Compartimos la opinión de COFE ante el mensaje de Rendición de Cuentas a estudio del Parlamento. Ponencia del Viernes 2 de setiembre.

SEÑOR CABRERA.- Buenos días y muchas gracias por permitirnos hacer esta presentación de lo que es, según la visión de COFE, la discusión de este proyecto de ley de Rendición de Cuentas.

Como decía el señor Presidente, la semana pasada vinimos específicamente en representación de la Federación de Funcionarios de Salud Pública, que también está vinculada al contenido de lo que COFE quiere exponer. Si bien en aquel momento se trató de algo más específico y hoy vamos a realizar una exposición más universal, todo tiene que ver con el tema y apuntamos a un reanálisis del paquete general porque entendemos que se trata de una vieja discusión. Me refiero a la propia negociación colectiva y a cómo llega este proyecto de ley de Rendición de Cuentas al Parlamento, donde nuevamente reclamamos al Poder Ejecutivo la posibilidad de revisar el planteo de gasto cero. Entendemos que en muchos casos no se estaría hablando de un gasto real sino de una inversión, porque todo lo que es servicio social del Estado debe ser medido de esa manera. Además, de acuerdo con los propios planteos del Ministerio de Economía y Finanzas, estamos teniendo un país diferente, donde se puede construir de forma positiva, por lo que nos parece que se podrían volcar recursos hacia la construcción del Estado.

En cuanto al tema de la negociación colectiva, seguimos a la espera de poder revertir alguna de las situaciones fundamentales porque la llegada de este proyecto de ley no dio cabida a una discusión en profundidad de artículos que entendemos primordiales y que, en cierta medida, tienen que ver con el planteo central de la reforma del Estado. Creemos que esta transformación también debe ser mirada desde el punto de vista de los trabajadores y tiene que contar con su participación. Hay aspectos centrales del proceso inicial de las nuevas reestructuras donde la Ley de Presupuesto Quinquenal dejó cierto margen para poder operar, pero no vemos con mucha claridad cómo se están volcando esos recursos en esta transformación. Obviamente, estamos a la espera de que este proceso sea lo suficientemente ágil como para encontrar a la mayor cantidad de Ministerios en esta transformación, porque el tema de la carrera administrativa es central. Allí se habla de la carrera del funcionario en su lugar de trabajo y de esa identidad que también refiere al propio salario y a su construcción. Asimismo, existe un planteo reiterado por la Confederación en ese sentido, que también tuvo que ver con la gestión anterior y con la forma de ir avanzando en lo que hace a las inequidades salariales dentro del Estado. Todo esto hace que, obviamente, COFE quiera reiterar la posibilidad de contar con partidas específicas que atiendan esas desigualdades, porque si bien manejando los promedios muchas veces se pueden ver valores que no son nada despreciables, en realidad hay cientos de trabajadores que al día de hoy perciben salarios realmente sumergidos. En este proceso de carácter teórico que queda sobre la mesa, y que desde el Poder Ejecutivo se insiste en realizar, se necesitan recursos genuinos que, a nuestro entender, deben ser valorados desde lo que puede ser esta Rendición de Cuentas para empezar a laudar un camino que sea de equidad salarial.

Por estas razones es que insistíamos tanto en el hecho de sentarnos a discutir y a negociar todo esto. En ocasiones nos tocó vivir la circunstancia, en muchos aspectos de esa discusión, de que quienes compartían la mesa con nosotros no estaban en conocimiento real de la globalidad. A diferencia de los integrantes que comparten la mesa de negociación, el sindicato ve el carácter más general e integral de la situación.

Concluyo mi intervención pues, simplemente, tenía la finalidad de dar inicio al planteo de COFE. A continuación, mis compañeros van a desarrollar puntualmente algunos de los artículos en los que estuvimos trabajando.

SEÑOR LÓPEZ.- Como el tiempo es exiguo, hemos traído un documento en donde figura la plataforma de reivindicaciones que estamos planteando. Me gustaría profundizar, sobre todo, en uno de los temas que mencionó mi compañero Cabrera, porque para nosotros es el meollo del asunto: la falta de negociación colectiva en el sector público. En este sentido, nos parece que una muestra clara de ello es que frente al proyecto de ley de Rendición de Cuentas que ahora está en el Senado y que pasó por la Cámara de Representantes, en ningún momento el Poder Ejecutivo nos llamó para consultarnos acerca de cuáles son las reivindicaciones que tenemos los trabajadores estatales. Quiero señalar que estamos teniendo serias dificultades con el cumplimiento de la Ley de Negociación Colectiva, lo que incluso nos ha llevado a presentar una queja ante la Organización Internacional del Trabajo. En lo que va de esta nueva Administración -que nos había generado mucha expectativa porque en la anterior habíamos logrado, después del convenio marco, llegar a concretar la Ley de Negociación Colectiva-, hemos tenido serias dificultades para que se cumpla con esta ley que, si bien, no es la panacea, es un instrumento absolutamente válido para las relaciones laborales entre el Poder Ejecutivo y los trabajadores del Estado. Como es de conocimiento de los señores Senadores, la Ley de Negociación Colectiva tiene tres niveles: el Consejo Superior de negociación colectiva del sector público, los Consejos de Rama y el tercero es el que de alguna manera establece la participación de la DINATRA o la acción directa en los conflictos que hay entre los Ministerios u organismos del artículo 220 de la Constitución de la República y los propios trabajadores. En este tercer nivel, cada vez que ha habido un conflicto, sí hemos podido tener el ambiente para buscar una solución. Sin embargo, en los dos niveles superiores, tanto en los Consejos de Rama como en el Consejo Superior, hemos tenido dificultades. A tal punto esto es así, que en lo que va de este período de Gobierno en el Consejo Superior nos reunimos solo en tres ocasiones, al principio de la Administración, para discutir algunos temas vinculados al presupuesto. Reitero que tenemos una dificultad muy importante en este tema que ha ido menoscabando todas las cuestiones que están dentro de la etapa anterior como son los contratos precarios y el tema del salario. Según parece, nos tendría que dar vergüenza  hablar de salario en el Estado, pero hay una cantidad de trabajadores -como decía mi compañero Cabrera- que tienen una remuneración absolutamente sumergida y si bien, en algunos casos, con la ley de salarios mínimos que se estableció pudieron tener algún oxígeno, todavía hay quienes perciben $ 14.500 o $ 15.400 por ocho horas de trabajo. Este no es un salario digno para un trabajador del Estado que tiene que cumplir con ocho horas laborales. En este sentido, creemos que desde el Parlamento se pueden hacer algunas cosas que ayudarían a que los ámbitos de negociación colectiva del sector público se pudieran restablecer. De esta manera,  empezaríamos a negociar una cantidad de cosas y esperamos que en la Rendición de Cuentas tengamos alguna contemplación por parte de ustedes para que se atiendan parte de estos reclamos que figuran en la carpeta que les entregamos. Insisto en que lo fundamental es recomponer la negociación colectiva en el sector público, pues está absolutamente menoscabada y no tiene una continuidad en su desarrollo, sobre todo, en los dos niveles superiores que es donde se definen las cuestiones más generales.

