Compartimos el Relato Luis Alzamendi titulado “Sin un final feliz”.

“Ella lo conoció y comenzaron a salir juntos. Se sentía atraída hacia él, se sentía acompañada, protegida y cuidada; según ella, había encontrado el amor de su vida. El sería quién la acompañara todos los días mientras viviera. La relación se fue haciendo cada vez más sólida y parecía que no iba a ver marcha atrás en esa pareja y que tarde o temprano la unión se iría a concretar.

Al pasar el tiempo decidieron formalizar para siempre y fueron a vivir a la casa materna. El trataba afanosamente para mejorar la situación económica, comenzando a la vez la edificación de una pequeña casa en el mismo terreno, para así vivir más independiente. Ella atendía los quehaceres de la casa, hasta que un día notó que algo estaba cambiando en su cuerpo; ella estaba embarazada. La niña la cual dio a luz era la alegría de la familia, su simpatía y alegría llenaban la casa, parecía que esa felicidad era continúa día tras día. La niña iba creciendo y ella se sentía orgullosa de la hija que tenía.

El tiempo fue pasando y a los cinco años de vida de la niña, se empezó a notar un cambio en su papá. Había momentos que él no estaba en la casa a la hora que siempre lo hacía. Eso continuó acentuándose, hasta que él no volvió más a la casa.

Ella conmocionada por ésta situación, comenzó a buscar trabajo para mantener a su hija, ya que él había hecho un completo abandono de hogar, despreocupándose por las necesidades de su familia. La situación presente, el desánimo por no encontrar un trabajo para el sustento diario, la llevaron a aceptar sin medir consecuencias una proposición; trabajar en un cabaret”.

“Examina la senda de tus pies, y todos tus caminos sean rectos; no te desvíes a la derecha ni a la izquierda; aparta tu pie del mal”.

Luis Alzamendi. luisalzamendi@gmail.com