Coca-Cola, la marca más asociada con la felicidad, lanzó una nueva campaña de comunicación promoviendo historias de héroes reales comprometidos con la sociedad. El mensaje está alineado con los diversos proyectos sociales y ambientales que la compañía impulsa en Uruguay y en el resto del mundo en el marco de su plataforma de sustentabilidad “Viviendo Positivamente, con el objetivo de contribuir al desarrollo sustentable de las comunidades.

En esta nueva campaña, y bajo la consigna “Cada botella tiene una historia”, Coca-Cola relata algunas de las más de 3.000 iniciativas que globalmente estimula la compañía buscando inspirar a las personas para hacer renacer al héroe que todos llevamos en nuestro interior.

En los medios ya se pueden ver las historias de los héroes del mundo, como el caso de Vania, una reconocida bailarina peruana que decidió regresar a su país para promover la danza entre los jóvenes más necesitados, o la historia de Roberto, que en Argentina emprendió un proyecto de reciclaje que permite convertir botellas de plástico en artefactos de recreación para escuelas.

En Uruguay, la historia elegida es la de Carlos, un hombre casado, de 47 años, nacido en el seno de una familia humilde de Treinta y Tres que hoy trabaja en su ciudad manejando un camión de Coca-Cola.

Hace tres años, Carlos comenzó a preocuparse por la realidad de su localidad, y más que nada por la cantidad de niños y jóvenes que andaban por las calles sin rumbo, sin un propósito claro y que estaban lejos de encaminarse hacia un futuro mejor.

Un día decidió hacer algo por ellos y organizó clases de canotaje para que los chicos pudieran encontrarse, compartir momentos y sueños, y también para que aprendieran a trabajar en equipo y a superase. Todo comenzó con cinco o seis chicos, un kayak prestado, cuatro palas y algunos chalecos salvavidas.

Carlos, quien actualmente dirige la única escuela de canotaje de la zona, afirma que la práctica de deportes “permite que los jóvenes ocupen sus horas de ocio, los saca de las calles y fortalece sus valores de grupo, amistad, respeto y fomenta hábitos saludables, además de ponerlos en contacto con la naturaleza”. Este héroe uruguayo también se preocupa por fomentar en los chicos la unión, ya que tanto para el remo, como para que el proyecto siga en pie, es fundamental la colaboración de todos.

El equipo de chicos hizo un gran esfuerzo y concurrió al Campeonato Nacional de Canotaje 2011, donde compitieron contra las mejores escuelas de todo el país y consiguieron el segundo puesto.

“Cuando Coca Cola se subió a nuestro bote tuvimos mucho más impulso. Las cosas que eran casi utópicas comenzaron a hacerse realidad”, comentó Carlos. Coca-Cola los ayudó a tener una identidad de equipo y les dio camisetas. Gracias a este apoyo y la difusión de la iniciativa, lograron un récord de asistentes con más de 200 inscripciones.

Además, la empresa está ayudando a construir vestuarios con lockers para que la actividad de la escuela de canotaje, que actualmente se desarrolla únicamente en verano, se extienda a la primavera y al otoño sin comprometer la salud de los chicos.

“Estos héroes reales, como Carlos, son inspiradores y nos conmueven. Su espíritu solidario y su compromiso son una motivación para que más personas, con su esfuerzo y dedicación, logren incidir positivamente en la comunidad y, por lo tanto, en la construcción de una mejor realidad”, afirmó Teresa Pérez del Castillo, Jefe de Asuntos Públicos y Comunicaciones de Montevideo Refrescos.

La historia se observar a través del siguiente link: http://www.youtube.com/watch?v=bCNBJGiBXRA&feature=g-all-u