Respecto a las razones por las cuales era conveniente que Uruguay se expidiera favorablemente por la norma japonesa brasileña en lugar de la europea, el senador nacionalista Sergio Abreu consideró que “la norma japonesa brasileña la han adoptado todos los países de América del Sur, salvo Colombia”.

“Es un paso importante en materia de comunicaciones y de modernización del sistema, porque eso además es parte de la propuesta que existe de integración, esa es la verdadera integración para no quedar siempre con sistemas diferentes. Para dar un ejemplo, el Uruguay tiene 220 en electricidad y 110 Brasil o la PALN o la televisión color, es decir, buscar una armonización pero negociada”, estimó.

Según Abreu, “ahí es donde debemos profundizar, y no subirnos cuando el hecho es irreversible sino negociando adecuadamente para hacer de una política de comunicaciones. Nosotros discrepamos desde el año 2007 y desde el año 2005 estamos planteando el tema de la TV digital y discrepamos con la decisión del gobierno que por decreto incorporó la norma europea, y todavía ni Brasil había incorporado la norma japonesa, y nosotros decíamos que esperáramos para poder negociar adecuadamente determinados beneficios, comerciales, tecnológicos, como el propio Brasil hizo con el Japón que recibió U$S 2 mil millones en una fábrica de conductores electrónicos en la zona franca de Manos”.

“Ese es el tema de fondo, un tema estratégico que el gobierno anterior miró desfasadamente y nosotros creemos que hay que reajustarlo con una visión más estratégica pero conceptual, no esporádica ni coyuntural”.

Geografía antes que ideología

Abreu también fundamentó su presencia en la delegación uruguaya que encabeza el Presidente José Mujica en la asunción de Dilma Rouseff en el sentido de “reforzar la idea de una integración que contemple más la geografía que la ideología”.

“El Partido Nacional ha sido invitado y el Partido me ha designado representarlo en este viaje. Pero no es una posición protocolar, es reforzar la idea de nuestra colectividad política”, señaló.

Al respecto, Abreu comentó que el PN “es partidario de una integración que contemple más la geografía que la ideología y esa geografía está mirada desde el punto de vista estratégico, de la conectividad física, y de todo lo que tiene que ver con el rol del Uruguay como país bisagra en el ámbito del Cono Sur que es el viejo pensamiento del Partido Nacional”.

Asimismo, “en segundo término, que una relación con Brasil no puede ser de realineamiento si no de propuesta crítica y también con solidaridad, pero sobre la base que nuestros intereses sólo los defendemos nosotros y no podemos esperar ningún tipo de concesión graciosa y menos de romanticismos que los Estados no se permiten tener y mucho menos el Estado Federativo del Brasil, en particular, sabiendo que hemos acompañado, a propuesta nuestra, la norma japonea brasileña en TV digital, que incluso Alianza Nacional en el caso de la incorporación a la UNASUR y que esto es parte de una visión de país que no está en el alineamiento sino en la profundización de su estrategia y de su proyección geopolítica”.

Al ser consultado sobre sus cuestionamientos con Brasil pero en este caso su defensa de la norma digital japonesa brasileña, Abreu indicó que “en realidad las críticas que se hacen son sobre una aproximación conceptual, no es sobre una oportunidad. El Uruguay todo lo que va a lograr en materia comercial, política, servicios, en el ámbito del Mercosur no va a depender de las concesiones graciosas que le hagan los Estados grandes. La ley de la asimetría es una ley de hierro en el mundo económico y comercial y los países grandes actúan como países grandes”.

Por tanto, “sin perjuicio de tener coincidencias con Brasil en muchos aspectos lo que tenemos que hacer es no alinearnos sino ir buscando negociaciones que nos permitan fortalecer un posicionamiento mejor del país. No es pelear contra el Brasil, sino que es a favor del Uruguay nuestra capacidad de propuesta, y eso lo mismo hacerle ver, tanto en Unasur como en el infraestructura, energía, comunicaciones, en todo a lo que al Uruguay le es esencial en su estrategia como país, como Estado”.

A su entender, “el tema con Brasil es: vamos a ser socios, somos asimétricos, y vamos del brazo, con el riesgo que alguno siempre puede perder el brazo, y el que pierde el brazo generalmente es el país chico. No es solo una crítica sino que es un aporte crítico que nos permite acompañar un proyecto en común pero con los intereses particulares e instransferibles de defensa que tiene el Uruguay”.