La compañía de aviación de origen libanés “Middle East Airlines” podría estar llegando hasta Uruguay si prosperan las gestiones de la novel embajadora uruguaya en aquel país, doctora Martha Inés Pizzanelli Schenone.

Así fue planteado por la jerarca en la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado del pasado jueves 9 de agosto.

Compartimos algunos planteos efectuados por Pizzanelli, quien ya obtuvo la venia de aprobación de parte del Senado.

“Líbano tiene una compañía de aviación llamada “Middle East Airlines”, que desde hace un tiempo está adquiriendo varios aviones Airbus y llega a San Pablo. Reitero: hay una compañía de aviación libanesa que llega, nada más y nada menos que a San Pablo. Y como tenemos una política muy abierta en la negociación de acuerdos -acuerdos que son llamados “de cielos abiertos”- y ya hemos firmado con Qatar y Emiratos Árabes, entonces, ¿por qué no hacer lo mismo con Líbano? Por mi parte, hice los contactos iniciales y afortunadamente ha habido una respuesta positiva de nuestras autoridades. Realmente esto sería muy valioso, no solo porque estaríamos logrando una corriente turística entre ambos países, sino también por el tema del transporte de carga, que entendemos puede ser muy útil para tratar de impulsar el intercambio comercial.

En los últimos años hemos tenido como logro el recibir en el Líbano a misiones oficiales de altos funcionarios del Estado uruguayo. En particular, quería hacer mención a las dos visitas que se realizaron el año pasado, con la presencia del señor Ministro de Relaciones Exteriores; esa era la primera vez que un Ministro de Estado viajaba en misión oficial al Líbano. En la segunda oportunidad, en setiembre de 2011, fue acompañado por una delegación empresarial, por representantes de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación y de la Unión de Exportadores. Todo eso ha sido muy productivo porque ha generado contactos y el estrechamiento de lazos en todos los niveles.

Mi plan de trabajo se basará en cuatro áreas temáticas centrales que tienen que ver con el relacionamiento político, económico-comercial, cultural y con la cooperación en diversas áreas, tanto desde el punto de vista bilateral como triangular.

El Líbano es un país bisagra en el Medio Oriente, es una puerta de acceso hacia otros países de la región, no solo de Medio Oriente sino también de África, porque hay muchas empresas libanesas que están diseminadas en ese continente. En ese sentido, la cooperación, además de ser promovida en los tradicionales aspectos bilaterales -como pueden ser las áreas científico-tecnológicas, culturales y educativas- procurará encontrar la posibilidad de que Uruguay ofrezca algún tipo de cooperación bilateral, como por ejemplo el Plan Ceibal, que ya se está ofreciendo a otros países. Además de estas áreas de trabajo, también tendríamos interés en buscar la cooperación triangular, como señalé hace un momento. Pensamos que podemos ofrecer cooperación técnica en distintas áreas, contando con financiación libanesa, y realizar la tarea en un país africano. Estos son desafíos muy interesantes, que no son fáciles de lograr, pero intentaremos cumplirlos en medio de todas las tareas que tenemos que realizar.

En cuanto al área política, los señores Senadores saben el excelente relacionamiento político que existe entre Uruguay y el Líbano. En nuestro país hay una colectividad libanesa muy importante; se estima que actualmente hay 60.0000 personas descendientes de aquellos libaneses que vinieron desde fines del siglo XIX, y que poco a poco y con mucho esfuerzo fueron estableciéndose, no solo en Montevideo, sino también en el interior del país.

Recientemente, en un programa televisivo un sociólogo uruguayo hacía referencia al interesante hecho de la influencia que ha tenido la inmigración libanesa en el interior de la República. Algunos de ellos viajaban con el popularmente conocido cajón de productos vendiendo puerta a puerta y estableciendo pequeños comercios, que después se hicieron más grandes. Esas personas iban entrelazándose con la vida del interior de nuestro país y de esa manera forjando su vida económica, por lo que deberían designarse muchas calles y rutas del interior con los nombres de ciudadanos libaneses. Este punto me llamó la atención, y si bien es cierto que ese tema no tiene que ver con la gestión que voy a realizar en el Líbano, considero que se trataría de un reconocimiento para esa tarea y para todo lo que ha hecho la comunidad libanesa en la construcción de nuestro país. Tengo entendido que el señor Omar Lafluf, que es de ascendencia libanesa, acaba de asumir como Presidente del Congreso de Intendentes. Así que en algún momento, tal vez por esa vía, exista la posibilidad de presentar un proyecto para complementar los esfuerzos que están haciendo los ciudadanos libaneses en cantidad de departamentos de nuestro país. Por ejemplo, en la ciudad de Rivera se está proponiendo designar una escuela con el nombre de República Libanesa. Además, desde hace unos años se están siguiendo los trámites -que ahora están culminando, gracias al apoyo de nuestro Embajador Jure- para un hermanamiento entre Pando y la localidad de Darbeshtar, ubicada al norte de Beirut, ya que muchos inmigrantes provenientes de dicha localidad están viviendo en Pando. Trataríamos de tomar como ejemplo este caso, intentando buscar otras posibilidades de hermanamiento con otras ciudades, por ejemplo, entre Montevideo y Beirut, dadas sus características de puertos.

