas no daban para alcanzar nuestros objetivos, decidimos un viraje táctico donde invertir nuestros últimos cartuchos. Fue así que la Asamblea de Sector habilitó a aquellos talleres que estuvieran en condiciones de arribar a Convenios Internos donde se plasmara la propuesta salarial del sindicato, los negociaran y trajeran a Asamblea para aprobación definitiva.

Esto generó controversias entre compañeros y compañeras porque en opinión de algunos esto nos «dividía» frente a la patronal, mientras otros pensaban que había que probar si se podía «romper» el frente patronal logrando varios Convenios Internos, y otros que era la forma de desenmascarar la «mentira» de los patrones que los proponían con la idea de que el SAG los rechazaría. En este contexto tuvo lugar la experiencia ejemplarizante de La Impresora/Steme donde se acuerda un Convenio Interno entre los trabajadores y el empresario, se refrenda en una Asamblea del Sector y luego la empresa lo retira -supuestamente- por presiones de la AIGU, aunque nunca sabremos si se trató de esto o de un Convenio Interno propuesto por el patrón esperando su rechazo. Y así terminamos la ronda de Consejos de Salarios votando junto al Poder Ejecutivo una recuperación salarial de 9% en 24 meses.

Uno de los talleres que mayores muestras de participación y combatividad realizó durante la referida ronda de Consejos de Salarios fue Casabó, donde los compañeros y compañeras llegaron a meter en las últimas dos semanas de conflicto, la elogiable cifra de 28 paros sorpresivos. Llegados a Enero se abre una negociación que tenía por base la propuesta salarial del sindicato, estando facultado el Consejo Directivo por la Asamblea del Sector de Imprentas de Obra a aprobar todo Convenio Interno que cumpliera con ella. Pero la empresa plantea que quiere un Convenio Interno que se extienda por 30 meses, lo cual excedía los plazos del actual Decreto que regula los salarios en el Sector hasta el 30 de Junio de 2010, extendiéndose esos 30 meses a partir del 1º de Enero de 2009 hasta el 30 de Junio de 2011. Por unanimidad, el Consejo Directivo lo pasa a Asamblea por exceder sus facultades.

El 29 de Enero pasado se convoca la Asamblea del Sector de Imprentas de Obra para considerar el Convenio Interno negociado entre la Comisión Interna del SAG en Casabó y la empresa. Para sorpresa de todos los presentes, en particular los más veteranos, el salón principal de nuestro local sindical se ve colmado de compañeros y compañeras, siendo pleno verano, recibiendo el informe del Consejo Directivo sobre la propuesta de Convenio Interno. Se debatieron sus aspectos positivos y negativos, aprobándolo por mayoría, con unos pocos votos en contra y unas pocas abstenciones; a partir de lo cual la Comisión Interna del SAG en Casabó comienza a negociar los detalles de redacción del Convenio Interno con la empresa. Acordándose entre ellos una versión final el 17 de Marzo, que luego fue pasando de mano en mano para ser firmada por los distintos delegados sindicales y directivos de la empresa.

Convenio Interno

El Convenio Interno de Casabó consagra un aumento de 1,4% por encima de cada uno de los aumentos pautados por el Poder Ejecutivo en el Decreto que fija los salarios del Sector hasta el 30 de Junio de 2010 y de cualquier otro aumento que logre el SAG en el período de vigencia del Convenio Interno. De esto, que los trabajadores y las trabajadoras de Casabó tendrán un 7% de aumento salarial por encima del 9% que por sobre la inflación tendrá todo el Sector de Imprentas de Obra, totalizando un 16%. O sea, la propuesta salarial del sindicato de 14,5% de recuperación del salario real perdido en 24 meses, más el 1,4% del semestre que completa los 30 meses de vigencia del Convenio Interno. Hasta aquí lo propuesto para todo el Sector por el SAG, hecho realidad en uno de los talleres más importantes, debilitado al mismo tiempo el frente patronal en este punto. Pero el asunto va más lejos.

