Compartimos la columna del líder de Alianza Nacional, Jorge Larrañaga en el semanarioLa Democraciadel viernes 17 de febrero, con el título “La ‘Injusticia’ dela Dictadura.

Sobre fines de la semana pasada anunciamos públicamente que nuestro sector Alianza Nacional no acompañaría la propuesta que hizo el Frente Amplio para pasar desde el Tribunal de lo Contencioso Administrativo ala Suprema Cortede Justicia al Ministro Dr. Dardo Preza Restuccia.

Nuestra posición fue respaldada por el resto de los compañeros del Partido.

Las razones para que adoptáramos tal decisión radica en que el mencionado magistrado procesó, en plena Dictadura a quien en su momento era el redactor responsable de esta publicación, Dr. Alberto Zumarán.

Los hechos evidencian por sí solos que nuestra actitud no podía ser distinta a la adoptada.

En el año 1983, el Consejero de Estado Sr. Daniel Barreiro presentó ante el entonces Sr. Juez de Primera Instancia en lo Penal de Quinto turno una denuncia por difamación e injurias contra el Director y Editor Responsable del semanarioLa Democracia, Dr. Alberto Zumarán y contra un colaborador de la sección cartas al lector del semanario, el hoy diputado Rubén Martínez Huelmo.

Si bien la denuncia fue desestimada, de igual manera fueron ambos procesados con prisión imputándoseles el delito de Desacato por menoscabo de la autoridad. -La autoridad erala Dictaduramilitar-.Quién ocupaba en aquella instancia esa sede judicial es el ahora propuesto por el Poder Ejecutivo para ocupar la vacante a generarse enla Suprema Cortede Justicia.

La citación judicial se produjo el último día de agosto de 1983, mientrasLa Democraciase encontraba clausurada por el período de seis meses (a partir del 1º de julio) por resolución del Poder Ejecutivo, -cuarta clausura del semanario-.

El semanarioLa Democraciaera entonces y lo sigue siendo ahora, la expresión del Partido Nacional y del wilsonismo, era la manera de expresarse que los nacionalistas teníamos en los duros y negros días de la dictadura militar.

Su Redactor Responsable de entonces fue procesado de acuerdo a la ley 9.480 y no podía continuar cumpliendo esa función ya que en su artículo 5º la ley establecía que para ser Redactor Responsable se necesita no hallarse en ninguno de los casos que determinan la suspensión de la ciudadanía.

El gobierno de Facto no sólo censuro aLa Democracia, a su Redactor Responsable y a un articulista como lo era Martínez Huelmo –hoy en el Frente Amplio-, intentó callar una de las principales vías de comunicación del “más radical e irreconciliable enemigo” de la dictadura militar. Se apuntaba al propio Wilson Ferreira. Y para nosotros es argumento suficiente para fijar posición.

No es nuestro propósito menoscabar ni someter escarnio público al precitado magistrado, perola Suprema Cortede Justicia no puede estar integrada, a nuestro entender por más destaque académico existente por ciudadanos que ejerciendo el Poder Judicial actuaron durantela Dictaduracomo lo hicieron.

Los wilsonistas recibimos especial persecución por la mediocridad moral y personal de los dictadores.

Los wilsonistas, de todo el país, relegaron la prudencia –exhibida por otros-, y dieron lugar a la rebeldía y la valentía. El Dr. Zumarán fue uno de tantos ejemplos. -14 veces detenido-, le quitaron el título de abogado, impidiéndole ejercer su profesión y fue un símbolo para una generación de jóvenes de nos sumábamos a nuestra querida colectividad, siendo ejemplo intachable la conducta del Dr. Zumarán.

Fue de los tantos blancos perseguidos en aquellos nefastos días de oscurantismos y silencios cómplices.

Muchos de los lectores de estas páginas pasaron horas detenidos en calabozos, en cuarteles, encapuchados, como intento infructuoso de amedrentar los espíritus libertarios que tenían.

No pudieron, no pudieron con Wilson, ni con sus ideas. Wilson vive en sus principios e ideales.

En consecuencia como wilsonistas y blancos nos resultó imposible acompañar la propuesta del Frente Amplio.

Hacemos llegar nuestro reconocimiento al Dr. Zumarán, gallardo representante nacionalista, hombre de confianza de Wilson y un señor en toda la significación de la palabra.

Su valor insuflaba las almas democráticas y nos daba fuerzas para continuar una lucha que sigue.

Que las ideas de Wilson gobiernen este país

¡¡¡Que Wilson vuelva!!!!! Jorge Larrañaga

Fuente: Semanario La Democracia.www.lademocracia.info