Compartimos la columna del edil Juan Curbelo (Lista 40) titulada “Click Caja”.

“Días atrás se aprobó en la Junta Departamental de Montevideo el decreto que autoriza la refinanciación de deudas impagas de los contribuyentes de la Intendencia de Montevideo.

El Decreto establece que aquellos conceptos como: contribución inmobiliaria, tasa general municipal, adicional mercantil a la tasa general municipal, tasa por contralor de la higiene ambiental, tasa bromatológica, tarifa de saneamiento, etc podrán ser reliquidadas aplicando una multa del 10% y un recargo por morosidad del 1% mensual capitalizable. Las deudas

podrán ser financiadas hasta 48 cuotas iguales, mensuales y consecutivas. A diferencia de otras refinanciaciones, el convenio de pago caerá cuando se acumulen 3 cuotas vencidas. También el plazo de financiación podrá extenderse hasta 96 meses cuando la cuota resultante de dicho convenio cuando el tope supere el 30% de los ingreses líquidos percibidos por el núcleo familiar.

En Montevideo hay 442.351 padrones que contribuyen con la Intendencia de Montevideo. De esos 55.999 tienen deuda. Con respecto a los tributos domiciliarios, la cantidad de viviendas que aportan este impuesto son 571.397. En este concepto los deudores son 107.459 (información manejada en el Pleno de la Junta Departamental de Montevideo).

Es importante recordar que en el año 2010 se había votado un proyecto de refinanciación de adeudos, cuyo plazo vencía en febrero 2011 y que fue extendido hasta abril de ese mismo año donde algunos curules habían manifestado que era el último plazo votado para la actual Pues bien nos encontramos otra vez con esta realidad. Una pregunta que nos sigue interpelando ¿Cuál es la señal que damos a los buenos contribuyentes? ¿Qué beneficios obtienen por ser buen pagador? (y no me refiero a descuentos por pago contado de algunos de los tributos).

Una Intendencia que recibe U$S 1.700.000 por día, unos 600 millones de dólares al año permite realizar otro tipo de análisis en cuanto la administración de los recursos recaudados-. ¿Dónde ubicamos el concepto de justicia tributaria? Yo creo que esta propuesta de nuevo Decreto responde a contar con fondos para obras y servicios ya que, a pesar de lo que recauda la Intendencia por día, se ha quedado sin plata en caja. Un problema de liquidez, reconocido incluso por el propio secretario general de la Intendencia Ricardo Prato que expresó “que los problemas de liquidez fueron circunstanciales y duraron tres días” cuando en el mes de setiembre hubo atraso a pagos a acreedores por falta de dinero. Es difícil explicar esta situación de falta de dinero, aunque fuese circunstancial en la Intendencia de Montevideo teniendo en cuenta lo que recauda.

El concepto de justicia tributaria impone, pues, estudiar dos elementos por demás importantes:

a) prioridades aplicables a líneas de acción operativas en obras y servicios y b) redefinición de impuestos y tasas que se aplican para hacerlos más eficaces así como hizo el Gobierno Central en el año 2007 minimizando la cantidad, buscando eliminar aquellos de difícil control y de poca recaudación. En definitiva hacer un sistema tributario más eficiente, eficaz y de mejor control.

El Presupuesto de la Intendencia de Montevideo se encuentra dividido de una forma por demás desigual: casi un 50% de los ingresos se dirige a sueldos, un 18% a obras, un 27% a gastos de funcionamiento (Centro Comunales, Municipios, en definitiva burocracia), un 2% a Junta Departamental y lo demás a pagos de créditos internacionales.

Es imposible con estos niveles de distribución poder hacer frente a la realidad de un Montevideo que se encuentra deteriorado en infraestructura. Se han realizado obras, como el Corredor Garzón, que han insumido 75 millones de dólares y donde se ha reconocido que no era una obra prioritaria independientemente que no se han podido solucionar los múltiples inconvenientes que este presenta. Seguimos diciendo que no es razonable descartar una obra urgentemente necesaria como viabilizar Av. Italia, transformarla en una avenida que permita fluidez, agilidad, con semáforos coordinados. Que para transitarla en su totalidad no implique 45 minutos y sortear los atascos de Tres Cruces, Av. Ricaldoni, Av. Centenario, Hipólito Irigoyen, Parque Rivera, y los sucesivos semáforos de Bolivia, Portones Shopping, Cooper, Santa Mónica y el cruce Colegios.

No pensar en una infraestructura inteligente – concepto manejado por este edil- por ejemplo con la rambla montevideana, flechándola en horas pico. Ahora serán otras las prioridades en recuperación de avenidas. ¿Qué sucederá con el ensanche de Br. Artigas prometido semanas Cuando hablamos de política errática de la Intendencia de Montevideo, queremos decir, que muchas veces no se visualiza una planificación a largo plazo. Se realizan anuncios en la televisión en algunas pocas obras que se inauguran y que muchas veces siquiera tienen impacto en una ciudad que necesita urgentes cambios. Y las que se hacen, muchas veces presentan serios

problemas: Corredor Garzón, lluvia en los techos del Mercado Agrícola recientemente inaugurado, abandono de obras en el Corredor Gral. Flores, supresión del Corredor Agraciada, etc. Entonces lo que se anunciaba con bombos y platillos terminan siendo bombas de humo que se disipan en el aire. Lo que no se tiene en cuenta que los montevideanos tenemos memoria a los anuncios.

Esto que venimos explicando ¿dónde se traduce? Que si no hay plata en caja, para una ciudad que concentra casi la mitad del Uruguay, las obras iniciadas tienden a demorarse, las planificadas a suspenderlas y las que se finalizan son simplemente maquillaje.

Esta nueva refinanciación que finaliza el 27 de diciembre implicará seguramente ingresos que no vendrán a solucionar los múltiples problemas y urgencias que tiene Montevideo. Tenemos otra visión del problema donde se deben aplicar medidas que favorezcan al buen pagador porque si no siempre estaremos buscando “parches económicos” que desalientan a quienes en tiempo y forma se hacen cargo de los múltiples impuestos que no tienen contraprestación en obras y servicios.

No debemos favorecer la concientización y acostumbramiento a que el atraso del pago de los impuestos tiende a ser algo común porque se sabe que en cualquier momento habrá una quita o refinanciación. Creemos que debe haber un cambio de gestión y administración de recursos por demás contundente que seguramente no pase por el Frente Amplio.

Para finalizar: somos conscientes que muchos montevideanos se atrasan porque no tienen posiblidades económicas de poder pagar. Pero también sabemos que muchos se atrasan en forma consciente para después acogerse a quitas y planes de refinanciación siempre oportunos. Pero dejo planteada la pregunta que antes presentábamos: ¿y qué de los buenos pagadores?”.