Desde que se anunció mi propuesta como futura Embajadora en Líbano, la colonia libanesa me ha contactado en varias oportunidades. Pude conocer así la calidad de estas personas, sus intereses, el amor que tienen por la patria de la que provienen sus antepasados y cómo están siempre pensando en mejorar y estrechar las relaciones entre los dos países.

El Jefe de Misión, el Embajador, es un instrumento de los objetivos de la política exterior del país. De esta forma contribuiré a estrechar el relacionamiento bilateral en todas las áreas posibles, teniendo en cuenta los principios y compromisos que pautan nuestra política exterior, el respeto al Derecho Internacional, la autodeterminación de los pueblos, el respeto a los derechos humanos y la solución pacífica de controversias.

Se propiciará, a nivel político, el mayor contacto posible y el apoyo a las visitas oficiales. En 2011, una importante delegación presidida por la Presidenta de la Cámara de Representantes del Parlamento Nacional realizó una visita estupenda. Se trataba de un momento especial y fueron muy bien recibidos. Dicha delegación estaba conformada por Legisladores, no solamente del Partido de Gobierno, sino también de la oposición, quienes firmaron un acuerdo interparlamentario. Además, entregaron a las autoridades del Parlamento libanés la lista de integrantes del Grupo de Amistad Uruguay – Líbano, que hacía muchos años que estaba pendiente y que se acababa de conformar. En ese momento se armó la lista y se entregó, lo que ha permitido y va a permitir los contactos más directos entre los señores miembros de los Grupos de Amistad respectivos.

A su vez, el señor Presidente del Parlamento libanés tiene una invitación del Parlamento uruguayo; vamos a tratar de concretar esa visita en un plazo no muy dilatado, antes de que él termine la legislatura.

A principios del mes de octubre tendrá lugar en Lima la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América del Sur y Países Árabes -ASPA- reunión que estuvo siendo postergada por las razones que todos conocemos. Posiblemente concurra el Presidente del Líbano, General Michel Sleiman, de manera que será una gran oportunidad para que las autoridades nacionales se encuentren con él.

En materia de acuerdos, muchos están firmados desde hace años. No quiero abusar de su tiempo indicando cuáles son; los señores Senadores los podrán encontrar en el material que voy a dejar.

En cuanto a los proyectos que están en negociación, varios de ellos son de gran interés para nosotros. Por lo tanto, en caso de que la Comisión de Asuntos Internacionales y el Plenario del Senado tengan a bien otorgar la venia que solicita el Poder Ejecutivo, pensamos analizar cada proyecto para ver en qué situación se encuentra; además, contactaremos a las contrapartes correspondientes, veremos por qué están trabados y estudiaremos si hay algo para mejorar. Recuerdo a los señores Senadores que hay acuerdos en materia de promoción y protección de inversiones para evitar la doble imposición a nivel comercial. Estos proyectos son muy importantes porque cuando nuestros productos ingresan al Líbano, compiten con otros que vienen de países árabes de la región y de la Unión Europea, con la que el Líbano tiene acuerdos preferenciales. Entonces, veremos cómo podemos hacer para que no queden estancados, para poder negociar y llegar a buen fin.

No quiero aburrir a los señores Senadores, pero no puedo dejar de mencionar las exportaciones uruguayas. Desde el punto de vista del valor fueron altas, pero la corriente comercial de exportación del principal producto, el ganado en pie, disminuyó por distintas razones, entre ellas, cuestiones de precio. Nuestro sector exportador ha preferido otros destinos, de manera que en este momento las exportaciones son mínimas. El año pasado alcanzaron la cifra de US$ 4:000.000. Hubo un incipiente crecimiento en materia de arroz, lácteos y artículos decorativos. A su vez, fue muy poco lo que recibimos del Líbano: las importaciones fueron de tan solo US$ 250.000. Quiere decir que, en términos prácticos, los montos son muy bajos y hay que hacer enormes esfuerzos por tratar de mejorarlos.

No quisiera abundar en detalles porque sé que los señores Senadores tienen una agenda muy cargada, pero sí resalto que las restantes actividades están relacionadas con lo cultural y con la cooperación.

