La psicóloga Ana Castro es la responsable del sector Educación de la Secretaría Nacional de Drogas. En una entrevista realizada para una separata de la Junta Nacional de Drogas, publicada junto al semanario Brecha, Castro aseguró que la tarea del sector se sustenta en tres ejes. “El primero es desarrollar una mirada común entre técnicos y educadores. El segundo es consensuar desde dónde debe trabajar el educador en el sistema educativo formal. El tercero es diseñar estrategias de relacionamiento con la educación no formal e incidir en el proceso de socialización también desde la enseñanza informal”. La psicóloga destacó la consolidación del trabajo en la educación secundaria, “porque al principio los profesores se paralizaban frente al problema de los usos de drogas, pero ahora ya trabajan desde la transversalidad”. La idea, sostuvo, “es trabajar con los jóvenes en sus relaciones cotidianas, en lo que deben resolver a diario”. Aseguró que para esto es fundamental que los adolescentes tengan herramientas para “pensar por sí mismos, saber criticar y saber interpretar cuándo reciben información veraz y cuándo no”, y el sistema educativo, sostiene la especialista, es “el espacio adecuado para brindar esos conocimientos”, para que la discusión sobre el consumo de drogas “no sea una cosa de corrillo, que te dice un amigo o un vecino”. Con los liceales se trabaja “en las creencias que reciben a diario, en los mitos sobre los usos de drogas, en los valores sociales vinculados con el consumo”. Castro agregó que “se desmitifican preconceptos que sobrevuelan a cada momento”, como el que asegura que “las drogas legales son menos perjudiciales que las ilegales”, o que “si no consumo no me divierto, si no me intoxico con alcohol soy un aburrido o no me integran al grupo”. La especialista afirmó que en estos casos “es importante el trabajo de fortalecimiento colectivo”, que nos permita “elaborar una respuesta propia” frente a la temática.

La responsable del sector Educación de la Secretaria Nacional de Drogas, indicó que también se “reflexiona sobre los climas institucionales, porque un espacio educativo autoritario, verticalista, que no permite la reflexión crítica, es un mensaje implícito opuesto al que pretendemos que los jóvenes reciban explícitamente”.

Fuente: (Brecha, Separata de la Junta Nacional de Drogas, pág 7; 28/05/2010) y Voz y Vos El Abrojo.