El gran músico uruguayo Eduardo Mateo y el grupo de rock uruguayo “sordromo” es uno de los tantos elegidos en el continente en una muestra expuesta en España sobre carátulas de discos.

Son más de 530 diseños seleccionados entre casi 9.000 fundas de discos de rock  “o de la música que fue importante para el desarrollo de este ritmo, como las primeras canciones de Caetano Veloso o Gilberto Gil, de Brasil”, señaló en declaraciones a Efe Rubén Scaramuxxino, director de la mencionada publicación.
La muestra, que forma parte de las exposiciones del Festival  “VivAmérica”, que se celebrará a comienzos de octubre, ha sido concebida escapando a los “típicos rankings”  o a análisis subjetivos, buscando más bien una estructura derivada de una línea conceptual o estética, porque así es más  “lúdica, original y divertida”, explicó.
En ese contexto,  “¡Mira qué lindas!”  agrupa los diseños en temáticas, las más recurrentes tanto en las portadas de los álbumes como en las canciones de los artistas latinoamericanos.
La más nutrida es  “El Túnel del tiempo”  y responde a un orden cronológico, ya que muestra la evolución de la identidad del rock en América Latina desde finales de la década de 1960 hasta bien entrados los años 80.
Entre muchos otros, se aprecian en esta sección los discos del uruguayo Eduardo Mateo, de los peruanos de Trafic Son y Ghonia, pasando por los argentinos de Sui Generis y los mexicanos de la Revolución de Emilio Zapata, hasta los  “ ochenteros ”  de Soda Stereo o Los Prisioneros de Chile.
Otra temática es la inspirada en figuras de animales: perros, gatos, elefantes o peces como los que nadan en el álbum de Los Aterciopelados de Colombia o el salmón que da nombre al álbum de Andrés Calamaro, así como el cerdo que luce la producción de los salvadoreños de Adrenalina.
El corazón,  “que se ofrece, se entrega y se da”  junto a las imágenes eróticas, no podía faltar como motivación.
Corazones abiertos, solitarios o aprisionados como en los álbumes  “Raíz”, de la banda peruana Dolores Delirio;  “Mi vida loca”, de los Auténticos Decadentes de Argentina o  “Corazón rocker”  de la banda de punk rock mexicana Ultrasónicas.
De igual manera, bocas, pieles y cuerpos que expresan deseos se entremezclan en portadas como la de  “Sweet & sour. Hot y spicy”, de la mexicana Ely Guerra; en  “Kamikaze”, de los panameños Rabanes o en  “Leche”  de los argentinos de Illya Kuryaky & The Valderrama.
“Una curva menos, un metro más”  se titula el espacio reservado para los autos. Autos nuevos, líneas sinuosas o una estación de gasolina decoran álbumes como los de Café Tacuba de México o Karamelo Santo de Argentina.
El campo y  “la ciudad de la furia”  es otro recurso al que han apelado artistas como los uruguayos de Sordromo con sus vistas recurrentes de la ciudad que contrastan con los paisajes campestres de los argentinos de Modular, por citar un ejemplo.

En la zona dedicada a las tipografías destacan bandas como las paraguayas Orchablex y Ripe Banana Skins, cuyos diseños lúdicos y originales se complementan con las tapas de ilustraciones y collages de Nasau Zumbi de Brasil o Pernett de Colombia, entre otros artistas.
Una Julieta Venegas vestida de novia, los argentinos de Soda Stereo y Virus con su  “look punk”, el joven rostro de la mexicana Ximena Sariñana, la colombiana Andrea Echeverri ya en solitario o el carismático Juanes forman parte de la colección de  “los que dan la cara”.
Aquellos que dicen  “Quiero salir en la portada de mi disco”, porque  “mi música no es mi cara, pero el de la cara soy yo”.
Con frases como ésta se complementa y recrea  “¡Mira qué lindas!”, una colección que, a decir de Rubén Scaramuxxino, muestra el alto nivel creativo cultivado en la región latinoamericana, donde  “hay menos complejos y más atrevimiento a la hora de crear”.