Dos tristes noticias se generaron en las últimas horas y que significaron dos duros golpes para la Asociación Uruguaya de Volantes.

En las últimas horas de la noche de ayer, se produjo la desaparición física de José Ruber Mainentti, quien fuera un destacado ex piloto del Automovilismo uruguayo entre los ’50 y los ’60 y que posteriormente, siguió con estrechos vínculos con AUVO, desempeñándose como dirigente en reiterados períodos en comisiones directivas de la institución, resultando también muy destacado en las mismas.

Cabe recordar que su hijo Fernando también brilló en el Automovilismo, en distintas categorías en las que alternó.

Cabe recordar que a en diciembre de 2009, en el cierre de la temporada, el Campeonato Nacional de Automovilismo de Velocidad en Pista, impulsado por AUVO, llevó el nombre de Gran Premio José Ruber Mainentti.

A Ruber, se le recordará como una persona muy agradable, un hombre muy bueno y que hasta en los momentos más duros que podía pasar, siempre tenía una sonrisa para las personas que conocía y a las cuales rendía tributo a la amistad.

Y cuando llegaba esta noticia que golpeaba duro en el ambiente y se trataba de asimilar la misma, se informó que en estas horas de la tarde del jueves 27, se produjo otra dolorosa desaparición, que fue la correspondiente a Pedro “Perico” Cabarcos.

Durante la disputa del Gran Premio de Piriápolis, se le realizó un merecido homenaje a distintos pilotos que marcaron páginas de oro en el automovilismo uruguayo y uno de ellos era Pedro “Perico” Cabarcos, quien por la dolorosa enfermedad que lo aquejaba, no pudo estar presente y fue representado por sus hijos.

En la década de los ’60 comenzó su carrera deportiva al comando de un monoposto Ford T, con el cual deslumbró porque iba más rápido que la máquina y poco después, Alberto Attías le entregó para correr en Fuerza Limitada, primeramente la Ferrari que en Fuerza Libre había corrido Martínez Fracchia y que en el Mundial de Fórmula 1 fue campeona en manos de Juan Manuel Fangio, para después pasar a la Ferrari ex Carlos Danvila.

Posteriormente, alternó sucesos como piloto, constructor de monoplazas y preparador en el Automovilismo, hasta que sobre fines de los ’80, puso fin a su trayectoria en las pistas, con títulos en diferentes categorías de Turismo y casi hasta el presente, venía desarrollando su tarea de preparador también en varias categorías.

Incluso, en el caso de Cabarcos, sus pasos en el Automovilismo como pilotos los siguieron dos de sus hijos, quienes en el presente ya pasaron a la etapa de preparadores y ya está en el Karting uno de sus nietos de “Perico”.

De esta forma, dos grandes valores que estuvieron ligados a AUVO, fallecieron en las últimas horas.

A través de la presente, hacemos llegar en tan difíciles momentos, el sentido pésame a ambas familias, por tan irreparables pérdidas.

De todas formas, tanto Ruber Mainentti como Pedro Cabarcos, serán recordados por la huella que dejaron en el Automovilismo y seguirán en la memoria de todos los que les conocieron y de las generaciones más nuevas, como deportistas y en el caso de Ruber también como dirigente de su querida AUVO.