El año pasado la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) firmó un acuerdo con Líbano en el que se plantearon distintos temas sustanciales para nuestro país, tales como las energías renovables, la seguridad alimentaria, el medio ambiente y la nanotecnología. Dentro de este acuerdo marco tenemos que definir puntos específicos, entre los cuales interesa mucho el intercambio, la formación y la capacitación. A tales efectos, en contacto con los organismos competentes libaneses debemos definir las posibilidades a ofrecer, lo que prefiere la ANII, y a partir de allí ver cómo avanzar.

En lo que refiere al área cultural, el Embajador Jure hizo una gestión fantástica. Nuestra idea es organizar un plan de trabajo para los próximos años con el fin de resaltar la cultura nacional en toda su dimensión. Ya estamos trabajando al respecto y estoy segura de que se va a lograr, incluso con pocos recursos. Generalmente, con relación al tema cultural, no es fácil el traslado de obras de arte por el costo de los seguros, pero hay formas de hacerlo y junto con la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería estamos dedicados a eso.

De más está decir que quedo a las órdenes de los señores Senadores para proporcionarles el material anexo, que contiene una síntesis sobre las características de Líbano. Obviamente, en caso de que la solicitud de acuerdo sea votada en forma favorable, me gustaría poder recibirlos en Líbano, ya sea en misiones oficiales o visitas personales.

No son muchos los uruguayos en Líbano; en total hay aproximadamente veinte. Igualmente me quedé asombrada con la cifra, pues pensé que había menos. Hace muchos años estuve en Hong Kong -donde conocí a algunos de los Senadores presentes, e incluso tuvimos reuniones de coordinación de todas las Embajadas de Asia- y también allí había veinte uruguayos, una cifra muy alta. En estos días estuve hablando con el colega diplomático Tercer Secretario, que es el Cónsul -fue destinado allí en enero de este año- quien me dijo que en Beirut hay veinte compatriotas, que varios son descendientes de inmigrantes libaneses que volvieron al Líbano, pero que también hay uruguayos que están allí por razones de trabajo. Por supuesto, a ellos estaremos acercándonos.

En Uruguay, por su parte, hay una colonia muy importante de libaneses. La cantidad estimada que me proporcionó la Embajada de Líbano en Uruguay es de sesenta mil personas, o sea, sesenta mil personas pertenecientes a la cuarta o quinta generación de ascendencia libanesa. Están organizados, son muy activos, tienen su corazón puesto en los dos países e intentan que sus jóvenes se incorporen a asociaciones tales como AJUL, por ejemplo. En realidad, hay muchas sociedades libanesas que los señores Senadores conocen, e incluso hay programas radiales donde se promueve la fraternidad entre los dos países.

Todos vemos que día a día los medios de prensa publican cuál es la situación en Siria, cómo va evolucionando -lamentablemente de manera muy dramática- y cuáles son las repercusiones en Líbano.

Lo cierto es que, por ahora, afortunadamente el Líbano ha mantenido una política de precaución, muy inteligente. Hace pocas semanas, el Presidente Michel Sleiman declaró que la gran fuerza que tiene el Líbano es su democracia, su sistema tolerante que da cabida a una sociedad verdaderamente multifacética. Existe un régimen confesional, donde los distintos grupos religiosos están representados en el Gobierno. Personalmente creo que ha sido gracias a esa tolerancia y a esa posibilidad de participación que el Líbano ha logrado mantenerse como hasta ahora. Además, tiene frontera con Siria, que a su vez tiene frontera con Turquía y otros países; entonces, al principio la preocupación -esto lo hablé con el Embajador Mora- era que los incidentes que se producían desde la frontera norte con Siria eran únicos, porque simplemente la población civil pasaba la frontera -incluso había incursiones militares para recuperar a quienes querían quedarse en el Líbano- pero luego eso se fue abriendo y los civiles sirios comenzaron a irse también hacia otros países vecinos. Por supuesto que el Líbano está atento y hay factores que están incidiendo en que esta situación se mantenga para el bien de Siria, a pesar de que hubo algunos problemas muy puntuales hace aproximadamente dos meses.

Estas son sociedades a las que les resulta difícil despojarse de las realidades con las que nacen, para poder tener criterios objetivos que lleven a la pacificación. Aun así, por suerte el Líbano lo está logrando, con el aporte de la comunidad internacional. Como se sabe, Naciones Unidas ha hecho múltiples esfuerzos y se han designado mediaciones, pero lamentablemente no han sido efectivas y no se obtuvieron resultados positivos. Esa es la realidad, aunque también es cierto que ahora se está buscando un nuevo mediador. Habrá que ver si la Liga Árabe o la Unión Europea pueden llegar a cumplir los objetivos de pacificación que todos buscamos.

Fuente Imagen: flightglobal.com