Cinco respuestas básicas sobre el censo 2011.

1.         ¿Para qué sirven los censos?

Desde el siglo XIX, el censo es el mayor esfuerzo de generación de información que realiza el país. Esta información nos permite diseñar mejor las políticas de salud, trabajo, vivienda, educación y desarrollo local, entre otras. El Censo 2011 brindará un panorama confiable y útil de nuestras condiciones de vida, para invertir mejor los recursos en políticas sociales eficientes. También nos permitirá cuantificar dónde y a qué ritmos está creciendo la población, y por tanto planificar mejor las necesidades que tendrán los uruguayos en los próximos años. Además, el censo es necesario para poder llevar adelante las encuestas que medirán aspectos tales como la ocupación y el empleo, las preferencias de voto, las condiciones de vida, las inequidades de género, raza o edad, tanto a nivel público como privado.

2.         ¿Por qué este censo no se hace en un único día?

En los censos se desea obtener una “fotografía” de la situación poblacional del país. Para que esa fotografía refleje cuántos somos, dónde y cómo vive la gente existen dos procedimientos: 1) haciendo un relevamiento durante un solo día, en el que se censa a las personas en el lugar donde durmieron la noche anterior (censo “de hecho”) ó 2) haciendo un relevamiento durante un período mayor de tiempo, en ese caso se censa a las personas en su lugar habitual de residencia (censo “de derecho”). En los censos de la década anterior, once países de América Latina han realizado censos de derecho y nueve países censos de hecho.

El censo 2011 es un censo de derecho, de un mes de duración. Esta modalidad ha cobrado mayor validez en la medida en que la movilidad de la población aumenta: contar a la población en base a su lugar de residencia habitual facilita la medición. Además, existen ventajas operativas. Se requiere menor cantidad de censistas, lo que facilita su capacitación y supervisión, se mejora el control de calidad de la información relevada y se facilita el uso de dispositivos electrónicos de captura de datos. De esta manera, los resultados podrán obtenerse más confiable y rápidamente.

3.         ¿Cómo se definen las preguntas del censo?

Las preguntas del censo no son arbitrarias. Existe un conjunto imprescindible de bloques temáticos, que deben estar presentes para garantizar la comparabilidad temporal y entre países y así medir los avances y retrocesos del Uruguay en una serie de dimensiones. Con anterioridad al censo se tomaron en cuenta las recomendaciones de los organismos internacionales de referencia en el tema, así como las consultas permanentes que ha hecho el INE a  numerosos expertos nacionales y las conclusiones extraídas de foros e instancias de coordinación con los Institutos Nacionales de Estadística de otros países. Por otra parte, el censo se apoya en un manual de principios básicos de Naciones Unidas que establece recomendaciones sobre los cuestionarios, para garantizar la calidad de los datos.

4.         ¿Por qué me preguntan sobre algunos bienes que hay en el hogar?

Los censos de población en Uruguay no suelen medir los ingresos de las personas (otros países sí lo  hacen). Entonces, para conocer las necesidades, la calidad de vida y el nivel socioeconómico de la población se recurre a otras preguntas. Para tener una idea aproximada del nivel de bienestar de los uruguayos, se pregunta, por una parte, por el confort, el acceso a servicios y la presencia de algunos artefactos en el hogar. La información que se recoge se selecciona por especialistas con el objetivo de que luego sirva para elaborar indicadores de bienestar económico. Por otra parte, se consulta acerca del nivel educativo de las personas.

5.         ¿Es seguro contestar el censo?

El Censo 2011 es realizado por el Instituto Nacional de Estadística, el único organismo que tiene las capacidades técnicas para llevar a cabo un operativo estadístico tan complejo y abarcativo de la totalidad de la población. La información que se recoge está protegida por el secreto estadístico y no se puede utilizar  para la identificación individual de las personas (no se conocen antecedentes de uso indebido de los datos censales en la historia de los censos nacionales). Las personas que visitan los hogares y realizan las preguntas, así como quienes posteriormente procesan esa información, han sido seleccionadas y capacitadas debidamente en estos aspectos.

Como sucede desde el censo de 1908, se preguntará el nombre y apellido de las personas censadas, con el único fin de asegurar la coherencia de ciertas preguntas; una vez recogidos los datos se eliminará la identificación personal. En Uruguay, brindar información al INE es confiable y seguro.

Docentes e investigadores del Programa de Población

Facultad de Ciencias Sociales

Universidad de la República