“Nosotros que somos afortunados porque no nos falta nada, tenemos que ‘devolver’ lo que tenemos a la sociedad”, asegura José, coordinador del movimiento “Castores”, un grupo de adolescentes de liceos Jesuitas que se trasladan a zonas de contexto socioeconómico bajo, para colaborar en la construcción de viviendas. José explicó que “Castores” se basa en tres pilares: “grupo”, “fe en Dios” y “servicio al prójimo”, y que esta es “nuestra forma de luchar para que la sociedad funcione, porque la idea no es que yo esté bien y el que tengo al lado esté mal”. Actualmente, el movimiento tiene 18 grupos de 20 integrantes cada uno en todo el país. En los últimos días, el grupo estuvo en el departamento de Durazno, colaborando con la construcción de viviendas de Un Techo para Mi País, y en una cooperativa de viviendas.

“Todos los que estamos acá venimos porque pensamos y creemos que Dios nos llama a hacer esto”, aseguró José.

Fuente: (El País, Víctor Rodríguez, pág. B7; 11/07/2010) y Vos y Voz El Abrojo.