 

El Convenio Interno de Casabó establece laudos mínimos por categoría que arrancan en la Categoría 1 iguales al laudo general, pero no bien se avanza en la escala van progresivamente diferenciándose hacia arriba. Esto quiere decir que un trabajador o trabajadora de Casabó en la Categoría 2 (o sea, 6 meses luego de entrar) no cobra $ 39,79 la hora de trabajo, sino $ 42,36. O sea, un 6,46% más. Esto es igual a dos tercios de la recuperación del salario real perdido que tendrá el Sector al final del Decreto vigente. Uno que está en la Categoría 6 cobra $ 73,64 la hora de trabajo; o sea, un 14,53% más que los $ 64,30 del laudo general o una vez y media la recuperación decretada, pero hoy mismo. Y uno que está en la Categoría 10 no cobra $ 109,48 la hora de trabajo, sino $ 176,21. O sea, un 60,95% más. Pero seamos «gráficos» con las cifras: al final del mes eso es hoy $ 36.652 y no los $ 22.772 del laudo.

Como si esto no fuera suficiente diferencia con los salarios generales del Sector de Imprentas de Obra de la industria, los trabajadores y trabajadoras de Casabó reciben anualmente un medio aguinaldo extra; diariamente en forma gratuita una comida integrada por un plato principal y un postre. En forma anual y gratuita reciben también una canasta navideña, la totalidad de los libros de texto de primaria o secundaria de los hijos del personal en calidad de préstamo, y un uniforme completo. Algunos de estos beneficios -los más económicos, claro- existen en otras empresas de la industria; otros aunque no tengan fijada regularidad, constituyen obligaciones de cualquier patrón -el uniforme de trabajo, por ejemplo- y otros no eran en el pasado tan poco comunes como en el presente o podía accederse a ellos pagando un ticket mínimo -como es el caso de la comida en el trabajo.

No obstante lo anterior, nadie debe sacar conclusiones equivocadas. Los salarios y beneficios se listan con el fin de que cada uno pueda sacar la cuenta de cuánto dinero significan, para agregarlo a la diferencia salarial existente entre los laudos del Convenio Interno de Casabó y los laudos vigentes en la industria. Pero bien lejos estamos de idealizar la situación. Casabó es una empresa capitalista como cualquier otra, que compite en el mercado de manera feroz y para ello es capaz de rotar de turnos al personal en forma constante, impidiendo que lleven sus «secretos industriales» a otro taller, pero también que puedan llevar una vida normal. Es una empresa que no tuvo empacho alguno en violar el anterior Convenio Salarial conquistado por el sindicato, no dando a parte del personal el 10,28% de aumento correspondiente al 1º de Enero de 2008. Y que no tendrá pruritos en violar este si le es beneficioso.

Palabras finales

¿Los dueños de Casabó están dilapidando la plata? ¿Casabó pierde en la competencia por los salarios que paga? Nada de esto es verdad. Es una empresa que compite de manera exitosa en el mercado nacional y regional, y que entiende que debe invertir en su fuerza de trabajo para competir mejor y obtener más ganancias. Pero sobre todo, es una empresa que tiene trabajadores y trabajadoras en su gran mayoría afiliados al sindicato, que durante el último conflicto realizaron una gran demostración de combatividad y que generarían respeto en cualquier patronal de la industria. Pero las estrategias empresariales cambian y la combatividad de los trabajadores también, todo lo cual impide adivinar el futuro. Habrá que ver qué sucede si la crisis financiera global golpea las exportaciones de la firma o qué ocurre cuando se inicie la próxima ronda de Consejos de Salarios y el sindicato salga a luchar.

Lo cierto para el gremio, es que el caso de Casabó demuestra de otra forma lo que el sindicato ha venido repitiendo. No es verdad que las patronales no pueden pagar más, no quieren pagar más. Los laudos del Sector de Imprentas de Obra tienen salarios reales entre 20% y 60% menores que los de 1995, según la categoría. Corregir esto depende de la lucha que demos.

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NOTA. Artículo incluido en el número de Mar/Abr de 2009 de «El Obrero Gráfico», boletín oficial del Sindicato de Artes Gráficas (SAG/PIT-CNT) fundado en 1920 junto al propio sindicato, de distribución gratuita y que difunde las informaciones y posiciones de los trabajadores gráficos organizados.

Más información: http://sagpitcnt.wordpress.com