El sábado 2 de enero, medio centenar de uruguayas y uruguayos, junto a algunos representantes de la Embajada de Cuba en Uruguay, celebraron el 51º Aniversario de la Revolución Cubana en la Plaza Cuba de Montevideo, con palabras alusivas de la Consejera de ese país hermano, Compañera María Caridad Balaguer, y la lectura de una declaración de la convocante Coordinación «Hasta la Victoria», que se transcribe a continuación:

¡VIVA CUBA LIBRE Y SOCIALISTA!!!

A 51 años de aquel amanecer caribeño en que un continente oprimido pero nuevamente esperanzado, despertó viendo la luz compañera de la Revolución, Cuba se alza en el horizonte de los pueblos del mundo entero como el potente y amigo sol trafoguero que nos muestra día a día, sin desmayos, que es posible una sociedad sin explotados ni explotadores, y que vale la pena dar hasta la vida para que la vida no sea una simple moneda. Cuba nos dice que, efectivamente, cuando una revolución es verdadera, se triunfa o se muere.

La patria de Martí, el pueblo de Camilo y Ernesto, este pueblo cubano compañero y hermano de todos los pueblos del mundo, ha convertido a Cuba en el faro imperecedero del socialismo. Su luz se irradia hasta llegar a los lugares más recónditos del planeta, no la neutralizan ni los rayos ni las centellas del imperialismo ni la prédica claudicante y vacía de los renegados. Cuba ha sido y sigue siendo la segunda patria de los perseguidos por el imperio; sus hombres y sus mujeres no dejan de dar cobijo y amparo a los asediados por los mandaderos del gran terrorista de la historia: el Estado neo-nazi de los EE.UU.

La elevada conciencia revolucionaria, el inquebrantable compromiso socialista-internacionalista, la organización y la unidad del pueblo cubano traducidos en solidaridad y generosidad con los trabajadores de todo el mundo, han hecho que la luz de la Revolución Cubana ilumine el camino hacia la igualdad y la justicia sin creer más en las mentiras del capitalismo y creyendo cada vez menos en las falsedades y los engaños de un reformismo aburguesado que actúa disfrazado de “socialismo” y practica un peligroso populismo desvergonzado.

El pueblo cubano –siempre atento, siempre listo para cargar al hombro el fusil o la metralla- ha resistido y seguirá resistiendo los embates de EE.UU. y sus cómplices. Ha soportado todo tipo de agresiones que intentan asfixiarlo: bloqueo comercial, escasez de alimentos y medicinas, cultivos envenenados, aviones dinamitados en el aire, patriotas encarcelados en la metrópoli imperial, etc., etc.

Nada ha podido doblegar a la Cuba Socialista; ningún instrumento ni estructura bélica, han podido con el principal y más poderoso arsenal del pueblo cubano: su conciencia crítica, su fé inquebrantable en el socialismo que construye minuto a minuto, su capacidad autocrítica para rectificar y corregir; su amor revolucionario y su celo patriótico insobornable.

A cada agresión imperial, Cuba responde con más Revolución: más educación popular, más salud pública, mejores fuentes de trabajo; mayor compromiso internacionalista. Cada ataque yanqui, cada zancadilla imperialista, representa la obligación moral de avanzar en el socialismo, de no ceder a la podredumbre capitalista, de demostrar al mundo entero que la Revolución Socialista es la única alternativa cierta y humana a la barbarie egoísta del capitalismo.

Por más que unos cuantos hipócritas traten de minimizarlo o que algunos “principistas” digan que es un logro “menor”, hoy el pueblo cubano tiene el honor y el orgullo revolucionario de haber alcanzado el 0% de desnutrición infantil. Si esta fuese la única conquista de la Revolución, si no morirse de hambre fuera el único logro, solamente esto bastaría para gritarle a los que siguen creyendo en el capitalismo: “¡Despierten, vean el único país sobre el planeta en el que alimentarse es el primer Derecho Humano respetado y defendido por un pueblo en armas!!!”.

Vaya desde este rinconcito rioplatense nuestro cálido y fraterno saludo a las hermanas y hermanos de Cuba, y nuestra felicitación por estos 51 adolescentes años de revolución.

Vaya nuestro apretado abrazo y estas palabras que nos presta José Martí –vuestro Martí, nuestro Martí- en esta jornada oriental de humilde pero sentida celebración revolucionaria:

«En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz. Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana.»

¡VIVA CUBA LIBRE Y SOCIALISTA!!!

Coordinación Hasta la Victoria,

Plaza Cuba, Montevideo, 2 de enero de 2010.