El sociólogo Julio Bango, Integrante del Comité Ejecutivo Nacional del PS y  Director del Programa Infamilia del Ministerio de Desarrollo Social criticó las expresiones del Dr. Luis Alberto Lacalle, tanto desde el punto de vista de las cifras, como, lo que consideró más relevante, desde el punto de vista humano, desde la gente. «No se trata de hacer todos los días declaraciones para ver quién es el campeón en la lucha contra la pobreza, estamos hablando de gente de carne y hueso que no puede ser usada como trofeo de una gestión de gobierno. Se trata de saber que estas generaciones enteras de pobres son el resultado de las políticas económicas llevadas adelante desde 1990 por el Dr. Lacalle y sus sucesores, que nos dejaron esqueletos donde antes había fábricas con trabajadores, creando ejércitos de trabajadores sin empleo o con empleos de salarios indignos», señaló Bango.

Agregó que hoy «hay 383.000  uruguayas y uruguayos que pueden mirar hacia adelante con un presente de esfuerzo y fe en poder construirse un futuro porque han salido de la pobreza extrema. Sabemos que falta mucho, pero también sabemos que el camino iniciado por el Frente Amplio es el único que garantiza desarrollo con justicia social”. «No hay ninguna posibilidad de que el Uruguay sea una sociedad con seguridad jurídica y convivencia pacífica que no sea seguir construyendo fuentes de trabajo, seguir mejorando los salarios, seguir bajando los niveles vergonzantes de pobreza infantil con los que contaba el país cuando asumimos como gobierno», sentenció el dirigente socialista.

E invitó al candidato del Herrerismo a recordar que: «…en 2004, el 56% de los niños uruguayos nacían en hogares por debajo de la línea de pobreza, esto es, hogares donde no se podían alimentar, educar, atender su salud integral, niños sin atención odontológica, sin cobertura médica adecuada. Hoy después de cuatro años de gobierno de Tabaré, la pobreza infantil está en el 38.5% y la pobreza global pasó del 32% al 20.5%.

Los casi 6 de cada 10 niños que estaban en la pobreza en el 2005 son los «nietos del Dr. Lacalle», son las nuevas generaciones de pobres que sus políticas económicas provocaron, son los hijos de los padres que perdieron calidad de vida, bajaron su nivel educativo, lo que los inhabilitó a conseguir buenos empleos cuando eran jóvenes;  y cuando constituyeron sus familias se tuvieron que mudar a las periferias de las ciudades a algún asentamiento.

Bango sostuvo que «…es imperioso debatir de estas cosas con la oposición, porque parece que el Dr. Lacalle y los dirigentes blancos y colorados han perdido la memoria. Parecería que para estos candidatos, la afrenta para los uruguayos que significaba tener casi 6 de cada 10 niños pobres en Uruguay en el 2005 son el fruto de un cataclismo natural, de un huracán que pasó por el país un día y dejo a miles de familias en esta condición. ¿Alguien puede pensar que el 11% de la población uruguaya que vive en asentamientos, se fue a vivir de un día para el otro en esos lugares?. Fue en la década de los ’90 donde se sembró desde el gobierno de Lacalle para adelante, la polarización y exclusión social, la fragmentación  en el territorio, donde se cayeron los puentes de integración y aparecieron los «barrios guetos», donde se informalizó el empleo de los uruguayos, donde se redujo el salario real de los trabajadores, donde alcanzamos la vergüenza de ser uno de los países de la región con menor inversión social».

«Ahora parece que Lacalle reflexionó y no aplicará la motosierra, pero lo que nos cuenta en un matutino del día de hoy es que su programa consiste en derogar todas las leyes que ha concretado este gobierno. Luego se contradice y afirma que no va a aplicar su «motosierra» en el gasto social y que va a mantener las políticas sociales de este gobierno. Entonces me pregunto, y le pregunto a la ciudadanía: ¿para qué cambiar de gobierno si el propio Dr. Lacalle asume que estamos realizando las políticas sociales adecuadas, que lo estamos haciendo bien?  Un día se queja del gasto social, porque según él y sus técnicos, «genera déficit», otro dice que está bien y que lo va a mantener.

Lo que tendrá que explicarle a la gente es que va a hacer con las 450.000 asignaciones familiares, que hoy permiten a esos niños ir a la escuela sin tener que comer pasto, que va a hacer con el Sistema de Salud.

Es ahora  en los países centrales que la gente se queda masivamente sin trabajo por causa de la aplicación del modelo que tanto defendió y asumió como propio en su gestión el Dr. Lacalle, al igual que Carlos Saúl Menem.