Si bien hemos tenido la posibilidad de buscar algunas soluciones a conflictos puntuales, nos hemos encontrado con serias dificultades.

No me extenderé más, pero hago hincapié en el tema de la negociación colectiva, que para nosotros es fundamental porque ha generado una serie de inconvenientes Seguramente, si nuestros reclamos no son tenidos en cuenta, también se generarán conflictos y  nuestra Confederación adoptará medidas.

SEÑOR BENTOS.- Sin la menor intención de modificar en nada ninguna de las puntualizaciones hechas por los compañeros, simplemente quiero trasladar la inquietud de que, si bien es verdad que en el tercer nivel de negociación colectiva funcionó mejor el intercambio entre trabajadores y el Gobierno o las autoridades, en este momento hay dificultades para discutir o ponernos de acuerdo en temas de carácter salarial. Incluso, en el tercer nivel -donde deberíamos discutir directamente con las autoridades de cada uno de los Incisos temas de equidad salarial, por ejemplo- hasta que COFE no negocie con el Poder Ejecutivo, los Incisos están atados de pies y manos para hacerlo con nosotros.

Por otro lado, el Gobierno no negocia los temas salariales con COFE y se genera una especie de círculo vicioso del que no podemos salir ni encontramos puertas donde golpear para negociar. Haciendo extensivo a esta situación el planteo realizado por los compañeros, cabe puntualizar que la situación está siendo un poco más complicada que antes, por lo que la idea es destrabarla.

SEÑOR CABRERA.- Me permito agregar algo que ya expresamos en la instancia de discusión del proyecto de ley de Rendición de Cuentas en la Cámara de Representantes.

Si bien la Ley de Negociación Colectiva del sector público fue ampliamente discutida a nivel del Poder Legislativo junto con los trabajadores, creemos que sería importante dar una nueva discusión en la que el Parlamento también tuviera que ver en lo que hace a la negociación colectiva sobre todo en el sector público, pues esa instancia se lleva a cabo entre las dos partes: Gobierno y funcionarios. En función del espíritu con que se discutió y conociendo cuál es la realidad, planteamos la posibilidad de incorporar al Parlamento en ese debate porque para nosotros es fundamental tener la otra visión desde la propia construcción de una ley de negociación colectiva.

SEÑOR BAZZANO.- Quiero dar algún datos más sobre el tema salarial tratado por los compañeros.

En la Administración pasada, a lo largo de cinco años el salario real tuvo una recuperación de 19,5%. Esto fue muy importante, porque nos permitió volver a los niveles existentes en el comienzo de la Administración del entonces Presidente Batlle. Pretendíamos que ese fuera el piso hacia un crecimiento y una recuperación de lo que habíamos perdido en años anteriores. Sin embargo, en lo que va de esta Administración solo se nos aplica el artículo 4º de la Ley de Presupuesto, que contempla la inflación esperada más una cláusula por la que se hacen las correcciones correspondientes. El 1º de enero pasado tuvimos una recuperación del 6,93%. El tema es que el artículo 4º establece que los posibles aumentos a sumar a ese ajuste por IPC tienen que estar contemplados en las leyes presupuestales. Entonces, si no hay fondos en las leyes presupuestales para poder negociar y discutir un aumento salarial al 1º de enero, nosotros estamos atados de manos. El artículo 754 de la Ley de Presupuesto previó $ 100:000.000 para financiar el salario mínimo que, como bien se mencionó, es de $ 15.400 para 40 horas semanales u $ 11.550, para aquellos que trabajamos 30 horas semanales. Eso fue lo único que hubo. Esos $ 100:000.000, prácticamente en su totalidad, fueron absorbidos por cinco Ministerios: de Defensa Nacional, de Ganadería, Agricultura y Pesca, de Turismo y Deporte, de Educación y Cultura y de Transporte y Obras Públicas. Por lo tanto, ese dinero fue absorbido,  no lo tenemos y no podemos pensar en un ajuste. Lo que decimos es que todavía son miles y miles los trabajadores que, si bien cobran algo más que ese salario mínimo establecido por la  Ley de Presupuesto, exigen  y requieren algún  incremento a lo largo de estos cinco años. Por esa razón, estamos planteando que en esta  Rendición de Cuentas se vea la forma de nutrir nuevamente de fondos a ese artículo 754 que ya está agotado.