Compartimos la Columna del Domingo 27 de julio del candidato presidencial del Partido Colorado, Pedro Bordaberry, titulada “Propuestas y Debate: No podemos hacernos los Distraídos”.

“Algunos analistas se quejaron esta semana que, faltando 92 días para la elección nacional de octubre, no se discutan propuestas.

A otros les llama la atención que no hayan debates.

Mientras ello sucede la fórmula presidencial del Frente Amplio se las agarra con los nombres de sus competidores pero no con nuestros programas.

Hace rato que venimos poniendo arriba de la mesa propuestas claras y concretas.

Una semana atrás presentamos 15 medidas a favor de la honestidad y la transparencia y contra la corrupción.

Una semana después se conocieron los tristes hechos que derivaron en procesamientos en ASSE. Procesos judiciales que repiten situaciones como la ocurrida en Pluna, en los Casinos Municipales y varias cosas más que afectan a dirigentes políticos del Frente Amplio.

El que prometió un gobierno honrado y un país de primera.

Por ello el Lunes pasado enviamos a todos los candidatos a la Presidencia propuestas en contra de la corrupción y a favor de la honestidad. Nos contestó solamente Pablo Mieres, adelantando su voluntad de trabajar en contra de la corrupción.

Ni Tabaré Vázquez, ni Luis Lacalle ni Gonzalo Abella, respondieron.

Cuando llegue el momento de los acuerdos partidarios, que llegará, nuestro primer punto va a ser suscribir esta declaración y acuerdo contra la corrupción.

Esta semana también presentamos las 15 medidas que tomaremos en los primeros cien días de gobierno en materia de seguridad ciudadana. Como lo hicimos con la educación hace un tiempo.

Estas 15 medidas atienden las cinco líneas de acción que tiene nuestra estrategia: la modernización de la actuación de la policía, un sistema carcelario que reeduque y reinserte en la sociedad, el combate a la droga, la mejora del funcionamiento del Poder Judicial y la minoridad delincuente.

Estas propuestas no sólo tienen la virtud de encarar el problema más urgente que hay en el país: la inseguridad.

Tienen, también, la virtud de provocar el debate. Lograron que salieran desde el Frente Amplio y desde el propio gobierno a debatirlas.

El Ministro del Interior, Bonomi, las criticó rápidamente. Dada la pésima gestión que viene llevando a cabo el jerarca, su respuesta no hizo otra cosa que ratificar que estamos en el buen camino.

Él se limitó a decir que lo que proponemos se debió hacer cuando el Partido estaba en el gobierno.

La descalificación, como respuesta cuando no se tiene razón, parece haber sido su opción.

Bonomi ha aplicado un sistema centralizado de actuación policial. Terminando con los patrulleros y policías en los barrios.

Los concentra en un lugar y espera a que ocurra un delito para enviarlos.

Esto es un error.

Los patrulleros y los policías deben estar en la calle, recorriendo y previniendo que ocurran delitos. No esperar a que estos ocurran para reaccionar.

Otras dos propuestas fueron criticadas.

Una tan sencilla como el restablecimiento del Decreto 690, aplicado pacíficamente por los dos gobiernos del Dr. Sanguinetti, el del Dr. Lacalle y del Dr. Batlle. Ese que permite que la policía nos solicite que exhibamos la Cédula de Identidad.

Algunos dijeron que ello equivale a reinstaurar razzias. Otros afirmaron que esa facultad ya existe en la ley de procedimiento policial.

De nuevo la liviandad en el manejo de la información.

La ley de procedimiento policial 18.315 permite solicitar la Cédula de Identidad solo cuando se trata de la detención de una persona requerida por la Justicia o fugada. Pero no si el funcionario policial ve a una persona en actitud sospechosa o desea dejar constancia de la presencia de alguien en la zona.

El pedir cédula es algo sencillo que no molesta al ciudadano honesto. Porque éste no tiene problemas en exhibir la misma. El que tiene problemas en hacerlo es, por lo general, el delincuente.

Por otro lado se nos pide que exhibamos los documentos identificatorios para muchas cosas hoy en día: cuando realizamos una compra con tarjeta de crédito, hacemos un trámite ante una oficina estatal o nos detiene un inspector de tránsito mientras conducimos. Entonces, ¿cómo no permitirlo a la policía?

Otra propuesta que se cuestionó fue la de encargar a la fuerza militar, sea una policía militarizada o el propio ejército, el total control y cuidado de las fronteras.

La rápida reacción crítica no reparó en dos cosas. La primera es que hoy una gran parte de las mismas ya están bajo control militar. Los pasos de fronteras fluviales y marítimos, incluyendo puentes, están a cargo de la Prefectura Nacional Naval, que integra nuestra Armada. Los aeropuertos y el espacio aéreo están cuidados por la Fuerza Aérea.

Proponemos sumar a ello el control de la frontera seca por parte del Ejército Nacional. Así fue que se hizo hasta 1973 cuando se le quitó al Ejército de esa tarea. Por lo que lo que se propone no es otra cosa que volver a la situación anterior a la del quiebre institucional en nuestro país.

Así es, por ejemplo, hoy en día en la República Argentina que tiene a cargo de su cuidado a la Gendarmería Nacional Argentina, una fuerza de naturaleza militar. También en Brasil que las tiene a cargo de la Policía Militar.

Cometer a la fuerza militar al cuidado de la frontera terrestre será muy importante para poder destinar a los policías que están a cargo de esas tareas a reforzar el combate contra la delincuencia.

Pero, sobre todo, nos permitirá combatir más intensamente el ingreso de las drogas y el narcotráfico, que no es otra cosa que una agresión a nuestro país. Agresión que nos viene desde fuera porque no somos productores sino importadores de cocaína, pasta base y otras drogas.

Por último, reiteramos que además de esa Policía Militar en la lucha contra el ingreso del narcotráfico, apoyamos, defendemos y promovemos la reforma constitucional para Vivir en Paz que propone la creación de un Instituto de Rehabilitación del menor y bajar la edad de imputabilidad.

Lo hacemos no sólo porque entendemos que es una herramienta que permitirá mejorar los indices de seguridad ciudadana sino que, sobre todo, porque no es momento de hacernos los distraídos sobre ella.

No podemos hacernos los distraídos porque la propuesta no es ya nuestra. Es de los 375 mil uruguayos, muchos de ellos votantes de los Partidos Colorado, Blanco y Frente Amplio, que firmaron la misma.

Porque todos, más allá del partido que votemos, queremos Vivir en Paz”.

Fuente Imagen: www.subrayado.com.uy