Compartimos la columna del ex diputado Washington “Turko” Abdala bajo el título “Gana Lacalle Pou. ‘David contra Goliat’”, difundida este jueves 25 de septiembre en su espacio en Facebook.

“1. La oposición en conjunto nunca había sido tanto más que el Frente Amplio a esta altura de los acontecimientos. (33 más 15 es 48 lo que es más que 43).

2. El partido nacional sigue creciendo y en los indecisos sigue teniendo capacidad de captura con una intensidad similar a la del Frente Amplio. Eso debe verse como un mérito. Lean el informe de Luis Eduardo González en Búsqueda por favor, allí se capta la sutileza que el PN crecerá más y los colorados podrían tener algún restito más.

3. Si bien el Frente Amplio retiene votación, es un dato que dos puntos menos ahora que hace 5 años, son una cifra dramática que ya no pueden descontar, por lo que al no lograr la mayoría parlamentaria aparece allí su primera derrota en esta campaña. (Esto tendrá impacto emocional en el Frente Amplio y hace que algún voto frontera, muy primario, se quiebre. Es normal ese comportamiento en un votante distante.)

4. Los votos del Partido Independiente, si quieren –para la segunda vuelta- los dividimos en tercios y le asignamos dos tercios a Vázquez (no creo que finalmente sea así) e igualmente gana Lacalle Pou con esa distribución ficticia. (Soy de los que creen que el P.I. se divide más parejo esta vez en la última convocatoria).

5. Los indecisos se distribuyen en partes iguales. En Facultad enseñamos en Ciencia Política algunos principios básicos de Estadística (para que se entiendan las encuestas) y si no hay variables muy dramáticas -acá no se visualiza ninguna- la tendencia es a que se dividan (históricamente) según los porcentajes madres, en este caso a partirse por mitades.

6. O sea, la historia que los indecisos definen es tonta y falsa, ya se definió previamente todo, lo que sucede es que mucha gente no lo quiere ver, o no se anima a entender los números por la impresión que les dan. Pero los números si bien son muy parejos, permiten interpretar con cierto grado de previsibilidad.

7. Los indecisos -para que ganara el Frente Amplio-tendrían que pasarse groseramente en un porcentaje superior al 70 % todos a un candidato y eso no parece lógico.

8. Es verdad que el grupo de Unión Popular son votos que irán a parar al Dr. Vázquez (medio punto), como también una leve fuga colorada (esta vez Lacalle Pou retendrá casi todo el voto colorado si no se cometen errores) y ese punto y medio se podría escapar a Tabaré Vázquez. Aún así, no llega el candidato oficialista. Se arrima de manera milimétrica pero no llega. Hagan los números, insisto. No estoy siendo simpatizante, estoy usando la cabeza.

9. Lo que pretendo explicar es que Vázquez tiene que montar toda una ingeniería hiper compleja para seducir en la segunda vuelta a restos colorados, a restos del PI, a restos radicales de Unión Popular, o sea todo un conglomerado heterogéneo de capturar mirado en términos electorales y con visiones totalmente distintas. Lacalle Pou, por el contrario, no está sometido a ninguna presión extrema seguirá con su relato refrescante, aportará novedades y ya habrá instalado «endurance presidencial» en el remate final. La propia izquierda, además, pretendiendo complicarle la vida se ha ocupado de asociarlo en tándem con Bordaberry creyendo que así lo erosionaba y a nadie se le oculta que tendrán que armar gobierno conjunto. (Ya no hay novedad en eso. Lo sabemos todos y el propio ataque se tornó en un atributo y no una falencia.) O sea, no hay allí pirueta alguna, en cambio Vazquez para seducir votos de tiendas tan distintas tendría que armar saltos tipo Cirque du soleil. ¿Se entiende? Es lo que sostuve hace mucho tiempo cuando casi nadie lo veía: ahora el papel del retador y del desafiante se mezclan.

10. Pero, si además, nos salteamos este enfoque y nos vamos a un asunto más emocional: puede suceder –es lo que sucederá según mi humilde opinión- que la tentación por votar algo que cambie las cosas, algo que tenga otra coordenada emocional, algo que mueva al país en un formato de alternancia democrática sea muy tentador. Hoy, todos sabemos que el inconsciente, lo emotivo y lo que nos moviliza juega un papel severo en la vida de la gente. Lacalle Pou también parece entender esto y por eso juega a cara descubierta su relato existencial. Todo lo que fue su recorrida hasta el presente ya tiene algo de leyenda.

11. Gana David contra Goliat. Y eso está servido en el menú. Mujica fue un cambio revolucionario en algún sentido para este país. Recuerdo esto para los que creen que los uruguayos no toman decisiones fuertes en política.

12. Lacalle Pou es el cambio revolucionario que se viene y muchos querrán sentir que «suscribieron» ese momento y que lo indujeron. Deseo expresar que Lacalle Pou suelto en el remate final de campaña, mano a mano con Tabaré seguirá creciendo porque es tentador para mucha gente tomar la apuesta del cambio por un individuo que contra viento y marea peleó por sus sueños.

13. Lo afirmo con respeto: todos sabemos lo que hará Tabaré, sin embargo lo de Lacalle Pou es una apuesta por mucho más. En el fondo, no poca gente quiere que un individuo joven tome riesgos que ahora no los puede gritar de manera explícita para lograr un salto cualitativo en la vida del país. Eso está en el «inconsciente» de muchos que ponen en el candidato de 41 años apuestas a pleno, es como un deseo por cambiar de fondo mucha cosa que termina siendo el ancla del encuadre mental que nos trasmite con todo su mensaje, su semiótica y su construcción comunicacional.

14. Y está en algún sentido en la cabeza de Lacalle Pou que no quiere ser un presidente más de los tantos que ha tenido el Uruguay. Uno huele en Lacalle Pou un sueño por cambios y no por ambición de perpetuidad en el poder. (Y el deseo humano natural por superar -en el buen sentido del servicio hacia la gente- a un padre dado que el destino los puso a ambos en situación paradojal.)

15. No es poca cosa para el votante introducir el voto con ganas y esperanzas de verdad. Porque ese es el asunto más importante: Lacalle Pou ganará las elecciones porque genera sensación de esperanza y se le escapa a Vázquez en ese terreno”.