La organización norteamericana investigadora del Espacio, la NASA lanzará un par de golpes a la Luna este viernes 10 de octubre y todo el mundo podrá mirar las partículas de polvo lunar que emergerán con la esperanza de encontrar agua. La agencia espacial enviará una nave para que se estrelle contra el polo sur lunar con el objeto de provocar una masiva nube de polvo a fin de recogerlo y estudiarlo para ver si contiene agua o hielo. La idea es confirmar la teoría de que el agua yace oculta debajo de la inhóspita superficie lunar.
La nave que tiene la misión de estrellarse fue lanzada en junio junto con un satélite que actualmente traza un mapa de la superficie del satélite terrestre. El vehículo espacial, llamado LCROSS (siglas en inglés de Satélite de Observación y Detección de Cráteres Lunares), va en ruta directa para chocar con la Luna y lleva adherido un cohete vacío de dos toneladas métricas (2,2 toneladas) de peso que ayudó en el lanzamiento de la prueba.
Este jueves 8, por la noche, unas 10 horas antes que el LCROSS se estrelle con la Luna, su cohete vacío se separará. A continuación sigue la primera parte del «ataque» a la Luna. A las 7:31 de la mañana, el cohete vacío de gran tamaño se estrellará contra un cráter permanentemente oscuro y provocará una lluvia de escombros de 10 kilómetros de altura.
Apenas detrás del cohete estará el LCROSS, enviando a la Tierra imágenes del impacto y la nube de polvo por medio de cámaras en color. El satélite buscará detectar la presencia de agua, volará en medio de la nuble de polvo y cuatro minutos más tarde se precipitará a la superficie lunar, creando una polvareda apenas un tercio del tamaño de la del impacto inicial.
«Va a ser bien impresionante», dijo el gerente del proyecto LCROSS, Dan Andrews, a la agencvia de noticias internacionales Associated Press. «Vamos a estar en medio de todo. Ver como la Luna se te viene encima es espectacular». Una hora después, los científicos sabrán si hay agua allí o no. La misión de la NASA tiene como fin preparar el terreno para con el tiempo volver a enviar astronautas a la Luna. Ese objetivo está siendo reexaminado por la NASA y la Casa Blanca.
Las dos naves se estrellarán en la Luna a una velocidad de 9.010 kilómetros por hora, más de siete veces la velocidad del sonido. La explosión inicial tendrá una fuerza de 1,3 toneladas métricas (1,3 toneladas) de TNT, y lanzará fuera del cráter 350.000 kilos de polvo lunar.
Creará además un nuevo cráter, dentro del ya existente, del tamaño de una pileta olímpica, dijo Andrews. El cráter Cabeus es un lugar en el que los científicos consideran que hay buenas probabilidades de que haya hielo oculto que sería desprendido por el impacto.
Los choques serán transmitidos en vivo por el portal de la NASA en la internet.