Montevideo, Jueves 19 de Mayo de 2011. La Sala de Estudiantes de Literatura del Instituto de Profesores Artigas, orden académico estudiantil de la especialidad en dicha institución, reunida en Asamblea General el pasado 17 de mayo resolvió hacer pública la situación que ha estado viviendo todo el cuerpo de estudiantes de la orientación, desde hace ya varios años con relación a la Profesora Mónica Buscarons.

En el 2010, Buscarons estuvo a cargo de las materias Literatura General IV (4to año) y Estética Literaria (4to año Plan 1986; 3er año Plan 2008), asistiendo a un número menor al 30% de las clases que debía dictar, sin tomar en cuenta, además, las sucesivas llegadas tarde, de hasta cuarenta minutos de atraso. Las ausencias, justificadas en gran parte por licencia médica, son además perladas y no cubren todo un periodo, lo que impide que un suplente se pueda hacer cargo de las asignaturas. Por último, el propio Director del IPA, Profesor Jorge Nández, nos confesó que el sistema de control y conteo de faltas docentes del IPA es deficitario.

Al fenómeno del ausentismo, debe agregarse la continua actitud de provocación y desprecio hacia los estudiantes y demás agentes de la Institución, lo cual fue origen de múltiples episodios de violencia verbal, tanto dentro, como fuera del salón. La Profesora no sólo ha amenazado a los estudiantes, llegando incluso a interrumpir una Asamblea, sino que también ha arremetido contra sus colegas mediante llamadas telefónicas.

En vistas de lo descrito, en Junio de 2010, los grupos involucrados mantuvimos una reunión con el equipo de Dirección del Instituto, a quien le entregamos una carta de denuncia. La Dirección nos manifestó su intención benevolente de mediar en la situación, e intentar corregir la conducta de la Profesora, pero más allá de las buenas intenciones manifestadas, dicha carta no tuvo efecto alguno más que el enardecimiento de la Profesora.

Tras casi tres meses sin resultados, en Agosto de 2010 realizamos una nueva denuncia, esta vez frente a Formación Docente. A partir de allí se abrió una investigación, llevada a cabo por Asesoría Jurídica de Formación Docente, que comprendió dos tandas de llamados a declarar. Sin embargo, y hasta el día de hoy, varios de los estudiantes y docentes involucrados, y en posesión de informaciones relevantes, jamás fueron citados.

Por otro lado, a mediados de 2010 decidimos, mediante Asambleas de grupo, no asistir más a sus clases, en tanto entendimos que la asistencia consistía en una manera de avalar la irregularidad de sus cursos (con evaluaciones ilegales y fuera de fecha).  Por dicha decisión, tomada por un 70% de los estudiantes, perdimos la posibilidad de exonerar las asignaturas o de dar los exámenes en calidad de reglamentados.

Finalmente, tras un sinnúmero de reuniones con las autoridades de Dirección del IPA y de Formación Docente, se nos dio la posibilidad (al principio negada injustamente por Asesoría Jurídica) de pedir mesas recusadas de examen en las que no esté la citada docente.

Sin embargo, terminado el 2010 y ya en el comienzo de un nuevo año lectivo, nuestros peores temores se han hecho realidad: la Profesora Buscarons ha vuelto a tomar Estética Literaria y Literatura General IV (ambas asignaturas centrales de nuestra formación), en casi la totalidad de los grupos. De hecho, en 3ero A de la mañana, la materia está siendo dictada por otra profesora, y la cantidad de asistentes supera las sesenta personas (lo normal es un número menor a veinte), contando a aquellos estudiantes que han aprovechado la oportunidad para recursar, y a aquellos que han decidido cambiarse de turno para cursar la materia, entendiendo que Buscarons no ofrece garantías como docente. A pesar de todas las reuniones con la Dirección del IPA y el Consejo de Formación Docente, y a pesar de haber manifestado innumerables veces nuestra preocupación de que esto sucediese, la situación vuelve a repetirse; Buscarons vuelve a tomar casi la totalidad de los grupos, y como era de esperarse, hasta el momento ha asistido a un 20% de las clases que debía dictar.

La conducta de la Profesora afecta nuestra formación como Docentes de Literatura, tanto académica como humanamente. Afecta también el normal relacionamiento de los diferentes agentes de la Institución y va contra los principios de nuestra Educación Pública. Pero a su vez, revela carencias institucionales que son presentadas como una mediación justa entre las partes, siendo que constituimos la más frágil de dichas partes.

Ha pasado mucho tiempo y Formación Docente no se ha expedido respecto a la investigación. Mientras tanto, nuestro Derecho a la Educación sigue siendo lesionado. Nuestra motivación no es personal; nuestro empeño no es el de perjudicar a la Profesora, que por otra parte puede que no esté en las mejores condiciones de salud para desempeñar su rol; sino por el contrario, reclamar lo que por Derecho nos pertenece.

Finalmente, creemos que es hora de que la opinión pública conozca nuestra situación, la cual implica un sinnúmero de episodios desafortunados, los cuales hemos tratado de sintetizar en este breve comunicado.

Saluda atentamente:

Sala de Estudiantes de Literatura

Instituto de Profesores Artigas